Antes… era peor!

Llueven dos gotas y Roca flota en un mar fangoso y espeso. La Nueve de Julio se convierte en canal, y varias cuadras de la céntrica Tucumán, en piletones que desdibujan la vereda y ondean -para humedad de los peatones- cada vez que pasa un auto. Sólo un consuelo queda a los roquenses: Antes era peor!.

Vale bien recordarlo. Además, para que se enteren los miles de migrantes internos que eligieron estas tierras (con sus charcos) para afincarse, mucho después de que la pesadilla de los aluviones se había secado.

Eso ocurrió recién en febrero de 1969, con la inauguración del dique Roca de contención de los aluviones. Le siguieron los diques Gómez y Cuenca Catini, y otros 600 diques pequeños que generan embalcesitos en los zanjones de la sierra, evitando que el agua de lluvia caiga como un río sobre la ciudad. Porque esto era lo que ocurría antes. El torrente llegaba casi siempre de noche y el fango entraba en las casas, arrastraba autos, derribaba árboles y dejaba una costra de hasta un metro de barro en las calles, que costaba semanas disipar. Hubo algunas víctimas fatales.

Hoy, a lo sumo, el agua de la Nueve de Julio produce inconvenientes, en su lento desagote hacia el colector 19 -por Lisandro de la Torre- hasta empalmar con el P-V que recoge el agua del lado este de la ciudad y de la cuenca Catini. Al oeste, otro lentísimo desagüe cruza la vía a la altura de San Juan y se une al P-IV que lleva al río el agua del dique Gómez, pasando cerca del Autódromo y el barrio La Ribera.

En Roca llueve poco… por suerte! (AR)


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