Millonarias pérdidas por incendios

Habría más de 600.000 hectáreas afectadas. El escaso nivel de respuesta ante fenómenos de tal magnitud quedó de maniefiesto. La asistencia desde el gobierno nacional sólo fue retórica. Se espera por ayuda financiera y exención impositiva.

Si algo le faltaba al inicio de un 2017 que luce complicado, es una catástrofe natural de proporciones. Pero aun peor, es haber comprobado una vez más el escaso nivel de respuesta para hacer frente a una contingencia de semejante magnitud.

Todos los recursos disponibles en la provincia fueron insuficientes para dar respuesta a la necesidad de controlar los distintos focos activos, y la asistencia desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, fue apenas retórica.

La visita del ministro Sergio Bergman, no se tradujo en una mayor capacidad de lucha contra el fuego. Por el contrario, el funcionario se limitó a visitar a los damnificados, y sus declaraciones públicas no hicieron más que acrecentar el malestar. “Lo que parecía una especie de profecía apocalíptica, los argentinos y el mundo empezamos a ver que acá tenemos incendios, en Santa Fe inundaciones, y esto habla justamente de lo que se llama adaptación, que es cómo nos vamos a ir organizando para que frente a lo que le hicimos al planeta, que nos devuelve multiplicado con estas catástrofes, estemos en condiciones de minimizar riesgos”, indicó el ministro en su recorrida por las zonas afectadas.

Desde esta columna se alertó hace 15 días sobre la alta probabilidad de focos de incendio en distintas zonas de Río Negro. El INTA realiza relevamientos periódicos en las zonas de riesgo y había advertido en un extenso informe durante diciembre, que por las condiciones climáticas observadas en el invierno y la primavera, la probabilidad de ocurrencia de incendios durante el verano era muy alta.

Los factores que influyen para que se produzca un incendio son múltiples, pero la acumulación de material herbáceo en el pastizal natural (gramíneas y dicotiledóneas), en combinación con las altas temperaturas, el viento y/o las tormentas eléctricas registradas durante los últimos 15 días, fueron determinantes.

Las zonas más afectadas, son en Río Negro el este y la margen norte en los departamentos de Adolfo Alsina y General Conesa, el norte de Guardia Mitre, el sur de Viedma y el paraje General Palacios, el departamento de Caleu Caleu en la Pampa y los partidos de Villarino y Patagones en la provincia de Buenos Aires. Se estima que hasta el momento hay unas 600.000 hectáreas afectadas. Según las estimaciones del INTA, la pérdida de forraje supera las 400.000 tn. Si se considera sólo el costo de oportunidad del forraje cosechable, esto representa una pérdida superior a los $240 millones. Si bien no se cuenta con estimaciones precisas de las pérdidas materiales, se han observado alambrados, instalaciones de manejo y hacienda quemada en varios casos. Lo cual sugiere que las pérdidas económicas son muy superiores a la mencionada precedentemente.

En algunos casos los productores han perdido todo el forraje por lo cual deberán trasladar hacienda a otros campos o confinarlas y proveerles alimentos externos. En cualquier caso tantos los productores como la provincia enfrentarán pérdidas económicas enormes. Se recomienda realizar un listado consolidado de campos con disponibilidad para recibir hacienda así como un listado de proveedores de forraje a nivel regional para mantener la hacienda de los campos más afectados.

La provincia de Río Negro anunció que asistirá a los afectados con alimento para el ganado, para evitar que los productores deban mal vender los animales. Se aguarda por el anuncio desde Nación, en cuanto a si se establecerá algún régimen de exención impositiva para quienes sufrieron millonarias pérdidas.


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