Los Musis de Prófica de Neuquén: música libre para infancias «en pata»
El grupo de Neuquén con 23 años de trayectoria, marcan un hito en la canción infantil local. Encontraron en el convivir con “alumnitos” de jardín, la manera de hacer rock, divertirse y enseñar a ser seres musicales.
La función está a nada de comenzar. Una más de las tantas después de 23 años de gastar escenarios, pero no es una cualquiera. Detrás de escena están ellos frente a un perchero repleto de trajes, de personas que vienen y van coordinando los instantes finales antes de entrar a escena. El escenario es la ciudad de Neuquén, su lugar en la música.
Todo está listo y frente a una sala con localidades agotadas salen los Musis de Prófica. Son Leo, Gustavo, Sebastián y Joaquín, cuatro amigos, músicos y docentes que a través de un proyecto pedagógico en jardines del oeste de la ciudad de Neuquén, encontraron un camino para mostrar su arte, pero sobre todo para ampliar el universo lúdico y musical de las infancias.
Allí vieron una necesidad, una carencia y sin pensar actuaron en consecuencia. Corría el 2002, estos cuatro talentos locos daban clases y se sumaron a un proyecto institucional que se complementada con las clases formales.
“Empezamos a trabajar y nos dimos cuenta que nuestros estudiantes nunca habían visto un show en vivo o nunca habían visto una banda haciendo música para ellos. Capaz que habían ido a ver un grupo con sus papás, pero nadie con quien pudieran sentirse identificados”, recordó Leo Nebbia, uno de los Musis. Fue uno de los disparadores.
Armaron la propuesta y la llevaron a la acción , un año les demandó organizar el qué y el cómo. Cuando todo estaba medianamente armado salieron de “gira” por el oeste de la ciudad. Ya eran los Musis de Prófica y su impronta artística llamó la atención también en los estrados más altos de la educación neuquina. Fueron declarados de “Interés Educativo Provincial” por el ministerio de Neuquén. El reconocimiento fue un mimo al alma y a su esfuerzo. Pero nada quedaría ahí. El proyecto “extraaúlico” llegaba a su fin, pero estos cuatro músicos y profesores sintieron que nada iba a terminar en ese lugar. Sin duda la intuición los ayudó.
“Crecimos y nos divertimos mucho y nos pareció que era una herramienta copada que no podía quedar ahí. Queríamos hacer otra cosa más grande. Pero sabíamos que si para las clases era muy difícil conseguir material porque estamos hablando de la era preYoutube , tal vez todo iba a ser más complejo aún”, confesó el dueño del saxo, la flauta traversa y el bombo de la banda.

Pero la oportunidad inicial llego. Al año siguiente recibieron una invitación para participar de un festival de música infantil que se realizó en el teatro San Martín de Buenos Aires, organizado por el Movimiento de Música Infantil de Argentina (Momusi). Y allí fueron y les fue tan bien que fueron invitados a un nuevo encuentro.
Mientras disfrutaban de su estadía en Buenos Aires, recibieron la propuesta para participar de otro encuentro internacional que se llevó a cabo en Uruguay. Allí fueron. Un año después, les propusieron sumarse al Movimiento de la Canción Infantil Latinoamericana y de el Caribe y no lo dudaron.
“Empezamos a conocer qué estaba pasando con la música infantil en otras partes de América Latina y eso nos abrió la cabeza de una manera increíble”, aseguró Leo. Les inyectó adrenalina y se abocaron de lleno a componer y armar un repertorio de canciones propias. Antes hacían cover con impronta propia, pero no le tuvieron miedo al nuevo desafío.
Jugaron con ritmos de los más variados y utilizaron las potenciales de Leo que además viene “del palo” de teatro para configurar su propio estilo. “La idea fue cantar, actuar y trabajar desde el humor”, dijo el músico. Pero aclaró que no es una obra musical. “Siempre decimos que usamos la música para actuar y para jugar con humor y darle un espacio a la improvisación. Siempre hay un ida y vuelta con el público. Nos damos ese espacio de libertad para que se generen nuevas cosas en vivo”, agregó.

