Papa: que el Mediterráneo no sea un cementerio
Francisco pidió recuperar los grandes ideales que forjaron Europa con su “patrimonio cristiano”, en su visita a la sede de las instituciones europeas en Estrasburgo. Exhortó a “acoger y ayudar” a pobres e inmigrantes ilegales, con leyes más justas.
AP
ESTRASBURGO, Francia (AP/AFP).- El papa Francisco pidió a Europa que elabore una política inmigratoria unificada y justa, afirmando que los miles de refugiados que llegan a sus costas necesitan aceptación y ayuda, no políticas egoístas que generan conflicto social y ponen vidas en peligro. Francisco llamó a los dirigentes de una Europa “envejecida” a asumir un mayor protagonismo en el mundo y reclamó políticas más solidarias con los pobres y los inmigrantes ilegales. En dos discursos que sorprendieron por el tono abiertamente crítico, el papa argentino comparó a Europa con una “abuela” y le pidió que vuelva a ser una “referencia para la humanidad”. Y tras constatar las tensiones políticas persistentes en Europa, el pontífice, descendiente de inmigrantes italianos, pidió a este continente “replegado en sí mismo” no caer “en las tentaciones del pasado” y asumir un papel protagónico inspirado en los valores cristianos. Francisco habló ante el Parlamento Europeo durante una visita breve en la que presentó su visión para Europa, un cuarto de siglo después de que Juan Pablo II habló a un continente aun dividido por la Cortina de Hierro. Francisco, que recibió un aplauso amable antes de su discurso y una ovación al finalizar, dijo que quería transmitir un mensaje de esperanza a europeos desconfiados de sus instituciones, agobiados por la crisis económica y espiritualmente a la deriva en una cultura que en su opinión ha dejado de valorar la dignidad del ser humano. “Una Europa que ya no está abierta a la dimensión trascendente de la vida es una Europa en peligro de perder lentamente su alma’’, dijo. Exhortó a los legisladores a promover políticas de creación de empleos y aceptación de los inmigrantes, y dijo que “no podemos permitir que el Mediterráneo se convierta en un vasto cementerio’’. El jesuita argentino advirtió que la falta de una política migratoria coherente “contribuye al trabajo esclavo y las tensiones sociales persistentes’’. Después de hablar en el Parlamento, el pontífice acudió al Consejo de Europa en medio de fuertes medidas de seguridad, con una zona acordonada y botes policiales patrullando el río entre las dos instituciones. El aplauso más sostenido se produjo cuando habló sobre la “violencia bárbara’’ contra los cristianos en buena parte del mundo en medio del “silencio vergonzoso y cómplice de muchos’’.
AP
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