“Sólo padre Jorge”

“Padre, sabe que fui a Buenos Aires, estuve conociendo los seminarios, pero me mandé una macana”, dijo Rubén al entonces obispo Marcelo Melani un día de septiembre del 2009. Su macana fue haber invitado a Jorge Bergoglio a charlar con los jóvenes neuquinos (previo a su participación en la 29ª peregrinación de la Virgen de Luján) sin consultar al obispado local. “Hice mal los pasos”, cuenta Rubén con inocente picardía. Por ese entonces el joven había viajado a la capital para conocer los seminarios y, al enterarse de que Bergoglio estaría participando de la peregrinación en Neuquén, fue hasta la curia y preguntó por el cardenal. “No estaba, pero me dijeron que le escribiera y que no le pusiera muchos títulos como monseñor, o su excelencia, sino padre Jorge”, recuerda Rubén. Quienes lo atendieron ahí le recomendaron dejarle sus datos: “Te puede responder por correo o te puede llamar”, le dijeron. Así lo hizo Rubén. Por la noche sonó su celular y del otro lado alguien le dijo: “Hola, habla el padre Jorge”. El ahora papa Francisco le dijo estar encantado con la idea, dice Rubén, aunque le advirtió: “Hay un problema, mi agenda la maneja el obispo de allá”. Rubén logró el consentimiento de Melani y Bergoglio finalmente se reunió con más de un centenar de jóvenes en el instituto Pablo VI, el 26 de septiembre de 2009. En su edición del día siguiente, “Río Negro” escribió: “La participación de Bergoglio en esta reunión con fieles en Alta Barda fue motivada por un joven, Rubén, que se animó a enviarle hace ocho días un mail al cardenal para que mantuvieran una reunión con la juventud católica neuquina. ‘Tenés mucho valor y eso me gusta’, señaló Bergoglio al muchacho, delante de la comunidad eclesiástica”.


“Padre, sabe que fui a Buenos Aires, estuve conociendo los seminarios, pero me mandé una macana”, dijo Rubén al entonces obispo Marcelo Melani un día de septiembre del 2009. Su macana fue haber invitado a Jorge Bergoglio a charlar con los jóvenes neuquinos (previo a su participación en la 29ª peregrinación de la Virgen de Luján) sin consultar al obispado local. “Hice mal los pasos”, cuenta Rubén con inocente picardía. Por ese entonces el joven había viajado a la capital para conocer los seminarios y, al enterarse de que Bergoglio estaría participando de la peregrinación en Neuquén, fue hasta la curia y preguntó por el cardenal. “No estaba, pero me dijeron que le escribiera y que no le pusiera muchos títulos como monseñor, o su excelencia, sino padre Jorge”, recuerda Rubén. Quienes lo atendieron ahí le recomendaron dejarle sus datos: “Te puede responder por correo o te puede llamar”, le dijeron. Así lo hizo Rubén. Por la noche sonó su celular y del otro lado alguien le dijo: “Hola, habla el padre Jorge”. El ahora papa Francisco le dijo estar encantado con la idea, dice Rubén, aunque le advirtió: “Hay un problema, mi agenda la maneja el obispo de allá”. Rubén logró el consentimiento de Melani y Bergoglio finalmente se reunió con más de un centenar de jóvenes en el instituto Pablo VI, el 26 de septiembre de 2009. En su edición del día siguiente, “Río Negro” escribió: “La participación de Bergoglio en esta reunión con fieles en Alta Barda fue motivada por un joven, Rubén, que se animó a enviarle hace ocho días un mail al cardenal para que mantuvieran una reunión con la juventud católica neuquina. ‘Tenés mucho valor y eso me gusta’, señaló Bergoglio al muchacho, delante de la comunidad eclesiástica”.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora