Amigas por carta y el viaje inolvidable de Cipolletti a Londres para conocerla

La autora de la nota, Paula Salcovsky, nació en Buenos Aires, pero hace años vive en Cipolletti. En 2014 hizo un viaje y concretó dos sueños, recorrer la ciudad con la que fantaseó desde su adolescencia y conocer a Alida, con quien mantiene desde hace 37 años una amistad a través de cartas.

Recuerdo que tenía catorce años e iba a la Cultural Inglesa de Olivos, en la provincia de Buenos Aires y en la pared de un aula había un póster del Big Ben (la torre del reloj del parlamento inglés) con el fondo azul oscuro y las luces encendidas. Esa foto me marcó y a partir de entonces deseé poder viajar y conocer ese lugar, me empezó a gustar todo lo inglés, su historia, su cultura, su geografía, su idioma, las películas y series inglesas (como olvidar Los Vengadores) y por supuesto todo lo relacionado con la realeza pero no solamente con la actual sino desde sus comienzos, coleccionaba notas de diarios y revistas sobre ciudades de Gran Bretaña, leí varias obras de Shakespeare, en fin, era feliz sólo con eso, imaginaba que alguna vez podría viajar… ¿Pero cuándo?

Seguí durante muchos años con ese deseo que parecía difícil de concretarse. A mis 20 años (década del 80) comencé a escribirme ( ese fue otro de mis hobbies) con chicas y chicos de mi edad. Existía una revista con una sección de correspondencia nacional e internacional donde había que inscribirse para recibirla. Podías escribirte con chicos con afinidades en común y que vivían en diferentes lugares, la mayoría de provincias argentinas, pero también de Uruguay y Venezuela.

Justamente de este último país conocí a Alida, nos unió lo que estábamos estudiando (Biología), nuestras edades similares, la vida de cada una y muchas otras cosas como la música, el cine, libros ( que nos empezamos a regalar por encomienda), arte y por sobre todo viajar.

Así fuimos transitando los años y nuestras historias, las dos nos recibimos, nos casamos, nacieron nuestros hijos y siempre al finalizar nuestras cartas deseábamos alguna vez encontrarnos y conocernos personalmente, no solamente por foto.

Por las calles de Londres

A los pocos años mi amiga epistolar tuvo la posibilidad de viajar a Londres desde Caracas para hacer un curso intensivo de inglés, le gustó mucho el lugar y al tiempo pudo conseguir una beca para trabajar con tan buena fortuna que se quedó, hizo un doctorado y le ha ido muy bien, actualmente es científica. Con internet nuestra comunicación cambió, e-mails, skype, whatsapp, pero las tarjetas de cumpleaños y de fin de año nos las seguimos enviando por correo normal para leernos nuestra letra.

En junio del 2014 con Mario mi marido hicimos un viaje por algunos países europeos y ese fue también el momento de poder cumplir mi sueño por partida doble, recorrer la ciudad con la que fantaseé desde mi adolescencia y conocer por fin a mi amiga epistolar después de 37 años.

Tras ver el cambio de guardia que custodia el Palacio de Buckingham.

En estos instantes que estoy escribiendo esta historia, recuerdo la emoción de ambas al decirle que iba a viajar, ella ofreciendo su casa para hospedarnos lo que posibilitó que nuestra estadía fuera de varias semanas y conocer bastante, mi ansiedad durante el viaje y la felicidad al llegar al aeropuerto de Heathrow sabiendo que detrás de la última puerta estaría ella esperándome y por fin abrazarnos y emocionarnos juntas.

Aún hoy sigo sintiendo alegría por haber vivido esos momentos compartidos en su casa, con su familia y  nuestras largas charlas, estar a nuestra disposición para llevarnos a conocer Oxford, Greenwich y un mercado de flores increíble y tantos lugares más.

El encuentro inolvidable, hasta el fotógrafo se emocionó.

Pudimos recorrer Londres con su gente tan diversa, sus bellas calles como Abbey Rd y barrios como el populoso Nothing Hill un domingo de verano, sus museos como el inmenso British Museum, sus bellos parques y monumentos, el cambio de guardia en Buckingham Palace todo un símbolo nacional, sus templos como la histórica Abadía de Westminster, su extenso Támesis y  puentes, el primero que vi fue el Tower Bridge.

Me impactó, su cocina internacional aunque prefiero el tradicional Fish and Chips, todo fue como lo imaginé durante tantos años, hasta el clima nos acompañó y ahora fui yo la que sacó la foto al Big Ben tanto de día como de noche, ojalá pueda volver otra vez aunque Alida me prometió venir a la Argentina primero.

Una cena con amigos

No puedo dejar de mencionar dos anécdotas, la primera, con el empleado de migración que nos recibió en el aeropuerto londinense, siempre preguntan por cuánto tiempo es la estadía y al decirle casi un mes quedó sorprendido, mi marido al decirle dónde nos alojaríamos también le dijo con quién y le contó la historia con mi amiga, cómo comenzó, hace cuánto tiempo, lo especial de este viaje, el muchacho lo escuchaba atento y luego nos dijo que era una historia para ser escrita y contada en televisión, nos dio la mano y nos deseó una feliz estadía.

La otra anécdota, ocurrió en Edimburgo, preciosa ciudad que también recorrimos, estaba yo caminando con mi cámara y un muchacho me pregunta algo, le contesto que no soy de allí, al decirle que soy de Argentina se sorprende y me dice que soy una auténtica mujer escocesa ya que soy pelirroja y ahi la sorprendida fui yo.

En fin, me quedan los recuerdos, este relato que aquí comparto, las fotos y ese sueño adolescente que pude concretar sólo algunos años después.

Vos también podés compartir tu viaje.

Buscá la foto viajera que tanto te gusta y mandala por mail a voy@rionegro.com.ar o en el Facebook del Voy.


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