Análisis Súpermartes: La respuesta llegó desde la política

El gobierno salió ayer temprano a contestar a la crisis. Aún se desconoce cuál será el resultado de la apuesta.

El supermartes no sólo movilizó, como se preveía, al equipo económico y al Banco Central para contener la corrida contra el peso y asegurar la renovación de la montaña de letras del Banco Central, las hoy populares Lebacs, con las que se financia el Tesoro. El gobierno salió ayer temprano a darle una respuesta política a la crisis. Aún desconocemos cuál será el resultado de la apuesta.

El jefe de Gabinete ratificó temprano el giro que el presidente Macri le imprimió al recorrido de Cambiemos a casi 30 meses de gestión. Aunque no hizo una convocatoria formal, Marcos Peña habló del llamado a un “gran acuerdo nacional” -una figura con antecedentes poco exitosos en la historia argentina- en torno a la elaboración de la ley de Presupuesto para el año que viene.

El proyecto de Presupuesto recién será enviado al Congreso, como cada año, en septiembre. Una eternidad. Pero el verdadero significado de la propuesta de Peña es que el gobierno buscará consensuar con todos los actores políticos cuál va a ser la dimensión y la velocidad del ajuste al que está obligada la Argentina.

No es el pacto social amplio del estilo “Moncloa” que desde varios sectores -incluso en el interior de Cambiemos- se le reclama a Macri. La oposición, se descuenta, no aceptará ponerle el cuerpo a responsabilidades de gobierno cuando falta poco más de un año de las elecciones primarias. Mucho menos convalidar el ajuste. Haces meses que desde la oposición se advierte que el gobierno ha debilitado el diálogo institucional. La propuesta de un acuerdo, en cualquier caso, es hija de la debilidad. Es una puerta que apenas se ha abierto.

El gobierno ya había enviado señales en la misma dirección ayer, cuando sentó al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a la mesa chica que integran Peña María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. Pronto se sumarán dos gobernadores radicales y algún referente del partido de Carrió. Monzó y Frigerio tienen raíz peronista y han sido los principales enlaces con la oposición de ese signo en el Congreso y las provincias. La declinación de ambos en los últimos meses fue proporcional al alejamiento de cualquier acuerdo amplio con la oposición. Han sido reivindicados.

El gobierno preparó este marco para enfrentar hoy el desafío de frenar el dólar y renovar el vencimiento del 60% del stock de letras de Central. La entidad monetaria volvió a poner sobre la mesa u$s 5.000 millones de dólares y a intervenir en el mercado de futuros y logró hundir el precio del dólar. Mantuvo la tasa de las Lebcs en 40% para 30 días, renovó el 100% de los vencimientos por 617.000 millones de pesos y colocó en el mercado otros 5.000. Y el ministerio de Finanzas emitió dos nuevos bonos con los que logró financiamiento por 72.000 millones de pesos. Pareció un trabajo coordinado, después de mucho tiempo de correr la crisis desde atrás.

Una nueva misión de Hacienda y Finanzas parte esta noche a Washington para avanzar en los términos del préstamo del FMI.

¿La crisis ha sido saldada? Los ministros Dujovne y Caputo no se atrevieron a darlo por hecho. Pero los rostros reflejaban alivio.

Para Macri se abre un nuevo tiempo. Hasta hace poco, para el presidente gradualismo era sinónimo de gobernabilidad y reelección. En los próximos meses, sólo podrá hacer foco en el primero de los objetivos.


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