La primer parte ya estaba definida, después de eso quedaba alinear ritmos y letras. Y en eso se pusieron rápidamente de acuerdo. “No tratamos de maquillar la música para que sea para las infancias. No hacemos un rock, un funk o un candombe para las infancias, Hacemos un rock que nos guste a nosotros en principio. Que sea una canción que nosotros escucharíamos”, dijo Leo.
Y en cuanto a las temáticas, el laburo va un poco más allá. “Buscamos temáticas que tengan que ver con las infancias y en eso nos basamos en el contacto diario que por nuestra práctica docente tenemos con las niñas y niños. Es aprender por dónde pasa ese universo infantil”, agregó.
Por donde va esa canción
Nebbia consideró que los gustos y las costumbres de comunicación cambiaron mucho durante los últimos años, “pero lo que si se mantiene hoy y desde hace 200 años es la curiosidad y las ganas de la constante sorpresa de los chicos de este nuevo que les va apareciendo y sobre todo las ganas de jugar”.
El profe y musis consideró que las plataformas pueden cambiar, pero la relación de las infancias con el juego es “fuertísima”. Y acá los Musis de Prófica meten en la escena a los adultos.
“Buscamos un espacio de juego que sea compartido con las familias. En nuestros shows también pensamos en los adultos porque los chicos no van solos. Queremos que la experiencia sea un momento compartido con padres, tíos, madrinas, hermanos mayores . Y por eso hay guiños para los adultos que alguna vez fueron chicos. Les hacemos recordar un poco eso. La constante es la curiosidad y las ganas de jugar”, sentenció el músico.
Los temas están disponibles en las plataformas digitales y la variedad es muy amplia. No vamos a adelantar nada, porque lo que de verdad vale es verlos en escena. Algo sí podemos decir, su extenso repertorio va desde una canción que invita a “cazar un león”, pero uno de los Musis llora porque no quiere “matar a un animal”. Pero la propuesta va por otro lado: no es con z ni es s para que encuentre una esposa. Es una excursión divertida a sacarle fotos a esos felinos enormes , hasta “todo el tiempo con la pantallita” o regresar a la escuela con “Que me pongan un diez”, una manera divertida de encontrar el valor de estar en el proceso de aprendizaje sin necesidad de que la cucarda sea un número.
Así con tres discos ya editados y nuevo material para un disco nuevo, los Musis vienen construyendo una historia de dos décadas de éxitos infalibles. ¿Cual es el secreto? No es un secreto. Tampoco es magia, es talento y empatía y otras cositas.

A las funciones de estos profes de música o Musis de Prófica llegan niños y niñas y también adultos que alguna vez los vieron siendo “purretes” con sus hijos o solos. El tiempo paso, pero la música siempre está intacta.
“Eso es muy loco, es muy genial. Van pasando padres e hijos e hijas. Algunos adultos que se acercan a las salas a ver las funciones nos cuentan que nos escucharon y vieron de pequeños y que ahora sus hijos que son adolescentes ya no les copa pero ellos viene igual porque encuentran un momento para escuchar música que los sigue divirtiendo y para pasar un buen momento”, aseguró Nebbia.
Los Musis encaran sus show con un atuendo sencillo pero con un elemento infaltable: una capa de superhéroes, sin brillos ni destellos. ¿Son azules o rojas, colores que en las calles o negocios de la ciudad, son su carta de identificación, aún cuando no la traigan puestas.
“Es muy común ir caminando por la calle, incluso cuando salimos de clases que nos reconozcan, nos queden mirando y nos digan ‘A vos yo te conozco’, ‘Vos sos el Musis’”, contó Leo.
“Nunca pensamos que esta banda nos iba a dar tantas satisfacciones, desde lo artístico, desde lo humano y desde las posibilidades que tuvimos de llevar nuestros shows a otros lugares”, recordó. Tampoco nunca imaginaron que podrían llegar a jugar con el gran Luis Pescetti, en una canción que se incluyó a uno de sus discos.
“Si yo no fui o yo no soy, ya no me culpen por favor”, aunque de muchas esas cosas somos todos culpables. Eso son los Musis. Canciones salidas de entrecasa, de la vida de todos los días y de las cosas que ponen a los papis “al borde de un ataque de nervios”. Salvo que vengan al teatro a cantarlas.
«Una más y no jodemos más» o sí
El pasado fin de semana, Los Musis de Prófica estuvieron brindando funciones a sala llena en Deriva Teatro.
En esa oportunidad se animaron a algo más: armaron una “big bang”. Subieron como músicos invitados a cuatro artistas de amplia trayectoria.
Fue una experiencia a la que había que animare. Todo saldría bien porque entre ellos había química y empatía, pero sería el público el que daría el veredicto final. Y no fallaron. Para el segundo día sumaron una nueva función por entradas agotadas. Esta vez estuvieron los cuatro solitos y nuevamente la sala estuvo desbordada.
Pero a no desanimarse quienes quiera ver y escuchar a los Musis. Hoy, a partir de las 17, estos cuatro profes estarán haciendo de las suyas en la Casa de la Cultura de Roca, ubicada en calle 9 de julio 1.043.
Las entradas se pueden adquirir en la boletería de la sala.
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