Cancillería dice que Botnia ignora el fallo de La Haya
Un informe de Timerman señala que la producción de la planta superó en dos oportunidades el millón de toneladas anuales que Uruguay autorizó en 2005 y que la CIJ tuvo en cuenta en su sentencia de 2010.
La Cancillería argentina aseguró que la planta uruguaya UPM (ex Botnia) tuvo excesos en su producción, e “ignora o infringe” el Estatuto del Río Uruguay y lo “ordenado por la Corte Internacional de Justicia” (CIJ) de La Haya, en un comunicado este miércoles. La nota de prensa, que incluye un extenso informe del canciller Héctor Timerman sobre el monitoreo conjunto de la pastera, señala que la producción de la planta superó en dos oportunidades el millón de toneladas anuales que Uruguay autorizó en 2005 y que la CIJ tuvo en cuenta en su fallo de 2010. “Tal aumento de producción constituye una modificación a las condiciones de funcionamiento previstas en el proyecto original, por lo que la planta UPM (ex Botnia), a partir del año 2009, está introduciendo directas o indirectamente en el medio acuático del río Uruguay mayor cantidad de sustancia y energía, de la que resultan efectos nocivos para el curso fluvial, e incrementando su contaminación”, señala el comunicado. Según la Cancillería argentina, esta situación “implica ignorar o infringir el Estatuto del río Uruguay, la propia normativa interna del Uruguay, lo ordenado por la Corte Internacional de Justicia en su sentencia del 20 de abril de 2010”. El comunicado sucede al reclamo efectuado el martes por Uruguay para la publicación “completa e inmediata” de los resultados del monitoreo ambiental conjunto a la planta instalada en la orilla uruguaya del río de administración compartida. Al efectuar el reclamo, la cancillería uruguaya sostuvo que hasta el momento los informes “han concluido en que el comportamiento medioambiental de la planta se ajusta a los parámetros previstos para su funcionamiento”. Buenos Aires dijo que “recibe con beneplácito” que Uruguay “acepte dar a conocer los resultados” del monitoreo y control a la fábrica y consigna que “se llevaron a cabo pese a los obstáculos y retaceos de información por parte de la empresa para su realización”. “La delegación argentina manifiesta que está a la espera de reunirse con su contraparte uruguaya para acordar la difusión de los resultados del Comité Científico”, que integran representantes de ambos países, dice la nota. La planta generó un prolongado conflicto bilateral que comenzó a zanjarse cuando hace dos años la Corte de La Haya emitió un fallo en el que consideró que la pastera no contaminaba, pero ordenó supervisiones periódicas de ambos países. Agencia AFP
La Cancillería argentina aseguró que la planta uruguaya UPM (ex Botnia) tuvo excesos en su producción, e “ignora o infringe” el Estatuto del Río Uruguay y lo “ordenado por la Corte Internacional de Justicia” (CIJ) de La Haya, en un comunicado este miércoles. La nota de prensa, que incluye un extenso informe del canciller Héctor Timerman sobre el monitoreo conjunto de la pastera, señala que la producción de la planta superó en dos oportunidades el millón de toneladas anuales que Uruguay autorizó en 2005 y que la CIJ tuvo en cuenta en su fallo de 2010. “Tal aumento de producción constituye una modificación a las condiciones de funcionamiento previstas en el proyecto original, por lo que la planta UPM (ex Botnia), a partir del año 2009, está introduciendo directas o indirectamente en el medio acuático del río Uruguay mayor cantidad de sustancia y energía, de la que resultan efectos nocivos para el curso fluvial, e incrementando su contaminación”, señala el comunicado. Según la Cancillería argentina, esta situación “implica ignorar o infringir el Estatuto del río Uruguay, la propia normativa interna del Uruguay, lo ordenado por la Corte Internacional de Justicia en su sentencia del 20 de abril de 2010”. El comunicado sucede al reclamo efectuado el martes por Uruguay para la publicación “completa e inmediata” de los resultados del monitoreo ambiental conjunto a la planta instalada en la orilla uruguaya del río de administración compartida. Al efectuar el reclamo, la cancillería uruguaya sostuvo que hasta el momento los informes “han concluido en que el comportamiento medioambiental de la planta se ajusta a los parámetros previstos para su funcionamiento”. Buenos Aires dijo que “recibe con beneplácito” que Uruguay “acepte dar a conocer los resultados” del monitoreo y control a la fábrica y consigna que “se llevaron a cabo pese a los obstáculos y retaceos de información por parte de la empresa para su realización”. “La delegación argentina manifiesta que está a la espera de reunirse con su contraparte uruguaya para acordar la difusión de los resultados del Comité Científico”, que integran representantes de ambos países, dice la nota. La planta generó un prolongado conflicto bilateral que comenzó a zanjarse cuando hace dos años la Corte de La Haya emitió un fallo en el que consideró que la pastera no contaminaba, pero ordenó supervisiones periódicas de ambos países. Agencia AFP
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