Bastías no seguirá en Cipolletti y el club rearma la subcomisión de fútbol

El Club Cipolletti tuvo un año difícil después de un 2021 con saldo positivo. La mala campaña en el Federal A desnudó falencias y la reiteración de hechos violentos en La Visera hicieron aún más triste una temporada lejos de los primeros puestos.

El Albinegro salvó la categoría ajustadamente en la anteúltima fecha, un logro que dio alivio y evitó un drama deportivo mayor. Las consecuencias no tardaron en llegar y uno de los primeros objetivos del club será rearmar la subcomisión de fútbol. Su presidente, Marcelo Bastías, confirmó la última semana que no seguirá en el cargo.

Los dirigentes se reunirán en los días siguientes para resolver cómo se reorganizará el área. Una vez que se conforme el equipo se avanzará por la contratación de un nuevo DT. Luis Medero se fue a tres fechas del final del torneo y Bruno Gorer asumió como interino.

“Con un presupuesto chico no se puede hacer mucho, este torneo es criminal en lo económico, sin más apoyo ni más gente en el grupo de trabajo es insalubre, para los dirigentes son todas malas, no hay ninguna buena”, afirmó Bastías en diálogo con Río Negro.

La conformación de la subcomisión de fútbol con Bastías a la cabeza se dio luego de las manifestaciones de la barrabrava del club en contra del presidente, Pedro Gutiérrez. El máximo dirigente decidió abrirse de la disciplina y poner a alguien más a cargo para descomprimir la situación.

“Cuando asumí el club estaba muy mal en lo institucional, con el problema con la hinchada y algunos dirigentes. El club estaba incendiado. Creo que la gestión fue positiva porque se pudo apagar el incendio”, analizó Bastías.

Para el dirigente, el balance fue positivo. “Uno aspira a ser campeón pero la realidad fue otra y se tuvo que pelear la categoría. Lo mejor es que nos pudimos salvar, era fundamental”, comentó.

Según su repaso de la gestión, lo más negativo fueron los incidentes contra Independiente de Chivilcoy donde responsabilizó al operativo policial.

A Cipo le costó una multa de 300.000 pesos y tres partidos a puertas cerradas en la recta final del torneo.
“Los incidentes con Chivilcoy me hicieron muy mal, fue muy perjudicial para el club la sanción”, lamentó Bastías.

Una de las principales razones para dejar el cargo se relaciona con la cantidad de horas que demanda. “Estos cuatro meses y medio que estuve me dediqué 100% al club, con reuniones todos los días además de los partidos. Yo tengo que trabajar, necesito el mango como todos. Cuando esté jubilado y tenga más tiempo será distinto. A mí me pudo más la pasión”, reflexionó.

“Todo el mundo critica, especialmente en las redes sociales. Les pegan a la dirigencia y en la mayoría de los casos lo hacen sin saber. Tampoco dejan su tiempo al club para ayudar con algo. Las puertas siempre están abiertas para el que se quiera acercar”, agregó.

Luego de un año difícil, Cipolletti deberá barajar y dar de nuevo para volver a los primeros planos en el Federal A. La temporada 2023 ya se empezará a jugar con la conformación de la nueva subcomisión de fútbol y la elección del entrenador.