Se deteriora el superávit

En Río Negro el superávit fiscal sufrió un fuerte ajuste. La estadística del cierre del primer trimestre muestra que las cuentas públicas de la Provincia necesitarán de alguna ayuda extra en poco tiempo más.

Redacción

Por Redacción

Finanzas Rionegrinas

La estadística del primer trimestre del año muestra que las cuentas públicas rionegrinas sufrieron un importante deterioro.

Datos del Ministerio de Economía dan cuenta de que el resultado económico (cifra que refleja el nivel de ahorro de la provincia) alcanzó, al cierre del primer trimestre del año, los 395 millones de pesos, un valor alejado de los 1.467 millones logrados durante el mismo período del año anterior. Cabe señalar, para ser ecuánime en el análisis, que a principios del 2015 las arcas provinciales se vieron beneficiadas por los ingresos extraordinarios que llegaron de la mano de las negociaciones por las prórrogas de las áreas petroleras. Este concepto se observa claramente con la evolución interanual que reflejaron los recursos corrientes durante este año. Sólo crecieron 4% contra un 79% del año anterior (ver infograma adjunto).

Lo preocupante es que, pese a que los ingresos se estabilizaron, los gastos siguieron incrementándose con la inercia de los últimos años. En este primer trimestre saltaron en forma interanual 34%. Si bien la cifra se ubica en torno a la inflación proyectada para todo el corriente año, el gobierno debería tener en claro que los ingresos continuarán, por lo menos en lo que al mediano plazo se refiere, sin grandes variaciones.

El contexto nacional avala esta teoría. Los más optimistas esperan para este año que la economía argentina presente un crecimiento en torno al 1%. Este indicador también se verá reflejado en las cuentas de las provincias con las transferencias que llegan por coparticipación y el fondo sojero.

En relación al escenario local, los motores económicos privados para Río Negro son esencialmente tres: energía, fruticultura y turismo. En relación al primero, podemos señalar que para el 2016 no se esperan importantes saltos sobre la producción hidrocarburífera en toda la región del norte de la Patagonia, por lo tanto los ingresos por regalías para todo el 2016 acompañarán, en el mejor de los casos, los índices de inflación. Sobre la fruticultura, no existirán grandes cambios, pese a observarse un mejor cuadro macroeconómico para su desarrollo; los impuestos que aportará el sector no serán significativos para ayudar a dar vuelta los problemas que presentan las arcas fiscales. Por último tenemos el turismo, cuyas perspectivas no son las mejores, por lo menos en lo que se refiere a la temporada invernal que se avecina. Todo parece indicar que la corrección del tipo de cambio, clave para el turismo receptivo externo, no termina por tentar a los brasileños, chilenos, europeos o norteamericanos para venir a disfrutar de las pistas de la región.

Respecto de la tendencia que muestran las erogaciones corrientes, todo indica que difícilmente puedan desacelerarse teniendo en cuenta la inflación proyectada para este año y la demanda salarial –partida clave en este segmento del gasto–, que seguirá presionando sobre las cuentas públicas rionegrinas (ver recuadro).

Cómo sigue la historia

Complicada. Así seguirá la historia para las cuentas públicas si no se toman algunas medidas presupuestarias para corregir la inercia que presenta la tendencia del gasto y de los ingresos. Según fuentes del Ministerio de Economía, no está en la agenda del gobernador Weretilneck realizar ajustes presupuestarios sobre la masa salarial. “Defenderemos el salario del empleado público y su poder adquisitivo. Nuestra política es, como lo hecho hasta ahora, acompañar la suba salarial con la inflación”, destacó el funcionario consultado. Los números que hoy muestra la administración Weretilneck están ordenados. Esta fue una constante en los más de cuatro años que estuvo al frente del Ejecutivo. Sostener un superávit (tanto corriente como financiero) en un contexto donde el resto de las provincias muestra vertiginosos desequilibrios no deja de ser un mérito.

Pero este esquema será difícil de sostener. En este sentido, no hay mucho secreto: hoy se aumentan los ingresos o se disminuyen los egresos. Las provincias por lo general ajustan gastos recortando obra pública. Río Negro no tiene margen para ello, ya que es ínfima la partida que tiene para ello (ver recuadro). Sobre los recursos ya mencionamos que es poco probable que puedan incrementarse. Queda la toma de deuda, una carta que todavía tiene la provincia y que seguramente comenzará a utilizar a partir del segundo semestre del año.

Los pasivos provinciales se ubican hoy en los 5.200 millones de pesos. Conforme a la ley de Responsabilidad Fiscal, Río Negro estaría en condiciones de duplicar ese monto en poco tiempo. La reciente salida del default del país sin dudas ayudará a la colocación de deuda a una tasa mucho más accesible.

La crítica, la de siempre: fondos que van a cancelar gastos corrientes cuando existen necesidades impostergables de inversiones en infraestructura en toda la provincia.

Javier Lojo

jlojo@rionegro.com.ar


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