Comienza histórico juicio por los crímenes de grupo neonazi

Víctimas exigen amplia explicación de la operatoria de los terroristas

Beate Zschäpe, una de las acusadas y única sobreviviente de la célula del grupo NSU, al que se le atribuyen 10 asesinatos.

MUNICH (DPA) – En vísperas del inicio del proceso contra la célula neonazi “Resistencia Nacionalsocialista” (NSU), previsto para hoy, un grupo de querellantes se pronunció ayer en Munich para exigir una explicación pública exhaustiva sobre la operatoria y alcances del terrorismo neonazi Los querellantes exigen toda la verdad también en relación al fracaso de los organismos públicos encargados de investigar y la escena en la que operaba la NSU. “No se trata de lograr las máximas condenas en el menor tiempo, sino de sacar a la luz pública lo máximo posible”, dijo la abogada de Munich Angelika Lex, representante de la viuda de una de las víctimas. La policía de Munich informó del despliegue de un vasto operativo de seguridad para anticipar el inicio del histórico juicio: durante todo el fin de semana se supervisó el área de los tribunales y hoy habrá alrededor de 500 efectivos en funciones para garantizar que no haya problemas. Para el inicio del proceso se esperan manifestaciones contra el racismo y la violencia de extrema derecha, que según los organizadores convocarán en total a unos 1.000 participantes. La policía no tiene de todos modos indicios de que pueda haber disturbios, sea provenientes de grupos de derecha como de izquierda. La principal acusada en el juicio es Beate Zschäpe, única superviviente de la célula NSU a la que se atribuyen diez asesinatos racistas perpetrados entre 2000 y 2007. Junto a ella, se sentarán en el banquillo Ralf Wohlleben, Carsten S., André E. y Holger G., acusados de colaborar con el grupo. Además de los asesinatos de ocho inmigrantes turcos, un inmigrante griego y una agente de policía alemana, a la NSU se le adjudican 15 robos a mano armada y varias explosiones en establecimientos de inmigrantes. El juicio debía empezar el 17 de abril, pero fue aplazado debido a la falta de lugares para periodistas extranjeros acreditados en la sala de audiencias. El proceso se considera histórico, entre otras cosas porque el caso puso de manifiesto la ineficacia de la policía alemana, que subestimó sistemáticamente la escena de la extrema derecha, llegando incluso a investigar a las familias de las víctimas durante años con la idea de que se trataba de crímenes de la mafia turca.


Beate Zschäpe, una de las acusadas y única sobreviviente de la célula del grupo NSU, al que se le atribuyen 10 asesinatos.

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