“Queremos cambiar la política deportiva en Argentina”

Logró modificar las históricas reglas imperantes en el COA y crear una ley nacional que genera recursos para los atletas. Pregona para que el deporte vuelva a los colegios primarios y lograr de esta manera una juventud más sana.

Toncek Arko

entrevista:

La filosofía de gestión de Gerardo Werthein (54 años), presidente de Telecom Argentina y del Comité Olímpico Argentino (COA), parece simple: “Yo creo, casi religiosamente, que la integración y el consenso, la apertura y la pluralidad son ejes centrales para tener una gestión exitosa”, explicó en el marco de la 31ª sesión anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, celebrada en Bariloche. Sus palabras, que compartió con Agustín Pichot, Juan Curuchet y Carlos Retegui, fueron las más aplaudidas del congreso.

–¿Por qué ingresó a la política deportiva argentina?

–Asistí a los Juegos Olímpicos de Atenas (2004), donde participó mi hijo, y comprobé que las cosas no estaban bien. Se requerían cambios y me propuse trabajar para lograrlos. Luego ingresé al COA, estuve cuatro años en el llano para interiorizarme de cómo se manejaban las cosas y luego participé de la organización del viaje a Beijing (2008), donde comenzó a cambiar la filosofía histórica que rigió el deporte olímpico argentino. En el deporte el protagonista debe ser el atleta, no el dirigente. Lo que Argentina tuvo como organización y logística en Beijing debe ser el punto de referencia para Londres 2012. Logramos romper con los compartimentos estancos tradicionales en nuestros deportes y posibilitamos que los atletas tuvieran lo que necesitaban para competir.

–Lo que siempre se necesita son recursos…

–Sí, pero bien orientados. Nosotros no buscamos un sponsor que ponga lo que quiera sino que primero consultamos a los atletas qué necesitan y luego buscamos a la empresa que lo aporte. La experiencia de Beijing salió bien y así llegamos a convencernos de que podíamos cambiar el COA, una organización muy cerrada y con un modelo de gestión bastante antiguo que en realidad no dialogaba ni interactuaba con la gente; sólo se hacía presente antes de los Juegos Olímpicos y en los Panamericanos, en cuyas decisiones los principales actores del deporte estaban excluidos. Las puertas del COA no estaban abiertas para los atletas, por razones que no critico; fue un modelo de gestión diferente.

–¿Cómo planificaron el cambio?

–Nosotros creímos que era necesario tener una organización plural, abierta, dialoguista, integrada, que consensuara los temas y se reuniera con los verdaderos actores, que son los deportistas. Escucharlos y pensar qué hacer para que las cosas mejoren. Tuvimos muchas reuniones con la mayoría de los deportes para poder diseñar un nuevo modelo de gestión. Todo ese plan se realizó de común acuerdo con los atletas y los entrenadores. Asimismo, nos pareció serio escribirlo y firmarlo, para garantizar qué haríamos durante nuestra gestión. Ganamos las elecciones y asumimos el 15 de octubre de 2009.

–¿Qué evaluación hace del primer año de gestión?

–Reconozco que las cosas sucedieron mucho más rápido de lo esperado. En primer término, logramos generar una fuente de financiamiento permanente para el deporte, que fuera constante, automática e intangible y que garantizara su independencia. Preparamos el proyecto de ley para el Ente Nacional de Alto Rendimiento (Enard) y lo presentamos al Congreso. La iniciativa se aprobó y para mí marca un cambio histórico, ya que por primera vez se disponen recursos directos, con lo que se termina la historia de incertidumbre y falta de medios que impidió que tuviéramos mayores éxitos deportivos. Siempre nuestros logros fueron producto de esfuerzos individuales.

–¿Cómo funciona el Enard?

