¡Señoras y señores, el circo está por comenzar!
Con dos funciones debuta esta tarde el Microcirco en Neuquén. El espectáculo oriundo de Bahía Blanca estará, por lo menos, durante todos los fines de semana de noviembre. “Río Negro” habló con Guillermo Galassi, su creador, para quien el circo es cultura.
No es un circo trashumante, no necesita de camiones para moverse, ni grandes espacios para instalarse. Es un minicirco, o un Microcirco, tal como decidió llamarlo, hace 16 años, Guillermo Galassi, su mentor, creador, dramaturgo y presentador.
Pero eso no quiere decir que no sea un circo con todas las letras. Su pequeña carpa de 12 metros de diámetro alberga payasos, presentadores, acróbatas, malabaristas y hasta una orquesta en vivo.
“Microcirco nació hace 16 años en Bahía Blanca con un grupo de músicos y artistas circenses. Yo soy el director. Pasó mucha gente por este cirquito. Empezamos con artistas de la calle que después se fueron yendo porque son muy trashumantes, entonces empecé de cero con mis hijos y después se siguió agregando gente y cada dos años o, a veces, cada año cambia la troupe”, comenzó explicando Galassi, un auténtico dueño de circo.
Para las funciones de Neuquén, seis de los 16 artistas en escena serán de la región. “Nosotros nos gusta mezclarnos con la gente donde vamos. Hemos encontrado gente maravillosa acá en Neuquén y uno de a poco va reclutando artistas porque esto no es una troupe cerrada que tiene una formación y nada más. Por ahí venimos en otra etapa y venimos menos. Yo siempre traigo los guiones, los vestuarios y el cómo es la obra. Después al contratar artistas hay que ensayar un poco más, pero tenemos la intención de apertura para artistas locales”, señaló Memo.
Y siguió: “Es un circo que no es trashumante, es un nuevo concepto de circo teatro donde hacemos trapecio, malabares, telas, monociclo, ula ula y lo fundamental son los payasos y la parte humorística que es muy importante para nosotros. Se puede denominar circo teatro, tiene de todo un poco. Y la música en vivo también nos diferencia porque hoy en día un circo con carpa y música en vivo, no debe haber muchos”.
Y no es sólo música, si no también todos los efectos especiales que un circo requiere. “La orquesta hace todos los efectos no solamente la música, el efecto de que se cae el payaso, el efecto cuando pasa alguna cosa graciosa, los músicos están permanentemente viendo lo que pasa para reproducir y darle un toque, un poco como el cine mudo, un poco tiene que ver con eso”, subrayó quien en algún momento fue el payaso y hoy dejó ese lugar para uno de sus siete hijos: el payaso Nicolino.
Ahora están solo ellos dos, pero el Microcirco es un circo familiar. Es que todos los hijos de Guillermo en algún momento estuvieron en escena.
“Es un circo no tradicional y nosotros somos como una primera generación, lo hemos creado con mi familia. Al ser un circo de primera generación es diferente a los circos que ya tiene varias generaciones o que siempre vivieron del circo. No somo trashumantes, vivimos en la ciudad de Bahía Blanca. Y trabajar en familia es un aprendizaje constante. A todos mis hijos les enseñé música, después aprendieron tela, casi todos hace equilibrio en la rola, casi todos hacen malabares, aunque algunos ya han emigrado”, contó.
Lo cierto es que la historia de este pequeño gran circo nació luego de un viaje a Brasil.
“Todo comenzó en un viaje a Brasil con mi hermano que es payaso también. De ahí volví a Bahía Blanca con la idea de armar una carpa y convocar artistas. Eso fue hace 16 años. Los primeros años fueron muy duros porque era un concepto de circo poco visto, a veces algunos no entendían el chiste que es una carpa en miniatura. Pero con el tiempo fue ganando adeptos y hoy en día en Bahía Blanca somos un clásico y en Monte Hermoso también”, rememoró Guillermo.
“Lo que nosotros pretendemos en el circo es que el artista este cercano al público. El artista está como si fuera en un ruedo de una calle, pero en una carpa. La idea fue hacer un circo que tenga llegada a lugares donde un circo grande no pueda llegar, como por ejemplo este lugar (el Paseo de la Costa). Hemos armado en plazas, parques, shopping y hasta dentro de un estadio, porque es muy versátil para ponerla en cualquier lugar”, resumió el músico y artista que hace más de 20 años dedica su vida al circo, casi por completo.
