Una fiscal adjunta de Cipolletti dio el batacazo y dirigirá la Oficina Judicial Penal de Neuquén
De los 20 anotados, 8 se presentaron a rendir y sólo 4 pasaron el examen escrito. Tendrá a su cargo la conducción de todo el personal que agenda, organiza y graba los juicios.
La funcionaria reemplazará a Juan Guaita, actual juez de Garantías. Foto Matías Subat.
La Ofiju Penal de Neuquén tendrá por primera vez una directora. La fiscal adjunta de Cipolletti, Andrea Vanina Bravo, quedó primera en el orden de mérito del concurso y superó a todos los candidatos y candidatas del Poder Judicial provincial.
Su función, entre otras, será la de conducir al personal que agenda, organiza y graba las audiencias: fija la fecha, hora, sala, asigna el tribunal, cita testigos si se trata de un juicio, acompaña a los jurados populares, recibe los reclamos de las partes.
El puesto fue creado luego de la reforma del código de procedimiento, en 2014, con el fin de coordinar el trabajo administrativo. Su salario equivale al de un magistrado que hoy ronda los 6,5 millones de pesos, sin incluir ningún ítem que engorde la cuenta como la antigüedad.
En 2023 Juan Guaita renunció a la dirección de la Oficina Judicial penal y asumió como juez de Garantías de Neuquén. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) llamó a cubrir la vacante. En ese momento se anotaron diez postulantes y el concurso quedó estancado. El actual presidente, Gustavo Mazieres, consideró este año que había pasado mucho tiempo desde la publicación de la convocatoria y resolvió una reapertura del período de inscripción.
En esta segunda tanda se sumó quien finalmente resultó la ganadora.
Cruzar el puente
De los 20 que estaban en condiciones de rendir se presentaron ocho al examen escrito. Fueron la defensora adjunta de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente, Andrea Rappazzo; Carlos Fernández Carro, funcionario de la oficina de suspensión de juicio a prueba y condenas en suspenso de la defensa pública penal; Cristina Lucca, que subroga el puesto; Veridiana Vieira Sapag, subsecretaria de Planificación del Poder Judicial y Raúl Echeverría, funcionario de la Ofiju penal de Rincón de los Sauces.
Había tres postulantes más que no pertenecían al Poder Judicial de la provincia: Victoria Hernández, Francisco Castaño Calaf y Bravo.
Esta vez quienes integran el TSJ no participaron de la selección. En la mesa estuvieron: Gabriela Villalobos, directora de Asistencia a Impugnación, Manuel Fuertes, secretario de Superintendencia y Ramiro Flores, director de Gestión Humana.
La primera instancia la pasaron solamente cuatro.
Bravo quedó primera: obtuvo 8,5 en el escrito y 10 en el oral. Sapag, que ya en 2020 tuvo altas chances de ser elegida, ocupó el segundo puesto por poca diferencia (8 en el escrito y 9 en el oral).
Castaño Calaf, un abogado con experiencia en la industria energética, salió tercero (sus notas fueron 7 y 9) y Echeverría cuarto (7,25 y 7, sus calificaciones).
La fiscal, que compitió el año pasado para ser defensora en Río Negro, debe realizarse ahora el preocupacional, renunciar a su puesto en Cipolletti y cruzar el puente carretero.
Los otros dos directores que tuvo la Ofiju fueron Gastón Rosenfeld, responsable de la oficina de calidad institucional de la fiscalía, y Fernando Fuentes, fiscal jefe en el norte neuquino.
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