A un año, aún no hay juicio contra el policía acusado del crimen de Zapala
Se trata del homicidio de Facundo Guiñez. Familiares y amigos realizaron una olla popular en frente a la escuela 307, donde hallaron su cuerpo sin vida.
El 30 de agosto familiares recordaron a Facundo Guíñez, tras un año de su asesinato. (Foto: Gentileza).
Facundo Guíñez tenía 29 años y planeaba abrir una casa de pastas caseras, cuando le dispararon y lo dejaron tirado en la calle en Zapala, el 30 de agosto de 2019. A un año de su homicidio, la familia y la fiscalía desconocen cuál fue el móvil del crimen. Tampoco saben cuándo será el juicio oral que determinará la culpabilidad o inocencia del policía imputado, Pablo Pallero. Con una olla popular, sus seres queridos lo recordaron y exigieron justicia.
Luciano Guíñez, el hermano de la víctima, contó que unas 50 personas formaron un grupo de Whatsapp para mantenerse informados sobre los avancen en la causa de homicidio. A través de ese grupo, organizaron una olla popular, frente a la escuela primaria 307, para visibilizar el asesinato de Facundo.
Escogieron la esquina de Chaco y Diputado Alberto Fernández porque fue allí donde se encontró su cuerpo sin vida. En ese mismo lugar, hicieron un mural para homenajearlo, en septiembre del año pasado, según contó Guiñez.
Luciano añadió que también participaron de la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil, el 27 de agosto, pues el homicidio de Guiñez se suma a otros tantos de violencia policial.
Luciano Guíñez recuerda a su hermano Facundo como un joven alegre, que le gustaba ayudar a los jóvenes del barrio y estaba siempre con una sonrisa. «Le gustaba tirar chistes y levantarte el ánimo», contó a Río Negro.
Facundo salió del secundario y se inscribió dentro del Ejército Argentino, donde se desempeñó hasta el 2018, cuando se dio de baja. Luciano señaló que en los últimos años en la fuerza, trabajó en la parte de la cocina, donde descubrió que le encantaba cocinar.
Al abandonar el Ejército, un colega lo recomendó en una casa de pastas, para que continúe mejorando en la cocina. Así fue que emprendió el proyecto de abrir una casa de pastas propia.
Luciano indicó que ya había comprado la maquinaria, pero le faltaba dinero para comprar los insumos. Relató que días previos ha su muerte, a manos de Pallero, había hecho trabajos de albañilería para juntar la plata que le faltaba para comprar harina y otros materiales.
Su hermano contó que Facundo tenía proyectos, ganas de crecer y ayudar a los demás. «Rescataba a chicos de las drogas y los llevaba a la iglesia», afirmó.
A un año de su muerte, la familia aún desconoce qué pasó aquel 30 de agosto de 2019 a la madrugada. Lo que sí saben es que los dos disparos que acabaron con la vida de Guíñez salieron del arma reglamentaria de Pablo Pallero y esperan que en el juicio oral, todavía sin fecha, lo declaren culpable.
A Facundo Guíñez lo encontraron muerto en la calle Chaco y Diputado Alberto Fernández, frente a la escuela primaria 307. A su lado estaba tirado un estéreo, el cual abrió una primera hipótesis: habría entrado a robar al auto del policía Pablo Pallero y por eso le habría disparado dos veces con su arma reglamentaria.
Pero las huellas de Guíñez nunca se encontraron en el dispositivo. Sin embargo, sí se encontró en él la huella digital de un compañero del efectivo imputado. Así lo informó Luciano Guíñez, quien cree que el artefacto fue colocado a propósito para buscar una justificación por el homicidio.
El hermano de la víctima remarcó que tampoco saben qué sucedió entre el momento de su muerte, alrededor de la 1:30, y el hallazgo del cuerpo, a las 7. Indicó que se comprobó que hubo un llamado al 101 a la hora del asesinato, llamada que se pretendió «encubrir».
Para la familia aún quedan muchas preguntas sin responder por el crimen de Facundo Guíñez, dudas que esperan se revelen en el juicio oral. Estaba previsto para abril de este año, pero la pandemia de coronavirus y la crisis sanitaria suspendió el debate. El fiscal del caso, Marcelo Jofré indicó que todavía no hay una fecha estimativa para debatir la culpabilidad de Palo Pallero.
Contó que acercaron una iniciativa para que el juicio se realice en un gimnasio de Zapala, con el tamaño suficiente para que las personas puedan estar a más de un metro y medio de distancia. Guíñez explicó que el caso presenta particularidades que complican su concreción, pues se estima que declaren unas 50 personas: «Es un caso muy grande».
Aunque sabe que es difícil, considera que no es imposible que el debate oral por el asesinato de su hermano se realice en lo que queda del 2020, con los protocolos de seguridad adecuados. «Queremos que se haga justicia por Facundo», enfatizó.
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