Puede haber sido difícil al principio pero lo cierto, es que 16 años después la historia es otra. La propuesta se entendió y prendió en un público que agradece función tras función.
“ Lo que he recibido de la gente es la calidez que nosotros queremos dar. Nosotros al ser un circo sui generis, tenemos una onda diferente, propia, que no se parece ni al circo tradicional, ni al circo moderno y que un poco tiene que ver la impronta personal mía que he visto muchos circos desde chico –imaginate que tengo 60 y la televisión la vi a los 8 o 10 años, antes solo veía circo, aclara–”.
“ He tomado lo que me ha quedado en el imaginario y he trata do de hacer una recreación con mi propio criterio de lo que yo creo que es un circo y con mucho respeto porque amo el circo”, cerró.
“Yo creo que el circo es la expresión artística más popular, tiene llegada desde a un chico de dos años a una persona de tercera edad”,
subrayó Guillermo Galassi, el dueño del circo, sobre el arte que lo apasiona.
Las entradas para el Microcirco cuestan 200 pesos y se pueden conseguir en su boletería, durante los días de función.
“Esto es una recreación de un circo, se puede denominar circo teatro, tiene de todo un poco. Y la música en vivo también nos diferencia”,
puntualizó el director y presentador sobre el Microcirco.
gentileza
La carpa estructural con lonas de todos colores fue creada desde cero por Guillermo Galassi, el dueño de este circo en miniatura.
El circo en números
“Un viaje en el tiempo”: la propuesta de este año
Todos los años el Microcirco de Bahía Blanca, le ofrece a sus espectadores frecuentes un show nuevo. Este año, el espectáculo es “Un viaje en el tiempo. Un circo de 100 años”.
Con esa propuesta es con la que llegará y se instalará en el Paseo de la Costa de Neuquén.
“Este espectáculo tiende a crear la situación al público de cómo era un circo hace 100 años donde no había televisión, no había tablet, no había internet y cuando digo eso, los chicos se agarran la cabeza”, comenzó explicando Guillermo Galassi, o “Memo”, el dueño y creador del minicirco y de los espectáculos también.
“Queremos transmitir lo divertido que era el circo, y la emoción que sentía la gente en esa época donde la única cosa era el circo.
Después se dan situaciones con los payasos que en esa época no era tan aceptado, el cómo se integra al circo, cuenta un poco la historia de cómo el payaso deja de ser un artista de segunda para ser el principal artista como es en la actualidad”, agrega el dramaturgo circense.
Y agrega: “Esa situación imaginaria que hacemos con el público, ese juego de imaginar que estamos viajando en el tiempo alecciona con respecto a lo importante que es el espectáculo en vivo, el contacto con el artista, y no tanta tecnología”.
Además contó que se trata de una historia basada en la película “El Circo” de Charles Chaplin. “Tiene música de Chaplin, hay música Offenbach, tocamos el ‘Can can’ original, tocamos música de la época, valses. En general tratamos de generar un ambiente de 100 años atrás y que no haya tecnología dando vuelta. Los vestuarios, el lenguaje, todo antiguo y sobre todo la música. Hay instrumentos que son de esa época. Un poco es un homenaje a Charles Chaplin, el padre de todos los clowns”, cierra sobre la propuesta que podrán ver los neuquinos y valletanos durante los fines de semana de noviembre.
Datos
- “Yo creo que el circo es la expresión artística más popular, tiene llegada desde a un chico de dos años a una persona de tercera edad”,
- Las entradas para el Microcirco cuestan 200 pesos y se pueden conseguir en su boletería, durante los días de función.
- “Esto es una recreación de un circo, se puede denominar circo teatro, tiene de todo un poco. Y la música en vivo también nos diferencia”,
- La carpa estructural con lonas de todos colores fue creada desde cero por Guillermo Galassi, el dueño de este circo en miniatura.
- 1:15
- horas dura cada una de las funciones. Son de corrido, sin cortes. Se permite entrar con comida y bebida.
- 150
- personas es la capacidad máxima de la minicarpa de circo.
- 2
- funciones habrá cada día: sábados y domingos (a las 19 y 21) por, al menos, un mes. Si hay mucha demanda, se podrían hacer tres funciones.
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