La biotecnología ya es presente y está transformando el futuro productivo del país

BioArgentina 2025 reunió en Paraná a investigadores, startups, empresarios y estudiantes. El encuentro mostró tanto las tensiones del ecosistema científico como su potencial para integrarse a las grandes transiciones tecnológicas globales.

Bajo el lema “Producción con Innovación”, más de seiscientas personas colmaron el Centro Provincial de Convenciones de Paraná para participar de BioArgentina 2025, la decimosegunda edición del encuentro anual organizado por la Cámara Argentina de Biotecnología (CAB), la última semana de noviembre.

BioArgentina 2025: encuentro, conocimiento y desarrollo


Allí se encontraron CEOs de empresas biotecnológicas y startups , científicos del Conicet, INTA, y universidades, company builders, emprendedores que buscan capital, funcionarios, estudiantes que debutaban en un evento del sector y referentes de la política científica argentina. El clima combinó entusiasmo, preguntas por el contexto actual y la sensación de estar ante un momento bisagra para el país.

El presidente de la CAB, Sebastián Bagó, abrió la jornada recordando que la Cámara se concibe “no como una cámara sectorial, sino como una plataforma que integra múltiples disciplinas”. La diversidad se reflejaba en la sala: biotecnología agrícola y ambiental, salud humana, salud animal, energía, inteligencia artificial, materiales avanzados. “Ver la sala llena es muy motivante -expresó Bagó-, quiere decir que estamos haciendo bien las cosas. La BioArgentina es más que un congreso: es un lugar de encuentro donde el conocimiento se transforma literalmente en desarrollo”.

Sebastián Bagó, presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología. Gentileza.

Por su parte, el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, participó de la apertura del evento. “Para nosotros, el conocimiento no es un lujo ni un gasto: es la base del desarrollo”, afirmó ante un auditorio colmado. Frigerio destacó que la provincia decidió apostar al polo científico-tecnológico del Litoral -Mirador Tec, Usina del Conocimiento y nuevas áreas de incubación- para consolidar un ecosistema que vincule academia, empresas y sector público.

«El desafío es acompañar con políticas estables que permitan que esta industria crezca”, delcaró el gobernador de Entre Ríos Rogelio Frigerio. Gentileza.

“Queremos que Entre Ríos sea un lugar donde las ideas se transformen en trabajo y en oportunidades concretas”, dijo. También subrayó el valor federal de que la CAB eligiera Paraná como sede: “Este evento demuestra que el talento no está concentrado en una sola ciudad. Hay capacidades y vocación en todo el país. El desafío es acompañar con políticas estables que permitan que esta industria crezca”.

Hugo Sigman, fundador de la Cámara Argentina de Biotecnología y referente ineludible del sector, dialogó con Río Negro. “Es importante comprender lo mismo que entendió el comité del Nobel de Economía este año: el crecimiento del PBI de un país está directamente relacionado con la inversión en ciencia y tecnología”, señaló. Destacó la labor de los científicos que día a día sostienen sus laboratorios en un contexto complejo. Su planteo sintetizó algo que atravesó toda la jornada: sin inversión sostenida en conocimiento no hay futuro productivo posible. Y a la vez introdujo un matiz que rara vez aparece en espacios públicos: reconocer el valor equivalente de la ciencia básica y la aplicada.

Hugo Sigman junto a Graciela Ciccia en BioArgentina 2025. Gentileza

“Los que quieran hacer ciencia aplicada -dijo- tienen que pensarse como protagonistas del sector empresarial tecnológico. Pero necesitamos también ciencia básica de excelencia. Sin esa base, no hay innovación real”.

Al cierre de la jornada, la directora ejecutiva de la CAB, Graciela Ciccia, valoró el trabajo que sostiene cada edición. “La biotecnología une lo que la geografía separa. Teje redes, abre puertas, genera oportunidades y nos proyecta al mundo. Ese es el espíritu de BioArgentina, una comunidad que piensa, crea y se anima, incluso en contextos inciertos. Desde la Cámara Argentina de Biotecnología seguimos convencidos de que la biotecnología no es solo una industria, sino un verdadero proyecto de país”.

Para finalizar agregó: “Es un reflejo de la identidad que la CAB busca consolidar: un evento federal, colaborativo y capaz de convocar tanto a referentes globales como a estudiantes que imaginan su primer futuro profesional”.

