Crearon filtros de agua en base a arcilla y aserrín, en Neuquén
El proyecto de los estudiantes de CPEM 69, en el oeste de la capital neuquina, busca generar conciencia sobre el cuidado del medioambiente, la autosustentabilidad y la revalorización de los recursos que existen en la región.
Con las manos entre la arcilla y el aserrín, los estudiantes de un colegio de Neuquén dan forma a unos cuencos para usar como filtros y así tener agua potable. El proyecto áulico busca generar conciencia sobre el cuidado del medioambiente, la autosustentabilidad y la revalorización de los recursos que existen en la región.
En el oeste de la capital, donde el problema con el agua suele ser habitual sobre todo en verano, se encuentra el CPEM 69, que desde aquel 4 de abril de 2007 también se conoce como “Carlos Fuentealba”.
Allí trabaja Albino Trecanao, profesor de química, quien junto a sus estudiantes de cuarto y quinto año llevan adelante este proyecto que busca concientizar sobre algo tan esencial como es el agua.
El profesor de química comentó que utilizan la arcilla que se encuentra en las bardas, que están a unos metros del colegio.
Se trata de un material noble, “es una roca sedimentaria de otro período y nos da estos beneficios”, detalló el docente y agregó que cuenta con minerales esenciales, que en muchos casos también se encuentran en el organismo de las personas.
En el laboratorio de la escuela, los estudiantes trabajan con sus manos para crear los filtros que luego se llevan a sus casas, una vez que los elementos pasen por el horno para dar por finalizado su proceso.
Trecanao detalló que primero tamizan la arcilla y el aserrín, en proporciones equivalentes, y luego con el ayuda del agua crean una masa plástica blanda con la cual le dan la forma de cuenco y de ahí la llevan al horno, donde se cocina entre 600° y 800°.

Los alumnos, a través del microscópico electrónico, observaron los minerales que tiene la arcilla, entre ellos señalaron a los cuarzos, silicatos y zeolita.
Cuando se cocina el cuenco, el aserrín se activa generando microporos en la arcilla que sirven para que cuando pase el agua “los poros retienen los metales pesados, virus y bacterias que pueda tener, genera un agua alcalina que no es acida, resalta los minerales propios del agua y le quita malos olores”, detalló el profesor de química.
Para la cátedra y los estudiantes, no sólo preocupa la sequía que hay en todo el planeta y que afecta a los ríos de la región como el Limay y el Neuquén, sino también que la industria del fracking también utiliza muchos líquidos y “varios de los productos los usan para hacer la segmentación de pozos”. Estos elementos importantes pueden constituir una herramienta, que tienen un valor importante para la humanidad ya que “sin agua no tenemos planeta y sin suelo, tierra ni arcilla tampoco tenemos donde cultivar”, apuntó el profesor.
Varios proyectos
El proyecto de creación de filtros para agua inició en 2019 con la parte teórica donde se enseñó sobre los minerales que componen a la arcilla.
El profesor Albino Trecanao comentó que la idea era innovar en el modo de llevar a la práctica los contenidos teóricos y “a prueba y error” lograron los cuencos capaces de filtrar agua para que esté potable. Además mencionó que “es una forma de que los chicos dejen el celular y trabajen con la mano”, algo que hace bien al cerebro y genera tranquilidad.
Anteriormente realizaron otro proyecto con plantas nativas para la creación de cremas, como la jarilla y la zampa. Incluso, esperan próximamente presentar otro proyecto para generar plantas de la región en macetas y así devolver a la tierra además de preservar especies.
También se encuentra en marcha un proyecto de interculturalidad en las aulas que esperan que se pueda aplicar en toda la provincia. De esa forma, buscan indagar y aprender prácticas ancestrales de los pueblos originarios, Mapuches y Tehuelches, para conocer cómo obtenían sus alimentos, las medicinas y prendas, como también aprender prácticas como el teñido de lana con plantas nativas.
Con las manos entre la arcilla y el aserrín, los estudiantes de un colegio de Neuquén dan forma a unos cuencos para usar como filtros y así tener agua potable. El proyecto áulico busca generar conciencia sobre el cuidado del medioambiente, la autosustentabilidad y la revalorización de los recursos que existen en la región.
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