“La Profecía”, una saga que no resultó
Si bien “Damien”, la serie que se estrena mañana, hace caso omiso a las secuelas del clásico de 1976, la verdad es que se hicieron tres películas más que seguían los sucesos ocurridos en la primera. Es más, hasta hay una remake que está por cumplir una década el mes que viene. A continuación, te contamos de qué trataban estos (innecesarios) largometrajes de la saga.
Damien: La Profecía II (Damien: Omen II, 1978)
Después de la repentina y sospechosa muerte de sus padres, Damien vive ahora con sus tíos. Ya tiene 13 años y de a poco va descubriendo su verdadera identidad y a lo que está destinado. Es por eso que el chico planea fríamente apoderarse del imperio empresarial de su tío para comenzar su dominio del mundo. Por supuesto, todos los que intentan revelar su secreto o tratar de detenerlo encontrarán la muerte de una forma brutal y cruel.
La Última Profecía (The Final Conflict, 1981)
Damien ya tiene 32 años. Se ha convertido en un ejecutivo bastante exitoso que, además, tiene una excelente relación con las altas esferas del gobierno. Su único objetivo es convertirse en el presidente de los Estados Unidos para así finalmente conquistar el mundo. En el camino para alcanzar esto, mata a todo aquel que se le cruce en el camino. Un grupo de sacerdotes conoce la verdad, y con las dagas de Meggido en su poder, tratarán de detenerlo.
La Profecía IV (Omen IV: The Awakening, 1991)
Película hecha para televisión, aunque se estrenó en cines en algunos países. Karen y Gene no pueden tener hijos, es por eso que adoptan a una niña a quien llaman Delia. Ni bien la nena comienza a crecer, extraños sucesos y muertes inexplicables empiezan a acontecer. Poco a poco Karen se va dando cuenta de que algo raro ocurre con su hija y que una conspiración siniestra -realizada por muchas personas que rodean a su familia- se desarrolla para encubrir algo diabólico.
La Profecía (The Omen, 2006)
Largometraje estrenado 30 años después de la película original y que abrió en todos los países el 06/06/06. Gran marketing, pésima obra. La película no tiene ni la grandeza, ni la frescura ni la excelencia de su antecesora. En los papeles principales estaban Liev Schreiber, Julia Stiles y Mia Farrow -El Bebé de Rosemary (Rosemary’s Baby, 1968). Lo dicho, marketing-Gracias a Dios (nunca más acertada la frase) a nadie se le ocurrió reiniciar la saga y sacar secuelas de este bodrio.
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