«Licencias docentes, ¿uso o abuso?»
Recientemente se ha producido, por la parte gubernamental, un renovado y elevado interés sobre las licencias de los docentes de Río Negro porque apuesta a la desaparición de estos derechos adquiridos (nota «Río Negro no logra reducir las licencias docentes», 24/1/08). Ahora, con tal de imponer el presentismo, se argumenta con la laxitud del régimen de licencias que conlleva un elevado costo al sistema educativo. En la década de los '90 se perdieron derechos de los docentes con fundamentos variados, desde los discursos neoliberales.
El actual régimen de licencia es un acuerdo paritario entre el gobierno (Verani, en aquel tiempo) y la Unter del año 1998, por medio de la resolución Nº 233, donde caducaron y se perdieron algunos derechos.
Es por ello que se han de realizar algunas aclaraciones para discutir»la reducción de licencias» con fundamentos:
1) El trabajo docente es el único, o uno de los únicos, donde la presencia es fundamental, esencial, para el desarrollo de la actividad enseñanza-aprendizaje en el sector público.
2) El trabajo es desarrollado por una mayoría de sexo femenino, lo que hace que la licencia por maternidad sea la más utilizada habitualmente.
3) Las licencias por parte del docente de dos días no son suplidas por ninguna persona, recargando la tarea en otro docente o secretario. Las de más días son las que interesan porque generan costos adicionales en el gobierno.
4) El hecho de que un docente esté de licencia no implica que se pague dos veces por la misma función. Unas son licencias con goce de haberes (maternidad, matrimonio, accidente de trabajo) y otras son licencias sin goce de haberes (por un mes o el año.)
5) Es habitual que los docentes tomen licencias por cargo político, integrando la misma estructura de Educación o desempeñando actividades en otro sector público. En este último caso, el origen de la licencia es ajeno al sistema educativo; esto no conlleva la percepción de los haberes pero se los agrega numéricamente en general.
6) Los docentes titulares pueden pedir traslado a otra escuela en la misma localidad o en otra, lo que genera movimientos de personal, nombrando un suplente hasta el primero o segundo movimiento de traslado en los meses de febrero o agosto. También ocurre que, cuando se permuta un cargo con otra jurisdicción provincial y el docente de otra provincia no toma posesión del cargo en el tiempo estipulado, la institución se ve en la necesidad de cubrir el cargo para que el alumnado no pierda días de clase.
7) El docente que asciende en el escalafón jerárquico o asume una secretaría produce una vacante a ser llenada por interinos o suplentes.
8) Las inasistencias por razones particulares son seis en el año, fraccionadas en un máximo de dos por mes. El reemplazante es la secretaria u otro personal docente de la escuela.
9) Las licencias por enfermedad se desglosan en dos, según sea la gravedad: las de corta y las de larga duración. Es en estas últimas donde se producen licencias con suplentes. Las Juntas Médicas zonales ejercen control y seguimiento de las licencias por enfermedad.
Conclusión: las suplencias están relacionadas con la propia actividad de los docentes, con sus características. Por ello es que se evidencia una aviesa intención al proporcionar cifras abultadas de las mismas para predisponer negativamente a la opinión pública.
Se suele citar un caso o más donde el docente abusa de las licencias para argumentar que todos abusan de ellas. Argumento no válido por su generalización, porque arrastra y concluye en la injusticia. La cantidad minoritaria de estos casos no justifica la desaparición de los derechos; sí habría que establecer controles con mecanismos democráticos.
Habría que observar que hay provincias donde se paga un adicional por presentismo y tienen también el mayor porcentaje de licencias, como Tierra del Fuego y Santa Cruz. Hay que recordar que el presentismo es una suma en negro que, por otra parte, no aporta al sistema previsional. No habría que olvidar, en todo caso, el hecho de que tener un salario paupérrimo produce que muchos de los docentes busquen trabajos en otras actividades privadas, renunciado a los cargos y horas totales, sean estos titulares, interinos o suplentes.
Todavía existen individuos que quieren implementar las lógicas económicas que imperaron en la Argentina durante los gobiernos de Menem y De la Rúa: reducir los costos con mecanismos coercitivos.
Juan José Leo Basanta
profesor de Enseñanza Primaria
DNI 17.594.977 – Bariloche
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