Crecimiento de cristales, la pasión científica que conquista a estudiantes

Alumnos de Patagonia Norte se destacan en el concurso de la Asociación Argentina de Cristalografía, una iniciativa para hacer experimentos originales.

La cristalografía es una rama de la ciencia que permite conocer cómo se ordenan los átomos para entender propiedades y comportamientos de materiales y moléculas. Sirvió para descubrir la estructura del ADN y proteínas, identificar minerales en geología, diseñar nuevos materiales y producir medicamentos, entre muchos usos.

En la Argentina, la Asociación Argentina de Cristalografía (AACr) organiza desde 2014 un concurso nacional de crecimiento de cristales. Cada año se invita a los estudiantes de escuelas secundarias a experimentar con lo aprendido en clase y acercarse a la investigación científica.

“Grupos de alumnos y docentes de Patagonia Norte han estado presente en esos concursos y han aprovechado la oportunidad de llevar a cabo experimentos atractivos de cristalización”, dijo a Diario RIO NEGRO el doctor Diego Lamas, investigador en cristalografía y materiales del Conicet, director del Instituto de Tecnologías Emergentes y Ciencias Aplicadas (ITECA) y ex presidente de la AACr.

El certamen fomenta el trabajo interdisciplinario y despierta vocaciones científicas entre los jóvenes.

En cada edición del concurso los estudiantes, guiados por sus docentes, deben realizar una experiencia de crecimiento de cristales.
En el año 2023, el trabajo “Los Argentos” de la escuela ESRN Nº 78 de Catriel, en Río Negro, fue uno de los ganadores. Estuvo formado por las alumnas Cristina Milagros Alarcón, Melina Valentina Cajal Aguado y Maya Wara Morales Cruz. El grupo de Los Argentos también ganó la medalla de oro en el concurso mundial de la Unión Internacional de Cristalografía ese mismo año.

También el trabajo “Manzana Azul” recibió una mención especial destacada. Era de la escuela ESRN N° 103 de Valle Azul, Río Negro. Los alumnos fueron Valentín De La Cruz, Mariano Mansilla y Fabrizio Mansilla.

En tanto, el año pasado recibió otra mención el trabajo “La sal no sala” de la ESRN Nº 78 de Catriel, realizado por las alumnas Tiziana Taramarcaz y Cristina Milagros Alarcón, y con la supervisión docente de Damián Alexis Rodríguez.

Otro trabajo reconocido fue “Cristalogeando” de la ESRN N° 103 de Valle Azul. Fue desarrollado por Julieta Marisel Suárez, Josefina Marisel Suárez y Candela Lenzi Retamal. Contaron con la supervisión de Azucena Martínez y Malvina Noelia Galván.

También distinguieron con mención al trabajo “Patagonia de cristal” de los alumnos Fabrizio Bautista Mansilla, Valentín Alberto De La Cruz y Mariano Díaz Mansilla, de la ESRN N° 103 de Valle Azul. Otra mención fue para el Centro de Educación Técnica N° 5 “Don Jaime Felipe Morant” de Cinco Saltos.

Al participar, se demuestra que es posible experimentar con lo que la teoría dice en el aula. A través de estos certámenes, los estudiantes aprenden a preparar mezclas, a observar procesos y a intercambiar ideas con equipos de otras escuelas. La comunidad de la escuela ESRN N° 103 de Valle Azul cuenta con la satisfacción de haber sido ya galardonada por sus ideas, como figuras de manzanas en 2D y 3D; camélidos pastando en pleno campo y una Mención de Honor Internacional por su trabajo “Escudo del colegio” en 2024.

Las presentaciones se lucieron por el proceso y el efecto visual que aportaron los cristales generados por las distintas soluciones, tanto de sulfato de cobre como de bórax, combinadas con colorante vegetal rojo o azul, según era necesario.

Despertar vocaciones


En diálogo con Diario RÍO NEGRO la actual directora del establecimiento, Marcela Pino contó sobre el entusiasmo que se genera año a año en la sede de calle Julián Romero al 200, ante la idea de hacer “crecer cristales”. Se despliega un trabajo interdisciplinar que abarca asignaturas como Lengua e Idioma Inglés, cuando la competencia los enfrenta a escuelas de otros países.

Pese a que la temática no está dentro del contenido obligatorio establecido por el Ministerio de Educación, el trabajo para el concurso ya está planificado desde el primer año. Para la edición 2025 los alumnos preparan una propuesta relacionada a los glaciares y el cuidado del ambiente. Hay una categoría especial en homenaje al Año Internacional de la Conservación de los Glaciares, que fue declarado por la UNESCO.

“Más allá del concurso, se retoman los saberes que se vienen trabajando y se resignifican. Los estudiantes proponen y el colegio se suma”, explicó Corina Acosta, a cargo de la Dirección de Educación Secundaria de la provincia. La funcionaria recordó otras experiencias en las que se reivindicó otro recurso natural rionegrino como cuando: se apeló a las salinas del Gualicho para tomar las muestras que iniciaron el proceso químico.

“Los saberes no sólo vienen desde el interior de la escuela, sino también desde el afuera y para aquellos que no participan en ciencia, el concurso puede ser una forma de despertar vocaciones”, opinó.

“No es porque sean mis alumnos, pero acá a los chicos les llama la atención todo lo que les proponemos. Quizás no son todos los que integran cada curso, pero siempre hay un grupo, aunque sea chiquito, que se muestra predispuesto a sumarse a las ideas que les ofrecemos”, reconoció con orgullo la directora Pino.

La búsqueda de la asociación


Desde la AACr Sebastián Kinkle, investigador del CONICET-Fundación Leloir, y Martín Saleta, doctor en Ciencias Físicas, comentaron: “Recibimos invitaciones de colegios, museos e instituciones”. Destacaron que a través de dar talleres a docentes y del concurso nacional se busca visibilizar el trabajo de la cristalografía que muchas veces resulta opacada por quedar inmersa en la amplitud de tareas incluidas dentro la ciencia más tradicional.

Para dar una idea de la relevancia que ha tenido esa disciplina en la historia del desarrollo científico, destacaron el peso que tuvo en las contribuciones de varios Premios Nobel y el amplio horizonte que tiene por delante si a la vez se lo conecta con otras áreas, como las artes plásticas y visuales, por lo estético de los resultados obtenidos.

“Una olla y un cucharón viejos, un frasco de vidrio, un palito de brochet, guantes y un broche pueden ser opciones suficientes para reemplazar lo disponible en el laboratorio, como ocurrió con los chicos en los meses de pandemia”, recordó Saleta. Kinkle cerró convencido: “la investigación en cristalografía es uno de los trabajos más lindos del mundo”.

El concurso de cristalografía conecta la escuela con recursos naturales y la comunidad local/Crédito ESRN N° 103.


La cristalografía es una rama de la ciencia que permite conocer cómo se ordenan los átomos para entender propiedades y comportamientos de materiales y moléculas. Sirvió para descubrir la estructura del ADN y proteínas, identificar minerales en geología, diseñar nuevos materiales y producir medicamentos, entre muchos usos.

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