A Primeros Pobladores les llega el asfalto 

JUNIN DE LOS ANDES (AJA).- Nacido en la década del 70 con un puñado de viviendas “del otro lado de la ruta”, el barrio Primeros Pobladores cobija hoy a más del 30 por ciento de la población de Junín.

El barrio está ubicado entre las calles Los Notros y Antártida Argentina, arteria iluminada y parquizada que será muy vistosa cuando sume el asfalto.

Caminar en aquellos tiempos hasta la última calle -actual bulevard Sarmiento- significaba encaminarse al fin del mundo.

Hoy después de esa calle, dos arterias más hacia el oeste le ganaron al campo abierto, y también varias más hacia el sur, además de centenares de viviendas de nuevos planes que conforman un multifacético barrio, donde las madres todavía manifiestan la angustia que les provoca que sus chicos “crucen la ruta tan peligrosa para ir al centro”.

Lo pueblan vecinos de toda condición social y económica, por eso pueden verse coquetas ampliaciones al lado de viviendas originales, incluso arruinadas por el uso y el paso del tiempo sin conocer una mano de pintura. Autos modelo 2000 y viejas bicicletas. Hay de todo, por eso también los problemas y los proyectos son diversos.

Treinta años de calles de tierra, poceadas y embarradas en invierno están siendo reemplazadas por el pavimento que realiza el municipio local. Ya tres cuadras gozan de esta mejora, y en los próximos meses otras seis estarán habilitadas.

Asfaltar obligó a reemplazar viejas tuberías de cloacas y agua en algunos sectores, por lo que se progresó en ese sentido.

Vendrá luego una etapa en la que se analizará la posibilidad de establecer mano única para la circulación vehicular en todas las calles del barrio. Los vecinos se quejan de la excesiva velocidad con que transitan los automovilistas y de ser escenario de “picadas”, sobre todo nocturnas, en calzadas que son extremadamente angostas.

Todo al alcance

El crecimiento del barrio, paralelo al de la ciudad, obligó a dotar a ese sector del pueblo de diversos servicios y comodidades.

Así es que el Primeros Pobladores cuenta con una escuela primaria en funcionamiento desde hace dos décadas y una EGB próxima a inaugurarse. Un jardín de infantes sumamente concurrido que, con suerte, contará en poco tiempo más con un nuevo edificio que se proyecta ubicar sobre la Avenida Antártida Argentina.

También la Escuela Superior de Música, anexo Junín, funciona en una vivienda del barrio al igual que un área de la Escuela Especial 9 y el Instituto de Formación Docente Nro.8.

Salud Pública asentó su sala periférica donde médicos y profesionales del hospital local atienden a diario. Los vecinos insisten en pedir que la atención “sea las 24 horas”.

También el crecimiento poblacional y las necesidades sociales obligaron a montar una Unidad de Acción Familiar. Así nació “rinconcito de luz” en un espacio físico aledaño al salón comunitario.

Las mujeres también reciben clases de costura, y para paliar alguna situación económica crítica, con apoyo municipal hornean pan y, cuando hay fruta, cocinan dulces. Los hombres se ocupan de convocar a los varones para formar equipos de fútbol y sacarlos de la calle.

Por supuesto, también nació la necesidad de contar con apoyo espiritual, y entonces surgió la hermosa capilla de la que dispone el barrio. Un poco a pulmón, un poco con apoyo oficial, hoy sólo le faltan algunos detalles de terminación.

Con el tiempo también surgieron los espacios verdes. Dos plazas sirven para la recreación de los niños y el rélax de los adultos, y después de superar algunas etapas de destrucción por parte de algunos vecinos del lugar, actualmente lucen en buenas condiciones generales.

Un playón -que en el futuro cercano será cerrado- sirve para la práctica de alguna disciplina deportiva.

La iluminación también se extendió con el paso de los años, aparecieron los teléfonos públicos, pero el suministro de agua potable sigue siendo un problema, al igual que en otros sectores de la ciudad.

Una nueva red es de imperiosa necesidad, y en esas gestiones se encuentra desde hace algunos años el municipio local en conjunto con el Epas.

En medio de este despliegue no pueden faltar los comercios de diversos rubros, “aunque faltaría una farmacia” dicen los vecinos, a pesar de que cuentan con una a pocas cuadras. Claro: está ubicada “del otro lado de la ruta”. 

La comisión vecinal

La comisión que rige los destinos del barrio es provisoria, como en todos los demás sectores de la ciudad. La Carta Orgánica Municipal establece la necesidad del ordenamiento en este sentido, tarea que le compete concretar al Viceintendente.

Como suele suceder, sólo cinco vecinos tratan de sacar adelante los proyectos y pelear por las mejoras. La secretaria actual, Norma Caminos, brindó todos los detalles para la realización de esta nota, y en ausencia del presidente Ricardo Antín, manifestó la necesidad de regularizar la situación de la comisión.

En ese sentido, adelantó que próximamente, en fecha a determinar, se realizará una amplia convocatoria a asamblea para elegir una comisión definitiva de acuerdo a lo normado en la Carta Orgánica. Pero también reclamó participación y compromiso para trabajar por el barrio. “Aquí viven médicos, abogados, miembros del poder judicial, docentes, concejales, comerciantes… necesitamos que todos se acerquen y aporten” sostuvo la voluntariosa vecina que desde el ´96 forma parte del pequeño grupo de trabajo. (AJA)

El reclamo de seguridad

El barrio también tiene algunos problemas relacionados con la seguridad. Más de una vez, utilizando los medios radiales de la localidad, los vecinos hicieron conocer sus quejas por el accionar de grupos minúsculos que ocasionan inconvenientes.

Peleas callejeras, jóvenes en estado de ebriedad, picadas, destrozos en viviendas particulares o espacios verdes son algunos de los temas planteados.

Meses atrás, una reunión de vecinos convocó al titular de la comisaría 25, donde se le planteó la posibilidad de instalar un destacamento policial en el barrio.

La vecindad lo reclama para continuar viviendo en absoluta calma, dado que todavía los problemas no son graves y pueden prevenirse males mayores.

(AJA)