Crece la preocupación en El Foyel por la actividad de dos canteras sin habilitación

Están ubicadas a escasa distancia de la ruta nacional 40, en tierras fiscales, pero cedidas a un permisionario. Dese la Legislatura y una fundación ambientalista aseguraron que funcionan de modo irregular y que el Ejecutivo no da respuesta.

La continua salida de camiones con áridos procedente de dos canteras ubicadas en El Foyel, a corta distancia de la ruta 40, alarmó a algunos vecinos del paraje y también tuvo repercusión en la Legislatura provincial, donde -a pesar de las gestiones- no consiguieron constancia alguna de que los emprendimiento tengan los permisos y habilitaciones en regla.

La presunta irregularidad fue señalada por la Fundación Ambiente, Desarrollo y Hábitat Sustentable, de Bariloche, que realizó un pedido de informes a la secretaría de Ambiente de Río Negro, y vencidos los plazos no tuvo respuesta.

Según lo constatado por los vecinos, el material producido en las canteras sería destinado al mercado de la construcción en Bariloche, donde es notoria la carencia de áridos, según lo subraya periódicamente el intendente Walter Cortés, cada vez que se refiere a sus planes en relación con la obra pública.

Los voceros consultados dijeron que en el último tiempo también empezaron a salir algunos transportes “para el lado de El Bolsón”.

La Fadhs se hizo eco de la preocupación y subrayó que las dos canteras operan “en plena zona de bosque nativo”, y cualquier desmonte debió ser autorizado por la subsecretaría de Recursos Forestales, de lo que no hay registro alguno.

Las canteras son explotadas por Víctor Puchy, cuya familia tiene permiso de ocupación sobre esas tierras y trámite iniciado para acceder a los títulos. El sitio ha sido epicentro de protestas y movilizaciones porque allí se inicia el llamado camino de Tacuifí, que permite llegar a Lago Escondido, que permanece cerrado, y cuyo apertura al tránsito público es objeto desde hace años de un litigio judicial.

Uno de los referentes de la fundación, Tomás Guevara, subrayó que lo último informado por Minería de la provincia es que la cantera de Puchy tenía un pedido de habilitación en trámite, pero que no le había sido otorgada todavía ninguna concesión, por lo tanto no consta la existencia de autorización alguna para explotación”.

La legisladora Magdalena Odarda impulsó junto a sus pares de bloque un pedido de informes sobre el tema que obtuvo esa escueta respuesta, en abril pasado. Consultada ayer, dijo que carece de otras novedades a partir de esa fecha y deduce que “no hubo ningún cambio de situación”.

También un grupo de jubilados “preocupados por el ambiente” documentaron con imágenes de dron la actividad de las canteras y pidieron a la provincia que se inspeccione y clausure esas explotaciones, sin resultado alguno.

Este medio buscó consultar sobre la situación de las canteras a la secretaría de Minería, cuyo titular es Joaquín Aberastain, y a la de Ambiente y Cambio Climático, encabezada por Judith Jiménez. No hubo respuesta a los llamados y mensajes.

Información ausente o “sesgada”

La inquietud surgida en El Foyel remitió en principio a una de las canteras, ubicada más cerca de la ruta, donde es continua la entrada y salida de camiones.

Guevara dijo que al menos ese yacimiento de áridos tiene trámite ya iniciado en Ambiente de la provincia, aunque no haya obtenido la habilitación definitiva, según lo reconoció Minería. Pero la otra cantera, ubicada cerca de allí y un poco más al norte, “es completamente clandestina”.

El vocero de la ong denunciante dijo que por sus características son emprendimientos que deben cumplir con estrictas pautas ambientales, contar con su estudio de impacto y pasar por instancias de “participación ciudadana”, que en este caso no existieron.

Uno de los vecinos de El Foyel dijo que esas explotaciones “producen un daño profundo en la cordillera”. Aseguró que en la misma zona había otra cantera con permiso por dos años que ya caducó y que cada vez que han consultado, las autoridades de Minería responden “con lo mínimo, de modo muy sesgado”.


La continua salida de camiones con áridos procedente de dos canteras ubicadas en El Foyel, a corta distancia de la ruta 40, alarmó a algunos vecinos del paraje y también tuvo repercusión en la Legislatura provincial, donde -a pesar de las gestiones- no consiguieron constancia alguna de que los emprendimiento tengan los permisos y habilitaciones en regla.

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