Murió el influyente obispo Justo Laguna

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Monseñor Justo Oscar Laguna murió a los 82 años dejando un importante legado, tras casi 25 años de labor pastoral al frente de la diócesis de Morón y siendo, con altibajos, uno de los obispos más influyentes del escenario político nacional. Laguna nació en Buenos Aires el 25 de setiembre de 1929 y fue ordenado sacerdote en 1954. A lo largo de sus más de 35 años como obispo, su estilo “mediático” cosechó adherentes y detractores, tanto hacia adentro como afuera de la Iglesia. Pero, sin duda, los puntos más destacados de su labor pastoral fueron sus gestiones para favorecer el retorno de la democracia y las críticas a las políticas económicas “neoliberales” del gobierno de Carlos Menem. Siendo presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, encabezó el llamado “servicio de reconciliación”, una mesa de diálogo que abrió el camino hacia las elecciones y mantuvo contactos con diversos sectores políticos, incluso recibió por primera vez en la sede del Episcopado a miembros del partido Comunista. A Laguna también se le atribuye haber sido el mentor del documento “Iglesia y Comunidad Nacional”, que abogaba en 1981 por el reestablecimiento de los poderes constitucionales. Pese a que estuvo comprometido con la causa de los derechos humanos y en 1995 realizó una autocrítica de los errores y omisiones cometidos por la Iglesia durante la dictadura militar, su actuación tuvo claroscuros. Fue procesado por presunto falso testimonio sobre el asesinato del obispo de San Nicolás, Ponce de León, en la dictadura. También sufrió reproches por su actuación en la causa por abuso a menores del padre Grassi. Laguna fue amigo del ex presidente Raúl Alfonsín, a quien dio el sacramento de la unción de los enfermos antes de morir. Sus críticas al gobierno de entonces lo alejaron de Carlos Menem. Asimismo, tuvo diálogo fluido con Néstor y Cristina Kirchner, al punto que rezó un responso en la Rosada a raíz de la muerte de Néstor Kirchner. (DyN)