Una familia cambió de idea respecto del plomo

Se trata de un criancero de Mancha Blanca.

PARAJE MANCHA BLANCA (ASA).- Casi tres meses después de que el grueso de los crianceros de este paraje se manifestara en contra de que el lugar se convierta en el destino de disposición final del plomo proveniente de Mina Gonzalito, una de las familias cambió de idea.

Debido a esto, finalmente los técnicos habrían podido efectuar los estudios que determinarán si el área será adecuada para la creación de una celda de dos hectáreas que contendrá los contaminantes. Esta novedad puso en alerta a otro de los pobladores del sector. Se trata de Horacio Pérez, dueño del establecimiento San Cayetano, que expresó que sus vecinos “lo saltaron como alambre caído” y sostuvo que “se siente defraudado”.

La noticia fue anunciada por Luis Gálvez. Él es hijo de Pedro y pariente directo de los Spiasse, y sostuvo que el cambio de parecer del grupo familiar se gestó en tres reuniones que mantuvieron en Viedma junto al secretario de Minería provincial Gustavo Ferreyra y al referente de minería nacional Luis Ferpozzi. En ellas tanto él como los suyos lograron “aclarar algunas cuestiones” que los convencieron de permitir “la realización de los estudios”.

El hombre relató que “los técnicos vinieron hace dos semanas para estudiar el lugar. Fue casi a principios de este mes, y el sábado llegaron con una máquina para tomar la última muestra”. Agregó que la zona de análisis está “a casi 10 km del establecimiento El Gualeguay, en dirección a Aguada Cecilio” y que “según nos dijeron la semana que viene estarán los resultados”.

Durante las reuniones con funcionarios les ofrecieron efectuar mejoras sobre los campos que ocupan, y facilitarles el acceso al título de propiedad. Si la propuesta prospera de las 14.500 hectáreas de campo divididas en 4 cuadros serán dueños Pedro Gálvez (papá de Luis), Orlando, Mario y Edgardo Spiasse. En cada cuadro el Estado realizará una perforación para acceder al agua, entre otros beneficios.

“Habrá que firmar un acta. Todavía no hay nada por escrito” apuntó Gálvez. También contó qué “para despejar las dudas que podríamos tener sobre la construcción de la celda nos ofrecieron incluso realizar un viaje a San Juan, con los gastos cubiertos por ellos, porque nos dijeron que allí habían hecho algo similar, pero no aceptamos”.

Calingasta, en San Juan, es uno de los tres sitios en los que junto a San Antonio Nación debe sanear pasivos ambientales con fondos del BID. Lo extraño es que en ese caso la escombrera a remediar se compone de sulfato de aluminio, un pasivo que difiere bastante del plomo y los metales pesados presentes en San Antonio Oeste.

Hasta hace tres meses los lugareños se oponían al paso de los técnicos para el estudio de las tierras.


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