Varias familias de un asentamiento conviven con un pozo petrolero
Es en el sector denominado Los Hornitos, en el noroeste de la capital neuquina.
NEUQUÉN (AN).- En el extremo noroeste de la ciudad, allí donde la meseta se mezcla con las casas, varias familias conviven con un pozo de extracción petrolera.
La gigantesca “cigüeña” asombra a los visitantes, pero para los vecinos es tan imperceptible como un poste del alumbrado público.
Desde hace tiempo el cerco perimetral del predio petrolero dejó de existir, y es que para muchos vecinos pasar por la zona de exclusión del pozo les acorta muchos metros de calles de polvorientas e hirvientes.
Los vecinos reconocen que el pozo opera en esa manzana con anterioridad al asentamiento, y si bien varias casas y casillas se montaron hace varios años en sus proximidades ese proceso no ha parado con los años y durante el año pasado al menos tres familias más se radicaron allí.
“La torre no molesta, ni sentimos el ruido, salvo cuando arman el campamento para hacerle el mantenimiento y vienen con grandes maquinarias”, relató “El Tano” uno de los vecinos más cercanos al pozo.
En el barrio nadie se detiene a reparar en la “cigüeña”, aunque los vecinos admiten que “los chicos saben que pueden pasar por ahí, pero que no se tienen que acercar al pozo”, que cuenta con un cercado más firme.
El subsecretario de Gestión Urbana y Ambiental del municipio local, Alejandro Hurtado, advirtió que “no hay un riesgo cierto para la salud por vivir cerca de un pozo petrolero, de hecho es mucho más peligros vivir debajo de un tendido de alta tensión”.
Sin embargo el funcionario destacó que “en toda esa zona no se puede tomar agua de pozo porque está declarada toda la zona como contaminada, precisamente por la actividad petrolera, y por eso desde el municipio les llevamos agua potable en camiones”.
Mientras Hurtado advirtió que “en poco tiempo comenzará la obra para que los vecinos definitivamente tengan la red de agua potable”, destacó que “los vecinos tendrían que saber qué hacer ante una posible eventualidad en el pozo”.
“Faltan políticas públicas”
El asesor en cuestiones urbanísticas de la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Neuquén y magíster en Riesgo Ambiental, Andrés Rabassa, aseguró que “este tipo de casos extremos, de gente viviendo en lugares riesgosos, se deben a la falta de políticas públicas habitacionales y de desarrollo”.
El especialista en cuestiones urbanísticas indicó que “el crecimiento de la ciudad llevó a este tipo de situaciones, que si bien pueden verse en otros países, acá no pasaban”.
Rabassa aseguró que “la gente necesita tomar conciencia de los riesgos que corre y desde el Estado se deberían adoptar políticas públicas para que esto no suceda”.
Bajo un sol ardiente, “El Tano” riega su patio con el agua que acumula en tanques de la misma petrolera, y advierte que “si uno lo piensa bien, es raro ver tanta riqueza que representa este pozo, al lado de tantas necesidades que tienen la familias que viven acá”.
NEUQUÉN (AN).- En el extremo noroeste de la ciudad, allí donde la meseta se mezcla con las casas, varias familias conviven con un pozo de extracción petrolera.
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