En medio de arrestos y bajo sitio militar enterraron a disidente cubano

LA HABANA (DPA)- El opositor cubano Orlando Zapata Tamayo fue enterrado ayer en medio de fuertes medidas de seguridad y la detención, según fuentes opositoras, de al menos 50 disidentes, mientras continuaban las críticas al gobierno del presidente Raúl Castro por la muerte del preso tras 83 días de huelga de hambre. La Iglesia católica cubana calificó de “tragedia” la muerte del albañil de 42 años y dijo haber solicitado “en varias ocasiones” visitarlo, sin que se lo permitieran. Por su parte, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, jefe de turno de la Unión Europea (UE), exigieron la liberación de los opositores presos. Zapata murió el martes tras mantener desde el 3 de diciembre un ayuno de alimentos en protesta por los “malos tratos carcelarios”. Se encontraba preso desde marzo de 2003, cuando fue arrestado en una ola de detenciones que acabó con 75 disidentes entre rejas. El entierro se produjo a primeras horas de la mañana en su Balnes natal, 800 kilómetros al este de La Habana. Según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), formada por opositores, entre los asistentes se encontraban familiares y amigos, además de una decena de disidentes. El portavoz de la CCDHRN, Elizardo Sánchez, dijo que el funeral se celebró dentro de un “gran cerco policial”, después de que la pequeña localidad estuviera ya “ocupada” por las fuerzas de seguridad en los lugares públicos. Sánchez aseguró que “más del 90 %” de los disidentes que pretendían asistir no pudieron hacerlo por haber sido detenidos o encontrarse recluidos en sus casas. El cortejo estuvo encabezado por la madre del fallecido, Reina Luisa Tamayo, quien acusó ayer al gobierno de Castro de “asesinato premeditado” y aseguró que su hijo fue torturado.


LA HABANA (DPA)- El opositor cubano Orlando Zapata Tamayo fue enterrado ayer en medio de fuertes medidas de seguridad y la detención, según fuentes opositoras, de al menos 50 disidentes, mientras continuaban las críticas al gobierno del presidente Raúl Castro por la muerte del preso tras 83 días de huelga de hambre. La Iglesia católica cubana calificó de “tragedia” la muerte del albañil de 42 años y dijo haber solicitado “en varias ocasiones” visitarlo, sin que se lo permitieran. Por su parte, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, jefe de turno de la Unión Europea (UE), exigieron la liberación de los opositores presos. Zapata murió el martes tras mantener desde el 3 de diciembre un ayuno de alimentos en protesta por los “malos tratos carcelarios”. Se encontraba preso desde marzo de 2003, cuando fue arrestado en una ola de detenciones que acabó con 75 disidentes entre rejas. El entierro se produjo a primeras horas de la mañana en su Balnes natal, 800 kilómetros al este de La Habana. Según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), formada por opositores, entre los asistentes se encontraban familiares y amigos, además de una decena de disidentes. El portavoz de la CCDHRN, Elizardo Sánchez, dijo que el funeral se celebró dentro de un “gran cerco policial”, después de que la pequeña localidad estuviera ya “ocupada” por las fuerzas de seguridad en los lugares públicos. Sánchez aseguró que “más del 90 %” de los disidentes que pretendían asistir no pudieron hacerlo por haber sido detenidos o encontrarse recluidos en sus casas. El cortejo estuvo encabezado por la madre del fallecido, Reina Luisa Tamayo, quien acusó ayer al gobierno de Castro de “asesinato premeditado” y aseguró que su hijo fue torturado.

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