Chubut: los muchachos peronistas

César Salamín es intendente de El Hoyo. Fue elegido por amplia mayoría en las elecciones de 2023. Fue candidato de Juntos por el Cambio pese a su pertenencia peronista. “Me obligaban a tener avales que nunca podía juntar. Tuve que irme”, dijo. Ahora forma parte de “Despierta Chubut”, el partido del gobernador Ignacio Torres. Estuvo el sábado pasado en el lanzamiento.

Florencia Papaiani fue diputada provincial por el PJ. Y varias veces candidata, aunque con poca suerte. Candidaturas en Trelew, a senadora. Formó parte del gabinete del gabinete del fallecido gobernador Mario Das Neves. Ahora, es ministra de Desarrollo Humano del gobierno de Torres. Y anticipó que se va a “Despierta Chubut” porque no se siente contenida en el PJ. Además, es la esposa de Gustavo Mac Karthy que acaba de ser expulsado del partido del General Perón.

Jorge Seitune es intendente de Tecka. Ganó en 2023 con la boleta del peronista Arriba Chubut. Con un resultado particular. Fue el único candidato que se presentó “y perdió” ante el voto en blanco. Tecka cumplió 104 años este viernes y estuvo acompañado por el gobernador Torres, el vice Gustavo Menna y la diputada nacional Ana Clara Romero. También se pasó a “Despierta Chubut”.

Solo algunas muestras de este desmembramiento que está sufriendo el justicialismo-kirchnerismo chubutense después de tropezar con accidentadas elecciones de la conducción partidaria.

Pero si le faltaba alguna frutilla al postre se produjo esta semana cuando Juan Pablo Luque, el derrotado candidato a gobernador en 2023 anunció que irá por una banca en el Congreso Nacional en las elecciones de medio término del 26 de octubre.

Lo hizo después de un “operativo clamor” orquestado por dirigentes de la vieja guardia como el senador nacional Carlos Linares y el presidente de Chacarita Néstor Di Pierro, ahora ungido como el salvador del peronismo de Chubut pese a su cómoda residencia en el norte bonaerense.

La postulación de Luque echó por tierra la supuesta unidad que marcharía detrás del intendente de Dolavon Dante Bowen, el primero que alertó sobre alguna “trampa” de última hora. La trampa llegó. Y ahora habrá internas que se presume, no serán tan pacíficas el domingo 3 de agosto.

A todo esto, el cuerpo del PJ quedó astillado porque su columna vertebral interpretada a través de la historia por el sindicalismo optó por ser una opción por fuera de la estructura y llevará al mercantil Alfredo Béliz y a la representante de Camioneros Tatiana Goic en una boleta aparte. El primer acto lo hicieron en Puerto Madryn simulando el apoyo de los mellizos Gustavo (intendente de la ciudad) y Ricardo Sastre (exvicegobernador) quienes enseguida se despegaron de la dupla por medio del silencio. Los Sastre, último refugio del peronismo, optaron por hacer de ese silencio una estrategia de distanciamiento.

Es tanta la disociación con la realidad y con el pasado que los dirigentes del partido de la justicia social se olvidaron el 1 de julio del aniversario de la muerte del General Perón, haciendo que la fecha pasara lo antes posible. No hubo ni solicitada, ni actos como se acostumbraba en los viejos tiempos y sólo una misa en una iglesia de Trelew con entre 5 y 6 dirigentes perdidos entre los fieles que ni ese día, ni nunca se pierden la liturgia católica de la misa de las 7.

Así están las cosas. Con Torres llevando agua para su molino sin necesidad que el viento mueva las aspas y mostrando en donde y cuantas veces puede a Ana Clara y a Gustavo Menna, casi números puestos para la boleta del 26.

Y con el justicialismo peleando contra los propios fantasmas que le aparecen todo el tiempo desde aquella noche de octubre de 2023 cuando vieron que el poder de 20 años se les escapaba sin haberles avisado.

“El futuro depende de lo que hacemos en el presente”. La frase de Mahatma Gandhi define lo que puede pasar de un lado y del otro.