Un estudio de la Universidad de Río Negro detectó caries en niños muy pequeños vinculadas al estado nutricional

Estudiantes de la carrera de Odontología de la Universidad Nacional de Río Negro, junto a seis docentes, detectaron un alto porcentaje de caries en bebés y niños, entre los 6 meses a los 5 años vinculadas al estado nutricional. Las conclusiones forman parte de un estudio preliminar entre 132 niños de cuatro barrios de Cipolletti: Ferri, Obrero, La Costa y 2 de Febrero.

«Estos niños de algunos barrios vulnerables concurrieron a los centros de atención primaria, convocados por campañas preventivas extramurales de Conin en 2024. La carrera de Odontología convocó a 14 estudiantes que junto a seis docentes que llevaron adelante este trabajo de investigación«, comentó Mariana Preliasco, directora de la Carrera de Odontología en Allen.

El objetivo fue evaluar problemáticas que no llegan al hospital escuela, analizando el estado nutricional de los niños y su relación con las lesiones de caries tempranas en los infantes. «La caries es una enfermedad prevalente de la infancia y está influida por diversos factores, como hábitos dietéticos, antecedentes familiares (si una mamá tiene caries, es esperable que el niño también tenga) y una deficiente higiene bucal«, destacó Preliasco.

En el estudio se evaluaron los patrones de la dieta que se establecen en la infancia y que pueden ser saludables o no. «Si a un niño se le da bebidas azucaradas, golosinas, hidratos de carbono refinados se establece un patrón de dieta que incide sobre el estado nutricional, el rendimiento físico y el desempeño intelectual. El objetivo del estudio preliminar fue determinar la correlación existente entre el estado nutricional y lesiones de caries dental en la infancia temprana en barrios marginales de Cipolletti», subrayó.

El estudio preliminar concluyó que el 70% de los niños de 6 a 24 meses tienen «caries iniciales» -también llamadas manchas blancas- que pueden revertirse teniendo acceso a los sistemas de salud; el 30% restante presenta caries moderadas y avanzadas que pueden producir dolor y requieren un tratamiento. «En estos niños pequeños empiezan a erupcionar los dientes y deberían tener sus dientes sanos. Sin embargo, aquellos niños que tienen desnutrición y obesidad -por mala alimentación- ya presentan caries», mencionó Preliasco que también es directora de la carrera de posgrado de especialización en odontopediatría.

En el grupo de niños de 2 a 5 años, el porcentaje se revierte: «Tenemos más cantidad de caries abiertas. Los niños que presentan sobrepeso tienen lesiones severas; mientras que los niños que están en su peso normal presentan lesiones de manchas blancas, iniciales. La gente no las suele ver -no hay agujero-, pero son reversibles controlando los factores de riesgo asociados. Lo cierto es que ninguno está sano».

Preliasco advirtió que hay antecedentes bibliográficos sobre estos resultados; sin embargo, nunca se habían realizado estudios en la región. Lo consideró fundamental para reducir la proporción de caries en los niños y un paso en la prevención. Insistió en no disociar la salud en general de la salud bucal sino considerarla «una sola salud».

«Hay que fomentar hábitos saludables y llevar a los niños al odontólogo. Este trabajo justifica una intervención temprana educativa, educar a las gestantes para que sus bebés tengan una alimentación saludable, al igual que las madres. También a los responsables que cuidan a esos chicos en los jardines maternales, jardines de infantes y en las escuelas», evaluó. Subrayó la necesidad de educar a las mamás para que aprendan a cepillar los dientes de los bebés «porque apenas sale un diente, hay que limpiarlo«.