Antecedentes de la Cámara
BUENOS AIRES (ABA) . – Si se tratara de un Prode los principales referentes macristas hubiera acertado el resultado, pero jamás que se iba a producir una “goleada”. Es que lo más sorpresivo para el macrismo fue la unanimidad de los tres jueces de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional que confirmó el procesamiento dictado por el juez Norberto Oyarbide contra el jefe de Gobierno porteño en la causa de “las escuchas”. En el entorno de Macri no dudaban que Eduardo Farah iba a confirmar la medida de Oyarbide, pero preveían que Jorge Ballestero o Eduardo Freiler tendrían otra postura. Los antecedentes más recientes de la Sala I fueron haberle rechazado (en fallo dividido) al ministro de Seguridad porteño Guillermo Montenegro su recusación contra el propio Oyarbide y, en otra causa, haberle desestimado al ex presidente del Banco Central, Martín Redrado, una denuncia cuando la Policía Federal le negó el acceso a la institución que conducía. La última decisión de la misma Cámara –que en gran medida anticipó lo ocurrido ayer– fue el rechazo de la recusación de Macri contra Oyarbide para apartarlo de la causa. Individualmente para llegar al Tribunal de Alzada sus integrantes tenían conocidos antecedentes. Freiler fue fiscal en el caso de las coimas en el Senado, Ballestero instruyó durante el menemismo causas como la de la “mafia del oro” y en la última campaña porteña citó a indagatoria a Jorge Telerman (justamente el antecesor de Macri) a raíz de una denuncia de Alberto Fernández por utilizar un título de licenciado del que carecía. En el caso de Farah tiene fuertes vínculos con el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini y el ministro Julio De Vido. Se cita como una de sus decisiones recientes –firmada junto a Freiler– haber anulado una prueba sustancial en el caso Skanka.
CONTEXTO
BUENOS AIRES (ABA) . - Si se tratara de un Prode los principales referentes macristas hubiera acertado el resultado, pero jamás que se iba a producir una “goleada”. Es que lo más sorpresivo para el macrismo fue la unanimidad de los tres jueces de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional que confirmó el procesamiento dictado por el juez Norberto Oyarbide contra el jefe de Gobierno porteño en la causa de “las escuchas”. En el entorno de Macri no dudaban que Eduardo Farah iba a confirmar la medida de Oyarbide, pero preveían que Jorge Ballestero o Eduardo Freiler tendrían otra postura. Los antecedentes más recientes de la Sala I fueron haberle rechazado (en fallo dividido) al ministro de Seguridad porteño Guillermo Montenegro su recusación contra el propio Oyarbide y, en otra causa, haberle desestimado al ex presidente del Banco Central, Martín Redrado, una denuncia cuando la Policía Federal le negó el acceso a la institución que conducía. La última decisión de la misma Cámara –que en gran medida anticipó lo ocurrido ayer– fue el rechazo de la recusación de Macri contra Oyarbide para apartarlo de la causa. Individualmente para llegar al Tribunal de Alzada sus integrantes tenían conocidos antecedentes. Freiler fue fiscal en el caso de las coimas en el Senado, Ballestero instruyó durante el menemismo causas como la de la “mafia del oro” y en la última campaña porteña citó a indagatoria a Jorge Telerman (justamente el antecesor de Macri) a raíz de una denuncia de Alberto Fernández por utilizar un título de licenciado del que carecía. En el caso de Farah tiene fuertes vínculos con el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini y el ministro Julio De Vido. Se cita como una de sus decisiones recientes –firmada junto a Freiler– haber anulado una prueba sustancial en el caso Skanka.
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