“Quiricocho”, sal, cuernitos: los métodos para “mufar” al rival
El mundo del fútbol está repleto de supersticiones y cábalas, a favor y en contra, para “ayudar” al equipo propio o tratar de “mufar” al rival.
Desde hace muchos años en las canchas argentinas se escucha “quiricocho”, cada vez que el rival trae peligro. En el mundo mágico del fútbol, se le atribuyen “poderes” a esa palabra a tal punto que el delantero adversario pifiará el gol.
Según dicen, los “quiricochos” no deben ser desperdiciados, y su número es limitado en cada partido.
Los ejemplos son interminables y los cultores de este “folclore” siguen vigentes.
Dos de los más conocidos son los técnicos Reynaldo “Mostaza” Merlo, con sus clásicos “cuernitos” cada vez que patean contra el arco de su equipo, y el “Narigón” Carlos Salvador Bilardo, con una batería de acciones que ya se convirtieron en afamadas anécdotas.
Tirar sal, como en el clásico Deportivo Roca-Cipolletti es otra de las clásicas mufas.
También se le suelen arrojar calas, una flor asociada con los cementerios. A Merlo solían taparle de flores el banco de suplentes.
Para tratar de maldecir al rival se han hecho cosas increíbles como “Los gatos de Racing e Independiente”.
Una historia dice que los hinchas de Independiente, aburridos de los éxitos de Racing en los 60’, maldijeron a su vecino y enemigo.
Dice la leyenda que un grupo de aficionados del rojo enterró siete gatos en la tribuna popular del Cilindro. Racing, que había sido campeón en el 66 en Argentina y se había llevado la Libertadores y la Intercontinental del 67, estuvo décadas sin ganar títulos y, lo más extraño, en el arco “maldito”, muchos arqueros “se comieron” goles increíbles.
A cada método para “mufar” se le debe aplicar su “antídoto”. Para eso están las cábalas de la buena suerte.
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