Cipolletti: en el Distrito Noreste se sienten abandonados
Los vecinos del barrio de Cipolletti le piden al gobierno municipal más acción ante la falta de respuesta a sus problemas, como baldíos abandonados y la proliferación de yuyales.
PREOCUPACIÓN DE LOS VECINOS
CIPOLLETTI (AC).- En el Distrito Vecinal Noreste se sienten olvidados. Lo que se proyectó como una solución al problema habitacional de Cipolletti, como una miniciudad con todos los servicios, terminó siendo un anhelo. Los pocos habitantes que se mudaron allí padecen desde arañas, ratones y bichos de todo tipo por la cantidad de baldíos abandonados, escasa presencia policial y una calle principal a la espera el asfalto.
Baldíos por doquier. Terrenos con carteles que indican el nombre del propietario, aunque con una ausencia que es evidente al observar el abandono de esos metros cuadrados. Según Millaray, una vecina del lugar, no recuerda cuándo fue la última vez que vio a alguien fumigar.
A lo lejos se pueden ver las malezas que llegan a la altura de las rodillas. Uno de los vecinos indicó que esa es una “futura plaza”, dice don Alarcón, mientras señala el terreno.
“Entraron a robar dos veces a mi casa, y una vez a la de mi hijo. Tenía miedo porque no sabes lo que te pueden hacer”, dijo asustada Millaray. “La policía no pasa nunca, puede ser uno cada muerte de obispo”, agregó.
En el Distrito Vecinal Noreste viven más de 320 familias, de planes y cooperativas de viviendas. Ellos, son lo que usan a diario la Saturnino Franco, la calle principal y según sus dichos, los que tienen que padecer los días de viento y lluvia.
En abril del año pasado, después del temporal que se sufrió en la región, los vecinos del sector estuvieron semanas sin poder salir del barrio por el estado en el que se encontraba la Saturnino Franco. Los colectivos no llegaban y mucho menos las motos y autos. María Giménez es una de las vecinas que luchan para que el asfalto no sea sólo una utopía. “Mi marido tiene moto y cuando hay mal tiempo es imposible pasar por ahí”, comentó.
En noviembre de 2014, un grupo de vecinos se reunió con el intendente Abel Baratti para plantearle sus inquietudes. “Le solicitamos el arreglo de calles, un espacio verde y una salita de primeros auxilios, en donde también se incluyó el pedido de asfalto de la calle principal”, explicó Víctor Alarcón, uno de los promotores de este proyecto.
El resultado de ese encuentro dejó la puerta abierta para una segunda reunión, la cual se concretó el 18 de diciembre. En esa oportunidad estuvo el intendente de la ciudad, junto a Carlos Moreira, secretario de Obras Públicas.
“Vimos un presupuesto de lo que deberíamos pagar en caso de que la obra se concrete. A diferencia de lo que ocurre, estaríamos todos dispuestos a pagar por el asfalto de la Saturnino Franco, seamos frentistas o no”, explicó Alarcón y agregó que “el beneficio sería para todos”.
PREOCUPACIÓN DE LOS VECINOS
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