San Sebastián reunió seis mil fieles en Las Ovejas
La festividad religiosa se transformó con los años en una cita ineludible del norte neuquino.
LAS OVEJAS (AZ).- Cada año la ceremonia se repite y miles de fieles llegan desde distintos puntos del país hasta Las Ovejas para venerar a San Sebastián. Poco importa la distancia o las dificultades del viaje, el objetivo para los devotos es estar presente en la celebración que ya lleva cincuenta y cuatro años en forma ininterrumpida desde que la imagen llegó hasta allí proveniente de Yunbel, Chile.
En esta edición la cantidad de público que estuvo presente en el santuario rondó las seis mil personas de acuerdo a las estimaciones de las autoridades locales. Los tres campings privados, el predio de la iglesia y la casas de familia se vieron desbordadas como ocurre habitualmente para esta época del año en la pequeña localidad cordillerana.
Para entender tanta muestra de fe basta con recorrer el pequeño pueblo, de aproximadamente 1.500 habitantes, y encontrarse con historias de agradecimiento y esperanza reflejada en cada rostro de los visitantes, que año a año renuevan su presencia.
Héctor Godoy es el intendente de Las Ovejas y en forma elocuente se encarga de expresar su alegría por la celebración. “Para nosotros fue un desafío muy grande ya que asumimos hace poco tiempo y a corto plazo debimos hacer frente a la visita de tantos fieles”. Sin embargo destaca y valora la férrea voluntad de la gente del pueblo, que trabaja todo el año en la elaboración del festejo. “Es fundamental el papel que juega la iglesia, la policía y en definitiva todos los habitantes, que son los artífices del éxito de esta convocatoria”.
El Consejo Pastoral trabaja intensamente para concretar una tarea sin fallas y cuyo objetivo primordial parece ser mejorar cada año. Mirta González, integrante de la iglesia, reparte su tiempo entre la organización de los eventos y cuidar cada detalle de la celebración.
En medio de tanto ajetreo alcanza a expresar que “somos alrededor de 50 personas las que estamos en la coordinación del evento por parte de la iglesia”. Al mismo tiempo afirma que este grupo de personas está dividido en áreas tales como liturgia, velación, cabalgata y radio.
Una gran cantidad de actividades eclesiásticas desarrollan los fieles durante los nueve días que dura la fiesta. Así, pueden tomar parte en misas, cursillos prebautismales, la tradicional velación y la vigilia previa a la peregrinación que se lleva a cabo hasta la gruta ubicada a unos tres kilómetros del pueblo.
Justamente ese fue uno de los momentos más conmovedores de esta edición . Allí, bajo un sol impiadoso, seis mil almas dieron una lección de fe unidos bajo el mismo lema. Fueron innumerables los que optaron por recorrer el camino, árido y lleno de piedras, descalzos, ofreciendo una muestra más de devoción.
Trabajo, salud y paz fueron los pedidos y agradecimientos más escuchados pero internamente cada peregrino efectuó su propia oración. Una joven mujer que recorrió el trayecto hasta la gruta refirió que su visita tenía estrecha vinculación con un agradecimiento por salud.
La imagen de San Sebastián llegó a Las Ovejas hace 54 años proveniente de Yunbel (Chile) y desde ese momento se instauró la celebración anual.
Todo cambia cada año por esos días
Desde el 11 hasta el 20 de enero de cada año, Las Ovejas se desborda de turistas de todos los puntos cardinales del país. De Formosa, Córdoba y Santiago del Estero llegaron fieles y aunque fue notoria la presencia de devotos norteños, mucha gente de la región también participó de la fiesta.
Los lugareños, en tanto, viven la celebración a su manera ya que por un lado participan activamente de las propuestas litúrgicas, pero además aprovechan el impacto comercial que significa el evento.
El intendente Héctor Godoy reveló que “la comunidad entera se encarga de recibir al visitante y tratarlo muy bien para generar un efecto positivo en la gente. Es indudable la importancia que tiene la inyección económica que esto produce en una comunidad tan reducida como la nuestra”. A la vez, cada poblador ofrece servicios que van desde productos comestibles, pasando por las artesanías regionales y llegando incluso hasta aquellos que albergan en el patio de sus casas a los campamentistas. En esta localidad no hay hosterías ni hoteles, por lo cual, quienes no tengan algún familiar aquí deben pernoctar en carpas o casillas rodantes.
Entre las opciones paralelas que se le ofrecen al público se destaca la visita a las lagunas Epulafquen y al sistema Domuyo. Esta combinación de propuestas turísticas con la tradicional Fiesta de San Sebastián parecen actuar como un imán para la gente que año tras año llega hasta aquí.
Como objetivo a alcanzar para próximas ediciones figura la ampliación de los espectáculos nocturnos, que ahora se remiten a las cantinas donde se puede disfrutar de comidas típicas y ritmos musicales de la zona como cuecas y tonadas que derivan inevitablemente en animados bailes. (AZ)
LAS OVEJAS (AZ).- Cada año la ceremonia se repite y miles de fieles llegan desde distintos puntos del país hasta Las Ovejas para venerar a San Sebastián. Poco importa la distancia o las dificultades del viaje, el objetivo para los devotos es estar presente en la celebración que ya lleva cincuenta y cuatro años en forma ininterrumpida desde que la imagen llegó hasta allí proveniente de Yunbel, Chile.
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