El Gato y la Caja, mirada disruptiva


El equipo interdisciplinario que cruza ciencia, diseño y comunicación realizó una presentación que no pasó desapercibida. Propusieron leer el presente como parte de tres grandes transiciones globales: la informacional, la energética y -la más disruptiva- la transición material, que reconfigurará cómo producimos alimentos, materiales, medicamentos, energía y bienes de consumo.

“Sectores enteros están siendo sacudidos”, explicaron. “En los próximos diez años veremos una reorganización de la matriz productiva de la materia. Lo que hoy consideramos estable puede mutar”.

Desde la carne cultivada aprobada en Estados Unidos hasta materiales de micelio utilizados en objetos cotidianos, las señales ya están a la vista. Su diagnóstico fue doble: riesgo y oportunidad.

La oportunidad es real: “Hay una ventana apretada pero concreta. Argentina tiene biodiversidad, conocimiento acumulado y gente altamente formada. Tenemos que acelerar, no resistir”.

La startup argentina que llegó a Gates Foundation desde la Puna


Durante el día hubo paneles que recorrieron temas como agro y bioinsumos, salud humana, salud animal y el desafío de escalar tecnologías en un sector conservador, energía y bioprocesos e inteligencia artificial aplicada a biología.

María Eugenia Farías, fundadora de PunaBio recibió la primera inversión para América Latina de la Fundación Gates. Gentileza.

Entre ellos, PunaBio fue uno de los nombres más mencionados en BioArgentina. La empresa, nacida en el noroeste argentino y parte del portfolio de GridX, estuvo representada por su fundadora, María Eugenia Farías, y encarna un caso que simboliza la madurez del ecosistema local.

PunaBio logró lo que hace pocos años parecía impensado: recibir la primera inversión de la Bill & Melinda Gates Foundation para un proyecto en América Latina. Su trabajo, enfocado en microorganismos nativos capaces de mejorar la productividad agrícola en suelos extremos, hoy despierta interés global y refleja el puente entre la ciencia pública, la innovación aplicada y el escalamiento internacional.

El fondo que empuja la construcción del ecosistema: Gridx


Uno de los fondos más activos en biotecnología y ciencias de la vida también tuvo un rol destacado en el encuentro. Desde GridX señalaron que el ecosistema atraviesa un punto de inflexión: “Lo que soñamos hace diez años empieza a cristalizarse. Ya no hablamos solo de potencial: hay empresas con validaciones, con socios internacionales y con tecnología competitiva”.

Sin embargo, también advirtieron que el desafío es profundo. Para la organización, la Argentina necesita revisar críticamente la articulación entre el sistema científico y el desarrollo productivo: “Defender la ciencia es indispensable, pero también necesitamos preguntarnos por qué no hemos logrado que sea un verdadero vector de desarrollo”.

La mirada combina optimismo y urgencia: construir comunidad, acelerar la creación de startups y aprovechar la ventana global antes de que se cierre. Como sintetizó Matías Peire, cofundador y CEO de GridX: “En las primeras ediciones veníamos con promesas. Ahora empezamos a ver validaciones internacionales y tecnologías que compiten de igual a igual”.

La biotecnológica argentina que busca el primer tratamiento mundial del SUH: Inmunova


Fundada en 2009 por científicos argentinos y hoy parte del Grupo Insud, Inmunova es una de las empresas de biotecnología más activas del país en el desarrollo de terapias innovadoras para enfermedades infecciosas y poco frecuentes.

Panel sobre salud humana en la BioArgentina 2025. Gentileza.

Su foco principal está puesto en un desafío sanitario histórico: el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), enfermedad grave que afecta sobre todo a niños y para la cual no existe tratamiento específico a nivel global.

Su candidato INM004, un anticuerpo policlonal diseñado para neutralizar la toxina Shiga de ciertas cepas de E. coli, inició en Europa y Argentina la fase III de ensayos clínicos. Si los resultados son positivos, podría convertirse en el primer tratamiento del mundo para prevenir la progresión del SUH y sus secuelas renales.


Bajo el lema “Producción con Innovación”, más de seiscientas personas colmaron el Centro Provincial de Convenciones de Paraná para participar de BioArgentina 2025, la decimosegunda edición del encuentro anual organizado por la Cámara Argentina de Biotecnología (CAB), la última semana de noviembre.

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