Obama: reforma de salud, con o sin republicanos

El presidente dijo que no esperará otro año para aprobar la normativa.

AP

WASHINGTON (AP/AFP) _ El presidente Barack Obama pidió ayer a los republicanos que hagan un “examen de conciencia’’ para definir cuáles ideas pueden aceptar a fin de extender el seguro de salud a los 30 millones de estadounidenses que carecen de éste, pero adelantó que el tema no puede seguir estancado.

La histórica “cumbre” bipartidaria convocada por Obama para debatir la reforma del sistema estuvo marcada por el mismo tono de discusiones y por muy pocos acuerdos, con críticas a la iniciativa demócrata y una insistente exigencia republicana de “volver a empezar” de cero el proyecto de ley.

En el cierre de una reunión extraordinaria de un día sobre la reforma de salud, con legisladores republicanos y demócratas, Obama dijo que no hay tiempo para otro año de debate sobre el tema.

Los republicanos han insistido en que se desechen las propuestas demócratas y se comience de nuevo.

Obama advirtió que si no puede resolver las diferencias con los republicanos sobre el tema de ampliar la cobertura del seguro médico, tendrá que seguir adelante sin sus opositores. “No podemos tener otro debate de todo un año sobre esto’’, expresó Obama al terminar una discusión maratoniana de siete horas y media sobre su reforma al sistema público de salud que fue transmitida en directo por televisión. La aprobación de una versión del proyecto de ley sobre la reforma, que los republicanos han logrado bloquear hasta ahora pese a una firme mayoría demócratas en el Congreso, es también crucial para el futuro político del presidente y de su partido con miras a los comicios legislativos de noviembre.

En juego está el proyecto legislativo de los demócratas para dar cobertura médica a más de 30 millones de estadounidenses que no tienen seguro.

Según encuestas de opinión, los estadounidenses quieren que sus autoridades solucionen el problema de los elevados costos médicos para facilitar el acceso a la cobertura y terminar un servicio de calidad desigual. Pero la población está dividida sobre la reforma de los demócratas, que tiene un costo de 1 billón de dólares en 10 años y numerosas disposiciones complejas.

La Cámara de Representantes y el Senado federales aprobaron sendos proyectos de ley el año pasado. Pero antes de que las dos versiones pudieran ser conciliadas, los republicanos ganaron un escaño senatorial por Massachusetts, que costó a los demócratas su supermayoría de 60 votos que habría superado el bloqueo republicano.

Pese a la pérdida de la supermayoría, los demócratas todavía pueden aprobar una legislación sobre el sistema público de salud mediante normas especiales que exigen únicamente una mayoría simple. Después de los abrazos y apretones de mano, Obama declaró que aunque se concentre en propulsar el crecimiento económico, deben atender “uno de los lastres más grandes de nuestra economía’’. Obama dijo que “todos comprenden que el problema no se está resolviendo, se está agravando’’.

Los legisladores republicanos insistieron ayer en que el debate debe comenzar “desde cero” en el nuevo parlamento.


AP

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