Allen crece hacia la zona rural sin planificación

ALLEN

ALLEN (AA).- En Allen los negocios inmobiliarios avanzan sobre terrenos rurales y se calcula que en la última década se han desmontado más de un centenar de hectáreas para generar loteos.

El Plan Rector, hoja de ruta para el crecimiento de la ciudad y que debería fijar los límites de la urbanización, duerme en el Concejo Deliberante desde hace largos años y la expansión residencial es cada vez más desordenada.

Hacia el este y el oeste, al sur y al norte de la Ruta 65, chacras pequeñas y medianas terminan convirtiéndose en prometedores emprendimientos urbanísticos que ofrecen lotes a valores relativamente accesibles y con amplia financiación. La crisis de la actividad frutícola y la falta de rentabilidad, llevó a muchos productores a desmontar sus chacras para lotear. Otros optaron por vender sus parcelas a grupos de inversores que desembarcaron en Allen para desarrollar los proyectos inmobiliarios.

Una de las áreas en la que se están realizando más loteos está ubicada en una franja de tierras localizada entre la Ruta 65 y la calle Neuquén, al este de la zona urbana. Frente al ex galpón de Soldimar, el desmonte es visible y hay varios carteles que promocionan la venta de los terrenos. También al oeste de la ciudad, sobre la calle Primeros Pobladores y detrás del Motel CuCu, y al norte de la Ruta 65, existe una gran cantidad de emprendimientos inmobiliarios.

El avance urbanístico carece en Allen de cualquier tipo de planificación pese a que en marzo del 2010 la comuna presentó su propio Plan Rector para, entre otros aspectos, definir cómo y hacia dónde continuar con la urbanización. Para lograr el Plan Rector el municipio pagó miles de pesos a profesionales que se encargaron de realizarlo e inclusive las pautas de cada una de sus definiciones surgieron del debate y los acuerdos alcanzados durante talleres y reuniones de trabajo con diferentes sectores de la comunidad.

“Acceso al suelo para todos los allenses y preservación del área productiva irrigada”, fue la síntesis que arrojó el Plan Rector durante su presentación. El Plan Rector debía ser aprobado por los concejales y convertirse en una ordenanza pero hasta ahora los concejales han dilatado el tema, marginándolo de la agenda legislativa.

Pasaron casi 5 años y en Allen hubo cambios que ameritan la revisión del Plan Rector. Sin embargo la inacción del Deliberante para tratar el estudio hizo que los concejales siguieran levantado la mano y aprobando cambios de zonificaciones en parcelas, que pasan de rurales a urbanas, para permitir que las chacras se transformen en loteos. En ese escenario de improvisación no se analiza ni siquiera -por una cuestión operativa y de costos- si el municipio podrá o no llegar con los servicios a los futuros barrios.