A un mes de la tragedia, Patagones recuerda a sus víctimas

CARMEN DE PATAGONES (AV)- Tres fresnos simbolizarán desde hoy la pureza que expresaban en su corta vida Evangelina Miranda, Sandra Núñez y Federico Ponce, las víctimas fatales que cobró el horror el 28 de setiembre pasado cuando «Júnior» entró rociando balas en la escuela media «Islas Malvinas» de Carmen de Patagones.

Los retoños serán plantados por los alumnos en el patio del establecimiento por como un modo de recordar los trágicos hechos sucedidos justo un mes atrás y que además dejó cinco heridos.

El sacerdote Emilio Barasich ofrecerá una misa en el salón de usos múltiples del establecimiento, y luego la comunidad educativa en pleno protagonizará una marcha hacia el río con velas encendidas.

El establecimiento educativo al que concurren medio millar de estudiantes secundarios está recuperando paulatinamente su ritmo normal, según explicó su directora, Adriana Goicochea, a «Río Negro».

Mencionó que en la actualidad el índice de ausentismo resulta comparable con otras «épocas normales» del ciclo lectivo oscilando en un 5%.

En cuanto a la situación educativa de los cinco heridos, reveló que mayoritariamente están cursando a excepción de Natalia Salomón y Pablo Saldías, a quienes se les asignaron docentes que realizan visitas domiciliarias dentro de un plan especial de recuperación de clases predominando las ciencias exactas y sociales, por separado

Dentro de los trabajos de recuperación del alumnado en general, el Ministerio de Educación bonaerense reforzó el gabinete de apoyo psicológico-social, mientras que dispuso que una psicóloga permanezca en el curso de Primero «B», que volvió a clases 15 días después de la masacre.

Sobre esto último, fuentes del establecimiento revelaron que los padres de los alumnos pidieron que esta profesional sea retirada al menos del aula, al coincidir mayoritariamente -tanto padres com alumnos- que podría acudir cuando sea requerida desde el punto de vista profesional.

Más allá de que los alumnos cambiaron de lugar de trabajo, también el cuerpo de docentes sufrió algunas bajas.

El profesor Carlos Ruiz, de la cátedra de Derechos Humanos que ese día debía hacerse cargo del curso, minutos antes del tiroteo, continúa de licencia, con lo cual fue suplantado al igual que la profesora de Historia.

En algunos chicos, lo ocurrido aún se mantiene fresco.

Mario, uno de los organizadores del acto de hoy contó a «Río Negro» que «lo ocurrido fue un cambio para nosotros». Apuntó que «estamos bien. De ese día recuerdo los gritos… la desesperación….(de los chicos). Yo estaba en el medio del patio cubierto, justo fui a buscar el borrador y de paso pregunté si había examen de Filosofía».

Agregó que «se escuchó un tiro y nos gritan que salgamos corriendo que hay un tipo con arma» pero «pensé que era un petardo hasta que apareció Rodrigo Torres sangrando por la boca y me pedía ayuda. Lo tomé del brazo para que no se caiga, y en ese momento me acordé de mis abuelos -con quienes vivo- porque seguramente se preocuparían por lo ocurrido en ese momento»; puntualizó.

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