Cuatro falsas alarmas, prueba del temor general
Miguel Gambera
CIPOLLETTI (AC).- La ciudad permanece en estado de alerta. Ayer cuatro falsas alarmas sembraron el pánico en algunos barrios. Los bomberos trabajaron arduamente hasta que se desestimó la presencia de explosivos. Una bolsa que contenía botellas de vidrios y algunas cajas con residuos debieron ser detonadas ante la amenaza de bomba. En la mañana de ayer, una persona que se dirigía a su trabajo advirtió una bolsa de plástico que contenía una inscripción. En el papel se leía “botellas de vidrio”. Como no estaba en ningún cesto de basura, la presencia de este elemento generó intranquilidad entre los vecinos del barrio. El cuerpo de bomberos voluntarios fue convocado a la zona y de inmediato se desalojó toda la cuadra. Los residuos estaban casi en la esquina de calles Uruguay y Esmeralda. Según fuentes policiales que también acudieron al lugar, a simple vista se veían botellas pero se desconfiaba de lo podría haber en su interior. Ante la duda, se hizo explotar la bolsa con un detonador que utilizan los bomberos voluntarios. “Solo fue un susto para todos los vecinos de la cuadra, muchos todavía estábamos durmiendo y tuvimos que salir de nuestras casas”, dijo una mujer del barrio. Otro vecino agregó que eran las 8 y todavía estaba de noche, “hacía mucho frío a esa hora como para esperar en la calle que los efectivos hagan su trabajo. La comunidad tiene que colaborar y prestar más atención cuando saca los residuos”, dijo. Después, casi al mediodía, en Don Bosco y Colón también se debió detonar una caja que contenía dudosos residuos en su interior. La historia fue la misma. Las mujeres que preparaban el almuerzo debieron abandonar sus cocinas y permanecer en la otra cuadra mientras los bomberos desestimaban la falsa alarma.
Miguel Gambera
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