El día en que de verdad murió Bob 29-07-03
Ayer murió Bob Hope, una de las glorias de la comedia americana. Tenía 100 años. En 1995 medios de EE. UU. habían anunciado su muerte erróneamente. "Me parece una noticia exagerada", había dicho entonces.
NUEVA YORK (DPA).- Hace unos años, la noticia errónea sobre la muerte de Bob Hope fue calificada por el «Washington Post» de «bastante exagerada». Una ironía que le gustaba al humorista, que murió ayer, dos meses después de haber cumplido un siglo de vida. Hope estaba desayunando cuando lo llamó un legislador para alarmarlo sobre su supuesta muerte. El actor, que entonces tenía 95 años, contestó que la noticia no le resultaba del todo creíble.
El origen de la versión había sido un obituario emitido por error por una agencia noticiosa Cuando llegó a los cien años el pasado 29 de mayo, también hubo una humorada disponible en el archivo de ocurrencias de Hope: «La edad es sólo una cifra, aunque en mi caso es condenadamente elevada.» Sin embargo, en los últimos tiempos el actor ya no se dejaba ver en público. En 1996 grabó su último programa especial para la NBC, «Bob Hope Laughing with the Presidents».
Un año después fue distinguido como Veterano Honorario por el Congreso estadounidense y en 1998 fue consagrado caballero por la reina Isabel II de Inglaterra. Poco antes de su muerte, su hija Linda, de 63 años, editó un libro con él, «Bob Hope: My Life in Jokes», que recopila sus chistes Hope puede ser considerado el más estadounidense de los humoristas, pero seguramente conservó algo del humor británico cuando cruzó el Atlántico a los cuatro años. «Inglaterra», dijo alguna vez, «fue el escenario de mi presentación más grandiosa: allí nací». Hope se definía como hijo de padres ingleses, «demasiado pobres para ser británicos».
El traslado al Nuevo Mundo aparentemente fue decidido por sus progenitores cuando descubrieron que su hijo «no llegaría a ser rey». Lustrabotas, vendedor de diarios, boxeador, esos fueron los primeros oficios con los que Hope se tuvo que ganar el dinero para solventar sus estudios en Cleveland, Estado de Ohio. Ejerciéndolos descubrió la felicidad de alegrar a la gente, ya su rostro cómico, en el que sobresalía la barbilla y la nariz, se asemejaba a una pista de esquí.
Durante algunos años recorrió Estados Unidos integrando elencos de varieté, aprendiendo lo suficiente como para lograr papeles menores en musicales y espectáculos de revista en Broadway. En 1932 ya era conocido como estrella de la opereta en Nueva York, tres años más tarde tenía su propio programa de radio Hollywood abrió sus brazos para recibir al cómico en ascenso y en 1940 conquistó celebridad mundial con «Road to Singapore», la primera de toda una serie de «road-movies», coprotagonizadas en su mayoría con Bing Crosby. Hope filmó un total de 70 largometrajes.
La base de su éxito estaba en su duro trabajo para hacer reír a los demás. Miles de páginas con chistes escritos por el actor llenan los cajones de dos grandes armarios cuidados como santuarios en su mansión de Toluca Lake, en California, donde vivía desde 1940 con su esposa Dolores, con quien se había casado en 1934. Hope siempre trabajó sistemática e intensamente sobre todas las ideas propias y ajenas para armar un «gag», revisando una y otra vez su efectividad humorística y descartando todo lo que no pudiera poner en escena sin dificultades de comprensión para el público Su humor no se detenía ante ninguna jerarquía: «El presidente Nixon entiende algo de China. Puede ordenar comida china sin pedir la carta».
Republicano confeso y ferviente simpatizante de su país adoptivo, se mantuvo sin embargo con las críticas dentro de un marco patriótico. Durante la Segunda Guerra Mundial, en 1941, comenzó su actividad honorífica animando a las tropas estadounidenses en los frentes de batalla, que mantuvo, pasando por Corea y Vietnam, hasta la Guerra del Golfo de 1991 en Irak «Un bombardero 'Stealth' ('invisible') es una cosa grande, vuela sin ser detectado, bombardea, y se va volando», bromeó en ese momento, «demonios, lo mismo que estuve haciendo toda mi vida.» «Clown del Pentágono», lo calificó por esto el diario moscovita «Isvestiya».
En Estados Unidos se tomaron tan en serio su humor que a los 99 años le dieron su nombre a la capilla de veteranos en el cementerio militar de Los Angeles. También un buque de la Marina estadounidense fue llamado «Bob Hope» y un avión C-17 fue bautizado «The Spirit of Bob Hope» Con motivo de los cien años de Hope, las agencias ofrecieron viajes especiales a los escenarios transitados por el actor, las emisoras de televisión repitieron por enésima vez sus películas y realizaron shows especiales bajo el título de «100 Years of Hope and Humor».
Innumerables libros registran cada detalle de su carrera: 17 veces presentó la entrega de los Oscar, cuatro veces recibió uno él mismo También le fueron otorgados casi 50 títulos de doctor honoris causa, a pesar de que nunca llegó a estudiar en una universidad. Desde el 29 de mayo, se denominan «Bob Hope» plazas, calles, escuelas e instalaciones militares en casi la totalidad de los 50 Estados del país.
NUEVA YORK (DPA).- Hace unos años, la noticia errónea sobre la muerte de Bob Hope fue calificada por el "Washington Post" de "bastante exagerada". Una ironía que le gustaba al humorista, que murió ayer, dos meses después de haber cumplido un siglo de vida. Hope estaba desayunando cuando lo llamó un legislador para alarmarlo sobre su supuesta muerte. El actor, que entonces tenía 95 años, contestó que la noticia no le resultaba del todo creíble.
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