Gran Bretaña se aferra al interés de los isleños
REDACCIÓN (AFP/BBC/).- El gobierno de Gran Bretaña ha tomado con una cuidada indiferencia la medida argentina que restringe la navegación hacia las islas Malvinas en represalia por las exploraciones petroleras unilaterales, aunque la prensa local no tardó en revelar supuestos refuerzos militares en la zona del archipiélago. Para los expertos, el incidente por las islas Malvinas no pasará de un fuego cruzado de comunicados y acciones diplomáticas entre Londres y Buenos Aires “No veo que la retórica pueda degenerar en otro conflicto”, aseguró Michael Codner, director de ciencias militares en el Instituto Rusi de Londres. ¿La razón? “Londres, que tenía en 1982 un puñado de marines en las Falklands (nombre británico de las Malvinas), dispone hoy de una presencia mucho más importante con una guarnición y una fuerza disuasiva en tierra, mar y aire”, agregó. Y cuando el vicecanciller argentino Victorio Taccetti denuncia la decisión “unilateral e ilegítima” británica de explotar recursos naturales argentinos, precisa que defenderá su causa “por medios pacíficos” ante la ONU. “Lo bélico está excluido de nuestro horizonte”, insistió Taccetti . Y cuando el Foreign Office británico afirma el carácter inalienable de la soberanía británica sobre las islas desde 1833 y reivindica la legitimidad de las perforaciones, lo hace elogiando la excelente cooperación anglo-argentina en numerosos ámbitos. En el medio, dos argumentos: los muertos ingleses en la “recuperación” (reusurpación para Argentina) del archipiélago y el deseo de los “kelpers”, como se les dice a los habitantes de las islas, de permanecer en el Reino Unido. Esta tesis del derecho de los isleños a la “autodeterminación” por sobre el reclamo de soberanía histórica hecho por la Argentina tuvo hace poco un fuerte antecedente con la independencia de Kosovo de Serbia, hace ya dos años, por decisión de sus habitantes. Esta controvertida medida sólo ha sido reconocida por 65 de los 192 Estados de la ONU, ya que muchos países temen un “efecto dominó”. Este punto fue destacado por el encargado de Europa y América Latina de la cancillería británica, Chris Bryant, en una entrevista con BBC. “No tenemos ninguna duda sobre nuestra soberanía. Nosotros creemos en la autodeterminación de los isleños para decidir su futuro. Ellos quieren ser británicos”, dijo Bryant. En ese sentido el respaldo diplomático a la posición argentina en la cumbre de América Latina y el Caribe en la Argentina no “preocupa” a la cancillería británica. “No es la primera vez que América Latina y el Caribe apoyan la posición argentina, pero no pasa de las palabras. Cuando Hugo Chávez dice que Gran Bretaña tiene que devolver las islas a la Argentina, me acuerdo que él siempre habla de autodeterminación. Nosotros también creemos en la autodeterminación de los isleños para decidir su futuro”. Este dato es usado por el Reino Unido para explicar que reivindique la soberanía de un territorio que está a 10.000 kilómetros de distancia. En su entrevista con la BBC Bryant no vio contradicción alguna. “Yo soy galés. No inglés, pero sí británico. Muchos galeses vinieron de Francia en el siglo XI. Ese debate histórico no significa mucho”. Y está lo económico. Según la Sociedad Geológica Británica, las reservas en torno a las Malvinas podrían alcanzar los 60.000 millones de barriles o el equivalente del yacimiento del mar del Norte, que contribuyó a 25 años de prosperidad en el Reino Unido. (Ver infografía)
Los kelpers reciben numerosos beneficios de Londres desde la posguerra.
REDACCIÓN (AFP/BBC/).- El gobierno de Gran Bretaña ha tomado con una cuidada indiferencia la medida argentina que restringe la navegación hacia las islas Malvinas en represalia por las exploraciones petroleras unilaterales, aunque la prensa local no tardó en revelar supuestos refuerzos militares en la zona del archipiélago. Para los expertos, el incidente por las islas Malvinas no pasará de un fuego cruzado de comunicados y acciones diplomáticas entre Londres y Buenos Aires “No veo que la retórica pueda degenerar en otro conflicto”, aseguró Michael Codner, director de ciencias militares en el Instituto Rusi de Londres. ¿La razón? “Londres, que tenía en 1982 un puñado de marines en las Falklands (nombre británico de las Malvinas), dispone hoy de una presencia mucho más importante con una guarnición y una fuerza disuasiva en tierra, mar y aire”, agregó. Y cuando el vicecanciller argentino Victorio Taccetti denuncia la decisión “unilateral e ilegítima” británica de explotar recursos naturales argentinos, precisa que defenderá su causa “por medios pacíficos” ante la ONU. “Lo bélico está excluido de nuestro horizonte”, insistió Taccetti . Y cuando el Foreign Office británico afirma el carácter inalienable de la soberanía británica sobre las islas desde 1833 y reivindica la legitimidad de las perforaciones, lo hace elogiando la excelente cooperación anglo-argentina en numerosos ámbitos. En el medio, dos argumentos: los muertos ingleses en la “recuperación” (reusurpación para Argentina) del archipiélago y el deseo de los “kelpers”, como se les dice a los habitantes de las islas, de permanecer en el Reino Unido. Esta tesis del derecho de los isleños a la “autodeterminación” por sobre el reclamo de soberanía histórica hecho por la Argentina tuvo hace poco un fuerte antecedente con la independencia de Kosovo de Serbia, hace ya dos años, por decisión de sus habitantes. Esta controvertida medida sólo ha sido reconocida por 65 de los 192 Estados de la ONU, ya que muchos países temen un “efecto dominó”. Este punto fue destacado por el encargado de Europa y América Latina de la cancillería británica, Chris Bryant, en una entrevista con BBC. “No tenemos ninguna duda sobre nuestra soberanía. Nosotros creemos en la autodeterminación de los isleños para decidir su futuro. Ellos quieren ser británicos”, dijo Bryant. En ese sentido el respaldo diplomático a la posición argentina en la cumbre de América Latina y el Caribe en la Argentina no “preocupa” a la cancillería británica. “No es la primera vez que América Latina y el Caribe apoyan la posición argentina, pero no pasa de las palabras. Cuando Hugo Chávez dice que Gran Bretaña tiene que devolver las islas a la Argentina, me acuerdo que él siempre habla de autodeterminación. Nosotros también creemos en la autodeterminación de los isleños para decidir su futuro”. Este dato es usado por el Reino Unido para explicar que reivindique la soberanía de un territorio que está a 10.000 kilómetros de distancia. En su entrevista con la BBC Bryant no vio contradicción alguna. “Yo soy galés. No inglés, pero sí británico. Muchos galeses vinieron de Francia en el siglo XI. Ese debate histórico no significa mucho”. Y está lo económico. Según la Sociedad Geológica Británica, las reservas en torno a las Malvinas podrían alcanzar los 60.000 millones de barriles o el equivalente del yacimiento del mar del Norte, que contribuyó a 25 años de prosperidad en el Reino Unido. (Ver infografía)
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