“¿Signos de decadencia?”

Me he tomado unos días para contestarle a Daniel Esteban Manoukian la nota aparecida el 15 del corriente en Opiniones, titulada “¿Signos de decadencia?”, y lo he hecho en primer lugar por ser parte, porque me alcanzan las generales de la ley, y además porque he leído una y otra vez esa columna y no puedo creer. Realmente, mientras leía la nota pensé que hablaba de la situación vivida en PAMI Zapala no hace muchos días, cuando este buen señor desplazó del cargo a Graciela Sereno, con 25 años de antigüedad en el mismo, no tres días después de haber sido designada para ocuparlo –25 años–, por “incompatibilidad política”. Claro está que esta situación no demanda ninguna explicación del término “incompatibilidad política”. Manoukian, “incompatibilidad política” es lo que ustedes (usted, La Cámpora y el gobierno nacional) aplican a cada uno de los funcionarios que no les chupan las medias, pero claro, si lo hacen ustedes está bien, es legal; si lo hacen otros es una barbaridad. Es tanta la impunidad que tienen que se creen con autoridad para criticar o cuestionar a los demás. En el caso particular de lo que ustedes hacen, no debe contarse el daño a las personas involucradas en forma directa ni los que se generan por privar a la comunidad de contar con conductores con trayectoria y probado compromiso con la salud pública. Tampoco, tratándose de un caso de “incompatibilidad política” practicado por ustedes, ese análisis debería dejárseles a los cuadros políticos que desde el partido que gobierna la nación debieran dedicarse a monitorear las decisiones tomadas por sus delegados (léase La Cámpora) en los distintos estamentos de gobierno. Sin embargo, este partido con tanta impunidad y corrupción en sus espaldas gobernando pareciera carecer de dispositivos que capaciten, recomienden y sugieran líneas de acción para luego auditarlos en forma permanente a fin de contribuir al buen hacer político en cada área de gobierno. El caso obliga a demandar una explicación respecto del alcance del término “incompatibilidad política”, pero al mismo tiempo devela signos que podrían interpretarse como de decadencia de una forma y un estilo de gobierno que probablemente apresure el tránsito hacia otra etapa histórica en la nación. Como se podrá ver, he adecuado las propias palabras de Manoukian adaptándolas a este caso particular, llegando a la conclusión de que este señor carece de autoridad moral para hablar o escribir. Daniel José Sereno DNI 13.047.699 Zapala

Daniel José Sereno DNI 13.047.699 Zapala


Me he tomado unos días para contestarle a Daniel Esteban Manoukian la nota aparecida el 15 del corriente en Opiniones, titulada “¿Signos de decadencia?”, y lo he hecho en primer lugar por ser parte, porque me alcanzan las generales de la ley, y además porque he leído una y otra vez esa columna y no puedo creer. Realmente, mientras leía la nota pensé que hablaba de la situación vivida en PAMI Zapala no hace muchos días, cuando este buen señor desplazó del cargo a Graciela Sereno, con 25 años de antigüedad en el mismo, no tres días después de haber sido designada para ocuparlo –25 años–, por “incompatibilidad política”. Claro está que esta situación no demanda ninguna explicación del término “incompatibilidad política”. Manoukian, “incompatibilidad política” es lo que ustedes (usted, La Cámpora y el gobierno nacional) aplican a cada uno de los funcionarios que no les chupan las medias, pero claro, si lo hacen ustedes está bien, es legal; si lo hacen otros es una barbaridad. Es tanta la impunidad que tienen que se creen con autoridad para criticar o cuestionar a los demás. En el caso particular de lo que ustedes hacen, no debe contarse el daño a las personas involucradas en forma directa ni los que se generan por privar a la comunidad de contar con conductores con trayectoria y probado compromiso con la salud pública. Tampoco, tratándose de un caso de “incompatibilidad política” practicado por ustedes, ese análisis debería dejárseles a los cuadros políticos que desde el partido que gobierna la nación debieran dedicarse a monitorear las decisiones tomadas por sus delegados (léase La Cámpora) en los distintos estamentos de gobierno. Sin embargo, este partido con tanta impunidad y corrupción en sus espaldas gobernando pareciera carecer de dispositivos que capaciten, recomienden y sugieran líneas de acción para luego auditarlos en forma permanente a fin de contribuir al buen hacer político en cada área de gobierno. El caso obliga a demandar una explicación respecto del alcance del término “incompatibilidad política”, pero al mismo tiempo devela signos que podrían interpretarse como de decadencia de una forma y un estilo de gobierno que probablemente apresure el tránsito hacia otra etapa histórica en la nación. Como se podrá ver, he adecuado las propias palabras de Manoukian adaptándolas a este caso particular, llegando a la conclusión de que este señor carece de autoridad moral para hablar o escribir. Daniel José Sereno DNI 13.047.699 Zapala

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora