El gerente de Tía admitió la ausencia de alarmas
La máxima autoridad de supermercados Tía admitió en Buenos Aires a "Río Negro" que el local de Comodoro no tenía sistema de detección de incendios. "Son muy caros"dijo.
BUENOS AIRES .- El gerente general de Casa Tía, Víctor Pereyra, reconoció que la sucursal de Comodoro Rivadavia -donde se desató el trágico incendio que causó la muerte de una mujer y más de medio centenar de heridos-, carecía de un detector de incendios, aparato que transmite una señal ante la presencia excesiva de humo.
«Es un sistema muy caro que no existe en todos lados, los locales nuevos de Norte lo tienen, pero muchas veces no se utilizan», se excusó Pereyra.
Empero, el gerente de Tía consideró que «de todos modos la tragedia no se hubiera evitado, pues el problema fue la espectacular rapidez con que se propagó el fuego, así como que se esparció en varios sectores a la vez».
En declaraciones a «Río Negro», el ejecutivo aseguró que la empresa cumplió con todas las medidas de seguridad exigibles, y negó defectos en las alarmas: «No fallaron, sino que el siniestro se produjo donde estaban instaladas, lo que impidió su funcionamiento». «Incluso -agregó-, hay instalaciones contra incendio conectadas a un tanque de 30.000 litros de agua, pero lamentablemente, al derrumbarse el techo cayó sobre esos dispositivos.»
El empresario comparó lo ocurrido con las alarmas y los extinguidores, con un avión al que se le hubiera dañado el mecanismo que acciona las máscaras de oxígeno. Pereyra explicó que «la gente en su desesperación por salir rompió los vidrios, lo que avivó el fuego, y esto se sumó al viento de la ciudad para hacer más incontrolable el suceso».
El máximo referente de la firma a nivel nacional rechazó las críticas a las condiciones edilicias del local de Comodoro Rivadavia: «Tiene más de una década de funcionamiento y en febrero de este año se lo remodeló». En cuanto al techo, dijo que su material es el que se utiliza en todos los shopping.
La tragedia del martes en Comodoro hizo que se replantearan las condiciones de seguridad de los grandes locales comerciales.En Neuquén el Concejo Deliberante exigió inspecciones a los bomberos.
Pereyra afirmó que es poco probable que la explosión se hubiera desatado -como se especula- cuando se estaba reparando una membrana del cielorraso: «En ese caso, tendrían que haber fallecido, o sufrido quemaduras gravísimas los operarios, mientras los únicos damnificados fueron quienes estaban abajo en el salón».
De todos modos, en la eventualidad de que esa haya sido la causa de la tragedia, el ejecutivo rechazó la crítica acerca de la hora en que se desarrollaron las tareas de reparación: «No nos engañemos, nadie trabaja de noche en este país, ni Gas del Estado, ni las empresas de teléfonos, le pido que averigüe en diez empresas de membranas, cuántas trabajan en horario nocturno».
El gerente también se opuso a que la causa haya sido un escape de gas «porque no hay en esa instalación».
La autoridad de Tía, señaló que «un juez está a cargo de la causa y se están haciendo todas las pericias, no obstante lo cuál se largaron cualquier cantidad de versiones, hasta se habló de pirotecnia y nosotros no vendemos ningún tipo de explosivo». A título personal, Pereyra estimó la posibilidad de que el episodio haya sido ocasionado por un cortocircuito eléctrico que se propagó sobre pañales o productos textiles.
El ejecutivo se mostró apesadumbrado, y recordó que Tía es una casa comercial que tiene 50 años y Norte (su actual asociada) 37. «Nunca tuvimos una víctima, porque en el peor de los casos los incendios fueron perfectamente controlados con los mecanismos de seguridad con que contamos. Incluso tenemos un departamento técnico que realiza inspecciones permanentemente».
El empresario concluyó: «Vamos a alquilar una oficina para seguir dando la cara frente a los damnificados, nos hemos ocupado de trasladar en avión a la mujer herida que tuvo su bebé, hablaremos con los vecinos del local que tuvieron problemas y verificar las causas del accidente para que algo así no vuelva a pasar. No me preocupa el tema económico porque la empresa sabe que son negocios de riesgo, sino que se pueda atenuar el dolor».
Qué pasará con el súper
En las últimas horas del martes llegó a Comodoro Rivadavia el jefe de Recursos Humanos de supermercados Tía, Luis Fernández, quien se reunió por la mañana con los 194 empleados de la sucursal local, en el Centro de Empleados de Comercio de esta ciudad.
Tras el encuentro, Fernández dijo a la prensa que les garantizó a los trabajadores que continuarán cobrando sus salarios mientras se construya la nueva sucursal y retomen su trabajo.
«La prioridad para nosotros es preservar la fuente de trabajo», sostuvo el directivo y la «empresa seguirá pagando los sueldos» hasta que se reabra Tía, que «va a seguir estando en Comodoro», aseguró.
Fernández precisó que la empresa tiene 50 años de existencia en el país y trabajan 17 mil personas en todo el territorio argentino, distribuidos en 150 sucursales, donde se atienden a 12 millones de personas por año. El directivo señaló, además, que dentro de dos días la empresa informará adónde construirá su nuevo edificio, si en el mismo lugar donde quedaron las ruinas o en otra zona.
La policía informó ayer por la mañana que la única víctima fatal del voraz incendio fue identificada como María Elena Maliqueo, de 49 años, cuyo cadáver no había sido reconocido hasta ahora porque quedó totalmente irreconocible por el fuego.La familia de la mujer logró reconocerla a través de los anillos que llevaba puestos. (DyN)
«Homicidio culposo» o «lesiones graves»
El juez de instrucción José Rago, a cargo de la investigación del trágico incendio ocurrido ayer en el supermercado Tía de Comodoro, descartó ayer que se haya tratado de un atentado y estimó que el fuego se habría originado durante la colocación de una membrana en el techo de la sucursal, trabajo que se realizaba en esos momentos.
El juez Rago aseguró que según el resultado de las pericias la carátula podría cambiarse a «homicidio culposo» o «lesiones graves».
Rago mantuvo ayer una reunión con integrantes del Concejo Deliberante local a quienes les explicó que «tenemos confirmado que había gente trabajando en el techo instalando una membrana impermeabilizante. Pero aún no podemos establecer si el problema comenzó allí».
Rago secuestró cuatro videos del sistema de seguridad interno del supermercado -destinados a filmar a los clientes mientras recorren las góndolas- que muestran la actividad que hubo en el centro comercial antes del inicio del incendio. «Hasta ahora hemos visto el movimiento de gente en el interior, pero no llegamos al momento de la crisis. Eso lo analizaremos en las próximas horas», comentó Rago al periodismo.
El juez comentó hoy que «dentro del local había matafuegos y un sistema de mangueras que no alcanzaron a ser utilizados porque tenían que accionarse manualmente. No había un sistema automático contra este tipo de siniestros».
Adrián Di Feo, el bombero voluntario que ayudó a la joven embarazada dijo que la gente que estaba dentro se salvó milagrosamente gracias a que rompieron vidrieras para escapar de las llamas, ya que no había salidas suficientes».
BUENOS AIRES .- El gerente general de Casa Tía, Víctor Pereyra, reconoció que la sucursal de Comodoro Rivadavia -donde se desató el trágico incendio que causó la muerte de una mujer y más de medio centenar de heridos-, carecía de un detector de incendios, aparato que transmite una señal ante la presencia excesiva de humo.
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