Aplastante triunfo de Aznar, con mayoría absoluta

Fue más que lo esperado. El gobernante Partido Popular arrasó en las elecciones en España y logró 183 escaños en el Congreso de Diputados, lo que significa mayoría total para Aznar.

MADRID – El gobernante Partido Popular (PP) de José María Aznar ganó las elecciones generales celebradas ayer en España, superando con creces la mayoría absoluta, al obtener 183 escaños de los 350 que tiene el Congreso de los Diputados, con el consiguiente respaldo mayoritario de los españoles a sus cuatro años de gestión.

De esta forma, los españoles reconocían la gestión económica de Aznar en los últimos cuatro años y apostaban nuevamente a su manejo de la economía.

Con esta contundente victoria, que mantendrá a Aznar en la Presidencia del gobierno hasta el año 2004, el PP supera su triunfo de 1996 que acabó con 13 años de gestión socialista, y al lograr 27 escaños más que entonces y rebasar la mayoría absoluta de 176, podrá gobernar sin necesidad de coalición.

Al conocerse el triunfo del PP, miles de militantes del partido gobernante se concentraron ante la sede nacional de esta fuerza política, en Madrid, al grito de «campeones, campeones» y «se siente, se siente, Aznar es presidente».

La apabullante victoria del PP llevó al candidato de Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Joaquín Almunia, a presentar su dimisión irrevocable al frente de esta fuerza política, que sufrió una severa derrota, al retener apenas 125 escaños frente a los 141 de 1996.

Además de llevar a los socialistas a reflexionar, el contundente triunfo del PP cambia de manera sustancial el mapa de la política española, ya que las fuerzas nacionalistas, principalmente los catalanes de Convergencia i Unió (CiU), de Jordi Pujol, han sido claves en los últimos mandatos, tanto con el PP como con el PSOE.

La coalición liderada por Pujol apoyó desde 1993 al socialista Felipe González, y después, al PP, que en 1996 necesitó para gobernar un socio parlamentario.

La victoria ayer del PP es, además, el mayor triunfo de la centroderecha desde la recuperación de la democracia en España, en 1977.

En las primeras elecciones legislativas celebradas ese año, la Unión de Centro Democrático (UCD), el partido que lideraba el entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, obtuvo 166 escaños, y en 1979, 168 diputados.

De los resultados obtenidos se deduce que no ha funcionado el acuerdo electoral que firmaron los socialistas y la coalición Izquierda Unida (IU, de mayoría comunista), que ayer perdió trece escaños y pasó de 21 a ocho diputados, perdiendo también su condición de tercera fuerza política en el Parlamento español.

El candidato de esta coalición, Francisco Frutos, reconoció anoche «la derrota sin paliativos» de IU y del pacto, «que no ha sido capaz de movilizar al electorado», y precisó que «el resultado es malo, hemos batallado para anunciar lo contrario, pero no ha sido posible».

Los nacionalistas catalanes de CiU lograron 15 escaños, uno menos que en los anteriores comicios, y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) pasó de cinco a siete escaños, gracias, según los analistas, a la «abstención activa» que propuso Herri Batasuna (HB), el brazo político de la banda terrorista ETA.

Los nacionalistas de Coalición Canaria (CC) suben un escaño, de 4 a 5, y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) también obtiene resultados al alza, al pasar de dos a tres diputados.

En estas elecciones legislativas, las octavas desde la restauración de la democracia en España, en 1977, estaban convocados a las urnas casi 34 millones de electores, dos millones de los cuales eran jóvenes que ejercían su derecho a voto por primera vez.

Profunda crisis en el PSOE y renunció su líder, Joaquín Almunia

MADRID (EFE).- Joaquín Almunia, secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y candidato a la jefatura de gobierno, presentó su dimisión irrevocable tras reconocer la derrota en las elecciones celebradas ayer .

«Los socialistas deberíamos hacer una reflexión en profundidad sobre las causas y consecuencias del fracaso electoral sobre la que se afronte la renovación del Partido Socialista que yo he querido iniciar pero que necesita un nuevo impulso», dijo Almunia en una breve aparición ante la prensa.

Almunia que se convirtió en secretario general del PSOE en la crisis de julio de 1997 con la también sorpresiva dimisión de Felipe González, añadió «mañana daré cuenta de ello a la Comisión Ejecutiva Federal y en los próximos días al Comité Federal».

El dirigente socialista ponía así fin a su corto y cuestionado liderazgo del PSOE plagado de dificultades y contratiempos como la pérdida de las elecciones primarias para la candidatura a la presidencia del Gobierno, que él mismo convocó en abril de 1998.

Entonces fue derrotado por José Borrell, quien después tuvo que retirarse ante las acusaciones de corrupción de dos de sus colaboradores durante su gestión como Secretario de Hacienda, tras lo que Almunia fue designado candidato a la Presidencia del Gobierno en julio de 1999.

El hasta hoy dirigente socialista insistió en que «los españoles necesitan empezar el siglo XXI con un proyecto nuevo y el PSOE debe estar en condiciones de llevarlo a cabo»

Lamentó el descenso de la participación en las elecciones que consideró «reflejo del poco interés de los ciudadanos por lo que ocurre en su país».

El partido que lo candidateaba a la presidencia del gobierno, sufrió un descalabro al conseguir sólo el 34,44 % de los votos y 125 diputados, cuando en 1996 obtuvo el 37,6 % y 141 diputados. La participación electoral rondó ayer el 70 %.

Un fiscal fue en piyama al colegio electoral

MADRID (EFE).- Las elecciones legislativas de ayer en España transcurrieron sin incidentes, pero sí con algunas anécdotas curiosas como la que protagonizó un fiscal de una mesa electoral de Elche que acudió en piyama y tras regresar a su domicilio para cambiarse de ropa, se quedó allí dormido.

Ante su tardanza, agentes de la policía municipal de esa localidad levantina fueron a la vivienda del vocal, donde lo encontraron acostado y le ordenaron que regresara al colegio electoral.

En Infiesto, en la región de Asturias, un hombre que afirmó ser miembro de los Testigos de Jehová fue detenido por «predicar» a gritos el Evangelio frente a una mesa electoral, y acusado de un delito de desórdenes y desobediencia.

Y en muchas ciudades, algunos acudieron a votar con sus disfraces de carnaval. En un caso, los miembros de una comparsa disfrazados de vaqueros del oeste fueron obligados a dejar sus pistolas de plástico en la entrada del colegio electoral.


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