–El Enard es uno de los pilares básicos de nuestro proyecto y se financia con el 1% de los consumos de la telefonía celular. Recauda alrededor de 9 millones de pesos por mes; algo así como 25 millones de dólares por año. Parece una cifra importante, pero les recuerdo que Colombia tiene 250 millones anuales, Brasil 200 y Venezuela 350, y no voy a detallar lo que destinan al deporte las grandes potencias. Esto significa que estamos mucho mejor que antes, pero lejos de la vanguardia. No obstante, el Enard tiene recursos previsibles y que le ingresan en forma periódica. Los recursos son para los atletas y esto permitió que en el último año generáramos alrededor de 1.000 becas, no sólo en atletas de alto rendimiento sino en jóvenes de 14 y 15 años, que denominamos futuras promesas. Es la primera señal concreta para los jóvenes de que nos representarán en los juegos olímpicos de Río de Janeiro 2016. Queremos instaurar la igualdad en el deporte, para que a idénticas aptitudes exista el mismo apoyo. Es un proyecto a largo plazo y muchos resultados se verán después de nuestra gestión.

–¿Cuáles fueron las principales necesidades que le plantearon los deportistas?

–La más importante fue generar los medios para posibilitar una adecuada preparación con la suficiente antelación, para mejorar los magros presupuestos históricos. Allí nació el proyecto Enard. Asimismo, los entrenadores y deportistas pidieron ser escuchados para sentirse parte del proyecto. (Recordó que ninguno de los atletas argentinos que viajó a Beijing tenía cobertura médica y tampoco obra social. Bajo su gestión se realizó una licitación pública para que todos los atletas de alto rendimiento y los jóvenes becados estén cubiertos con una prepaga médica, algo tan normal como tener los elementos para practicar el deporte)

–¿Cuáles son los objetivos a mediano plazo?

–En el modelo de país que nosotros queremos construir nuestra imagen internacional es un pilar fundamental. Y para ello el deporte es un muy buen camino. Necesitamos restablecer los valores en la sociedad, y creo que el deporte es uno de los caminos. Queremos que los atletas de elite puedan participar en igualdad de condiciones con sus rivales. Juan Curuchet es un buen ejemplo. Participó en seis olimpíadas y recién en la última logró la medalla de oro. Él afirma que su diferencia con otros atletas no fue física: fue generalmente económica. Nunca logró disponer de los recursos para entrenarse y competir a la par de sus rivales, ya que no podía viajar ni competir en el exterior a la par de quienes serían sus contrincantes. Esto va a cambiar. Para ello ya creamos un fideicomiso para los próximos Juegos Panamericanos 2011 y otro para Londres 2012, con el fin de tener los recursos necesarios que permitan una correcta participación. Asimismo, por primera vez convocamos a todos los entrenadores y les pedimos que presentaran sus propuestas de apoyo, para trabajar en función de esas necesidades. Los atletas podrán hacer las giras previas y entrenarse a la par de sus rivales. Si un argentino no gana será porque el rival es mejor, no porque no tenía los medios.

–¿Cómo vislumbra la reunión del COI en Buenos Aires 2013?

–La sesión de Buenos Aires será una de las más importantes que se hayan realizado, pues no sólo se va a elegir una sede para los juegos olímpicos sino que también se elegirá al nuevo presidente del COI. Van a venir más de 205 países, varios jefes de Estado y unos 3.000 periodistas. Estos anuncios tendrán una repercusión importante en el mundo, que nos estará mirando.

Werthein es optimista en que contará con el apoyo necesario y también confirma que trabaja en conjunto con la Secretaría de Deportes. Recordó cómo ganaron la sede, en Canadá, ante la ciudad de Kuala Lumpur. Fue una gestión en que Mauricio Macri y Cristina Kirchner estuvieron juntos y trabajaron codo a codo para que el resultado fuera positivo. No en vano Werthein pregona: “Solos vamos más rápido, pero juntos vamos más lejos”.

toncek arko

aagm@satlink.com.ar


Toncek Arko

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