Afirman que estatales neuquinos sufren mobbing

NEUQUEN (AN).- A algunos los amenazan con no renovarles el contrato, a otros con trasladarlos en forma compulsiva. Están aquellos que deben ir a movilizaciones o actos partidarios para no perder el empleo, y otros que son reemplazados por jóvenes sin experiencia. En otras palabras: muchos trabajadores estatales y judiciales de esta provincia están padeciendo «mobbing», o acoso laboral. Así lo denunciaron ayer los dirigentes de los gremios estatales (ATE) y judicial (Sejun), Raúl Dobrusín y Rafael Rubio, respectivamente, en diálogo con «Río Negro». «Muchos trabajadores son víctimas de esta enfermedad y desde el Estado no se está haciendo nada», coincidieron.

En el ámbito judicial, Rubio señaló que «desde la conformación del actual TSJ, pero particularmente desde la asunción de Roberto Fernández como presidente, las relaciones laborales se han militarizado y aumentaron las licencias de empleados y funcionarios por problemas de depresión y angustia, las que están directamente vinculadas a las condiciones de trabajo en las que está inmersa la Justicia», afirmó. El dirigente sostuvo que «hay persecuciones contra aquellos empleados y funcionarios que adhieren a los paros o que no coinciden ideológicamente con el Tribunal», y agregó que éstas se canalizan «a través de traslados compulsivos, asignación de tareas que están por debajo de la capacidad de los trabajadores, la sobrecarga de responsabilidades, las amenazas con suspender ascensos y los reemplazos por jóvenes sin experiencia».

Ante este panorama, enfatizó que en la actualidad «existe mucho miedo entre los trabajadores» y destacó que «desde el gremio tratamos que las personas afectadas no deban afrontarlo solas, sino acompañadas por sus compañeros y el gremio».

También dijo que esta situación debe revertirse a través de la elaboración de un convenio colectivo de trabajo que permita fortalecer las relaciones laborales, «aunque el TSJ siempre se mostró a favor de no modificar la actual ley que impide discutir u nuevo convenio».

En tanto el titular de ATE, describió que en distintos organismos estatales «hay trabajadores que están siendo utilizados para colaborar en la campaña electoral del MPN bajo amenaza de no renovarles el contrato o relegarlos de jafaturas».

Dobrusín subrayó que «se llegó al extremo de exigirles (a los empleados estatales) que dejen sus lugares de trabajo para ir a una movilización en apoyo al gobernador (Jorge Sobisch)».

El dirigente dejó entrever que aquellos trabajadores de planta permanente que no participan de la campaña «son relegados casi sin tareas y ven cómo entran al lado suyo jóvenes a los que les asignan distintas tareas».

El «mobbing», también conocido como acoso laboral, se ha convertido en una epidemia en este siglo tanto en el ámbito privado y estatal, aunque los especialistas en el tema coinciden en que afecta más a los empleados públicos.

Consiste en someter en forma sistemática a violencia psicológica a un trabajador, en general por parte de una persona con cargo superior, para que abandone su puesto o para que el agresor pueda satisfacer sus impulsos psicópatas. Y las formas de ejercerla residen en la desvalorización del trabajo del empleado, la asignación de tareas por debajo de la capacidad con la que cuenta, la aislación del entorno laboral mediante la exclusión y las amenazas con traslados o rescisión de contratos.

Las consecuencias que genera afectan la salud de las víctimas, que en la mayoría de los casos caen en depresiones, crisis de llanto, estado de irritabilidad, estrés y dolores musculares, entre otras.