Bariloche: atacó con un hacha a su expareja que se salvó porque estaba desafilada
El hecho ocurrió en un barrio de Bariloche, mientras festejaban un cumpleaños. El agresor fue imputado y le impusieron cuatro meses de prisión preventiva.
Una mujer y su expareja se reencontraron en el cumpleaños de su hijo de 5 años. El festejo se desarrollaba en la vivienda de la madre del pequeño, en un barrio de Bariloche, con otros invitados. El hombre comenzó a beber alcohol y, después, agredió a la mujer. Por eso, le pidieron que se retirara. En el patio, el agresor tomó un hacha y la atacó.
El hachazo dio en el pecho de la víctima, que sufrió lesiones leves. “Afortunadamente, el hacha estaba desafilada”, sostuvo el fiscal Tomás Soto, que imputó al sospechoso, de 43 años, por el ataque contra la mujer, en un contexto de violencia de género.
El fiscal relató que el hecho ocurrió la madrugada del miércoles, en un domicilio, que está ubicado en el barrio 29 de Septiembre de Bariloche. “Es un hecho de violencia de género que consideramos grave en presencia de menores”, advirtió Soto.
Contó que en el domicilio de la mujer se desarrollaba el cumpleaños de su hijo. El hombre (y padre del chico) comenzó a beber alcohol y se tornó agresivo. Agredió con golpes de puño en el rostro a la mujer que le pidió que se retire.
El fiscal dijo que en el patio, el imputado tomó un hacha de mano “con la que la víctima cortaba la leña y le efectuó un golpe en el pecho que le causó lesiones”. Una invitada llamó a la Policía que minutos después se presentó en el lugar y detuvo al agresor.
Cuatro meses para la investigación
La mujer recibió asistencia médica y se constató que el hacha no le había causado un corte. La médica policial indicó que la mujer sufrió un trauma contuso por el hacha. “Afortunadamente no tenía filo, porque la lesión pudo haber sido grave”, destacó el fiscal.
Sostuvo la formulación de cargos con la denuncia de la víctima, la declaración de testigos, el informe de la medica policial y el acta de procedimiento. Calificó de manera provisoria el hecho atribuido al imputado como lesiones leves agravadas por el vínculo, en un contexto de violencia de género. Pidió cuatro meses de plazo para investigar el caso.
La defensora oficial Paola del Río no se opuso a la formulación de cargos. Adelantó que trabajarán en una teoría totalmente distinta a la de la fiscalía. “Mi asistido es una persona con un alcoholismo crónico que afecta directamente su capacidad para dirigir sus acciones como para poder defenderse”, expuso. Indicó que intentarán probar con las pericias que es inimputable o que le corresponde una imputabilidad disminuida.
La discusión por la prisión preventiva
Tras escuchar al fiscal y la defensora, el juez de garantías César Lanfranchi admitió la imputación contra el sospechoso, en la audiencia que se hizo el jueves, en el edificio de Tribunales de la calle John O´Connor al 20 de Bariloche. Y habilitó que se investigue el hecho por cuatro meses.
El fiscal pidió al juez que le imponga la prisión preventiva porque alegó que si el sospechoso recuperaba la libertad existía el peligro de entorpecimiento en la investigación por la “posibilidad real de influir sobre la víctima”.
Mencionó los antecedentes penales que tiene el hombre, cuya identidad se mantiene en reserva para proteger a la victima. Afirmó que en agosto del 2023 le unificaron tres causas por hechos de violencia de género contra la misma víctima y lo condenaron a la pena única de 8 meses de prisión efectiva que ya cumplió. Y mencionó que hay otra causa en trámite. Soto fundó su pedido además en la normativa vigente que protege a las mujeres víctimas de violencia de género.
La defensora propuso una medida menos gravosa como colocarle un dispositivo dual al sospechoso, para neutralizar el riesgo señalado por el fiscal.
El sistema carcelario está colapsado
“Hoy, lamentablemente, tenemos el sistema carcelario colapsado. En el lugar donde está detenido el imputado hay 10 personas, en la comisaría Segunda y así en todas las comisarías”, planteó la defensora. Recordó que ya se presentó un habeas corpus por esta situación.
Observó que recién se le está formalizando este legajo al sospechoso. “Una prisión preventiva en las condiciones en las cuales se están llevando a cabo estas detenciones son ilegales e inhumanas. Son personas que sin ser condenadas no tienen acceso a absolutamente nada”, afirmó.
Describió que están alojadas en un calabozo de 4×3 metros, “donde hay 10 personas un baño, no tienen lugar donde bañarse no pueden ver la luz del día”. Y alegó la presunción de inocencia que tiene el sospechoso.
Soto recordó que el imputado dijo que no tenía domicilio, porque estaba en situación de calle. Tampoco contaba con celular. “¿Cuál es la garantía que nos va a permitir neutralizar este riesgo procesal que ya es alto?, preguntó.
“La situación de hacinamiento (en la comisaría) la entiendo. Ello no es un parámetro para dejar desprotegida a una víctima ante estos ataques reiterados cada vez que van escalando”, enfatizó.
“Deberá intimarse al servicio penitenciario (provincial) para hacer traslados. Pero no es un parámetro para dejar en desprotección a la víctima. Yo no voy a correr ese riesgo, no quiero correrlo. Insisto con el dictado de la prisión preventiva”.
Tras escuchar los planteos, el juez optó por imponerle al sospechoso la prisión preventiva por cuatro meses.
Una mujer y su expareja se reencontraron en el cumpleaños de su hijo de 5 años. El festejo se desarrollaba en la vivienda de la madre del pequeño, en un barrio de Bariloche, con otros invitados. El hombre comenzó a beber alcohol y, después, agredió a la mujer. Por eso, le pidieron que se retirara. En el patio, el agresor tomó un hacha y la atacó.
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