Ruta 22: obras casi paralizadas y peligro creciente

RÍO NEGRO

CIPOLLETTI (AC).- Peligrosos y enormes tachos que intentan señalizar una obra en construcción, carteles a la vera del camino promocionando venta de productos y ausencia de seguridad vial en toda la ruta, son tan sólo algunos de los inconvenientes que se presentan para un automovilista que quiere transitar entre Roca y Cipolletti.

Si se analiza a fondo la obra que se inició en el 2012, muchos más son los problemas. Elevados montos destinados a su realización y empresas que no cumplen con fechas estipuladas, son algunos de los ingredientes que suman a una obra que hoy en día permanece semi paralizada.

Pero enfoquémonos en el tramo Fernández Oro-Cipolletti que en las últimas semanas no hubo movimientos de trabajo.

Saliendo a pocos kilómetros de Cipolletti, se observa un cartel a menos de un metro de la cinta asfáltica que indica el precio del kilo de cereza que se vende en una precaria casilla. Cuando cae el sol, esos carteles se vuelven casi invisibles para el conductor y se tornan sumamente peligrosos si por alguna causa necesita bajar a la banquina.

Interminables líneas de tachos de 200 litros que se pueden divisar entre el límite del asfalto y la banquina es otro de los peligros que debe sortear el automovilista y más aún cuando viene un camión o camioneta de frente disminuyendo sensiblemente el ancho de la ruta para ambos conductores.

El tramo número dos de la Ruta Nacional 22, que abarca el trayecto de Fernández Oro y el acceso a la Isla Jordán en Cipolletti, es el que se incluyó a ejecutar en este último tiempo según el cronograma de trabajo reflejado por la UTE CN-Sapag/CPC, empresas encargadas de la obra. Faltaría todavía definir el tramo entre Isla Jordán y rotonda de acceso para ingreso al puente carretero Cipolletti-Neuquén. Incluso el intendente Abel Baratti solicitó a Vialidad Nacional precisiones sobre esta obra teniendo en cuenta que es la zona de alta circulación para la ciudad.

Los atrasos de las obras se vienen dando en forma periódica. Esto se vio reflejado en declaraciones conocidas a mediados del 2013, desde Vialidad Nacional, al expresar que el ritmo de la obra no era el deseado. El ingeniero del organismo nacional, César Margiotta, argumentó en ese entonces que se estaba realizando otros tipos de trabajos de acuerdo a la época del año y eso definía los retrasos. Pareciera que toda aquella foto de 2013 se vuelve a repetir este año: obras nuevamente paralizadas y los peligros a los que deben someterse los conductores que días tras día transitan por esta ruta. En estos días, este diario intentó comunicarse con representantes de Vialidad Nacional con sede en Río Negro para consultarles acerca de la situación de la obra, pero no tuvo respuesta al llamado. Desde las empresas aseguraban que todo este retraso estaba dado por la falta de giro de fondos de Nación y los problemas de pago ante los reclamos sobre mayores costos generados por la inflación, dejando entrever serias dificultades de financiamiento.