Murió el “Laucha” Corres, acusado de crímenes en Bahía

Padecía cáncer. Fue uno de los supuestos interrogadores de “La Escuelita” de la ciudad bonaerense.

El militar retirado, en una de sus visitas a los juzgados federales.

BAHÍA BLANCA (ACE).- Uno de los supuestos interrogadores del centro clandestino “La Escuelita”, de Bahía Blanca, Julián “El Laucha” Corres, falleció ayer en el hospital militar de Capital Federal, donde permanecía en tratamiento con quimioterapia. El teniente coronel de Inteligencia del Ejército (re)tenía 58 años y estaba acusado en Bahía Blana por casos que involucraban a más de 67 víctimas de secuestros, tormentos y homicidios. Varios de los denunciantes corresponden a desaparecidos de Río Negro y de Neuquén durante la última dictadura militar. Con el apodo de “El Laucha” fue identificado por varias víctimas en las sesiones de torturas, al igual que el fallecido “Tío” Santiago Cruciani. La muerte de Corres fue confirmada alrededor del mediodía por el fiscal general Abel Córdoba al blog que sigue a diario el juicio por delitos cometidos por el V Cuerpo del Ejército durante la última dictadura militar. Desde la apertura del juicio, la comparencia de Corres fue suspendida debido al tratamiento de quimioterapia que se le seguía en el hospital militar. Uno de los querellantes había solicitado su participación por videoconferencia en el juicio y para este jueves, el Tribunal Oral Federal esperaba la declaración del médico forense para definir si hacía lugar al planteo. El juicio al que comparecen otros 17 militares del V cuerpo acusados de delitos de lesa humanidad continúa en el período de lectura de las acusaciones de la fiscalía contra los imputados. Estuvo prófugo Corres fue uno de los primeros militares en actividad que fue a declarar en 1.999 en el “Juicio por la Verdad” que buscaba desentrañar (durante la vigencia de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida) el destino final de los desaparecidos, en tanto volvió a cobrar notoriedad en julio de 2008 cuando permaneció prófugo por más de un mes luego de haberse escapado de la Delegación Federal de Bahía Blanca, donde estaba detenido para ser indagado en el marco de la reapertura de las causas penales por los delitos cometidos durante la dictadura militar. Mientras esperaba el juicio permaneció en el Penal 2 de Marcos Paz hasta que obtuvo la prisión domiciliaria por su enfermedad.


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