Devaluación: ganadores y perdedores

El salto de la paridad cambiaria desde inicios de este año, superior al 60%, generó importantes cambios dentro de la economía real del país. Cómo quedaron algunas actividades.

Producción primaria y agroindustrial

La mayor parte de la oferta exportable primaria de la región se ve beneficiada con la devaluación. El sector frutícola lidera esta mejora ya que su producción se orienta principalmente a los mercados externos. El cambio fue importante. Por una caja de peras del Valle que se colocaba a esta altura del año pasado en el puerto de San Antonio a 18 dólares, el exportador recibía 311 pesos. Hoy por esa caja que cotiza a mismo valor en dólares está percibiendo 549 pesos, es decir un 76% más. Sobre la lana de la región que sale para el mundo, los jugos concentrados que se destinan a los mercados del hemisferio norte y la reciente oferta marginal de carne local a Japón los efectos que se observan en el tipo de cambio son similares. Todo muy positivo. Lo que hay que mirar con detenimiento es el aumento de costos internos que deberá soportar la actividad primaria. Tradicionalmente en la Argentina la mejora competitiva generada tras una devaluación se fue perdiendo progresivamente con la inflación. Habrá que esperar si en este caso se repite la historia.

Industria hidrocarburífera

Este importante segmento de la economía también se ve beneficiado con la devaluación. Por un lado, porque en poco tiempo más se abre la posibilidad de volver a exportar gas a Chile y por los mismos dólares que pague el vecino país más pesos recibe la operadora local. La mejora competitiva en este sentido es importante. Por otro lado, este salto en el tipo de cambio baja sensiblemente la participación de la mano de obra en los costos totales de producción haciendo más competitivo el sistema. Con una paridad en torno a los 30 pesos por dólar, los incentivos para de las empresas del sector de volver a exportar crecen y este nuevo contexto ayudará a dinamizar el desarrollo del área de Vaca Muerta. Sin embargo, no hay que dejar de mirar la evolución de los precios internacionales del gas y el crudo como así también la tendencia que registre la crisis económica del país. Si los valores de la energía -por la falta de demanda- bajan como algunos pronostican y la incertidumbre económica en la Argentina se profundiza, el positivo escenario mencionado párrafos arriba difícilmente se pueda cumplir.

Cuentas fiscales

Tanto la Nación como las provincias, con el ajuste devaluatorio logran comprar tiempo para realizar los verdaderos ajustes estructurales que necesitan las cuentas públicas. El saltó sobre la paridad bajará transitoriamente la presión de la masa salarial en relación al total de los gastos presupuestarios y eso, sin dudas, mejora la performance de las cuentas públicas.

Todo lo relacionado con los gastos corrientes fiscales tendrá este efecto positivo.

Turismo

“Vamos a tener que pensar en menos Miami y más Santa Teresita”, ironizaba días atrás el economista Carlos Melconian al hablar sobre los efectos de la devaluación en la recreación de los argentinos. Con la depreciación de la moneda local para estas vacaciones se observará que destinos como Iguazú, Bariloche, Salta y Mendoza crecerán sensiblemente dentro de la demanda local. Y probablemente para las vacaciones de verano se afianzarán estos cambios, teniendo los destinos tradicionales y la Costa Atlántica. ¿Qué pasará tras la devaluación del peso que hace que el dólar de los extranjeros tenga más valor en el país? El sentido común indica buenas perspectivas, sobre todo teniendo en cuenta la competitividad en varios productos locales, como hotelería y gastronomía.

Mercado inmobiliario

Las perspectivas sectoriales cambiaron drásticamente. El ladrillo ha sido uno de los sectores más afectados por la devaluación que llevó al dólar arriba de los 30 pesos. En ese contexto, la demanda de créditos privados para la construcción, junto a aquellos con hipoteca, se derrumbaron según los últimos informes de bancos del BCRA. En estas últimas semanas gran parte de las operaciones que se iban a realizar con crédito hipotecario fueron canceladas. A este complejo escenario hay que sumarle los cambios que impuso el sistema para acceder a un crédito hipotecario en este escenario de crisis. Por ejemplo, para recibir 1 millón de pesos de un banco oficial a 30 años se debe ganar al menos 35.000 pesos, lo que representa un incremento de 10.000 respecto de las condiciones que existían a principios de año.

Por otra parte, el continuo avance de la divisa norteamericana en el mercado local frena todo tipo de inversión inmobiliaria ya que el comprador que toma un crédito en pesos cuenta con esos fondos 30 días después y mientras tanto el valor de la propiedad en pesos crece de la mano del proceso devaluatorio.

Asalariados

La corrida cambiaria de estos últimos meses que llevó el dólar de los 20 a 30 pesos, y su traslado a precios, les puso un tono pesimista a los trabajadores en relación de dependencia. Las estimaciones anuales de baja del salario real, indicador que mide el poder adquisitivo, arrancan en el 3% y terminan en el 10% dependiendo de la actividad y las negociaciones que se logren tras las aperturas de paritarias. Para el bolsillo de un trabajador, la pérdida de poder adquisitivo significa un retroceso en la cantidad de bienes y servicios que se pueden pagar con el salario que mensualmente recibe de una empresa. Según los datos de Ecolatina, este año comienza con un 1,1% de retroceso interanual en el primer trimestre, y las proyecciones no mejorarán aun después de las paritarias. El salario real aún no llega a los niveles que tenía en el 2015, cuando la inflación estaba contenida por el atraso cambiario.

Importaciones

El sector importador es otro de los que termina golpeado con esta devaluación. ¿Pero qué actividad necesita de insumos importados? Casi todas las que se encuentran en el país. Frente a este contexto, las empresas que necesitan comprar tecnología de otros países para mejorar su competitividad postergarán, seguramente, sus decisiones de inversión. Y esto ya se está notando en los niveles de importación que están siendo difundidos por el Indec. En junio de este año las compras desde el exterior cayeron cerca del 8% en forma interanual y se espera que este indicador profundice su caída en la medida que nos acerquemos a fin de año. Fuertemente dependiente de los insumos importados, los electrónicos afrontan también dificultades para trasladar a precios la devaluación, más aun teniendo en cuenta el impacto recesivo que se observa en la economía local. Otro segmento que está afectado es la industria automotriz.

Consumo

En la época de bonanza del kirchnerismo, el crecimiento se traccionaba por el consumo interno. El salario real era una de las variables más importantes dentro del modelo. Los ajustes realizados tras la devaluación modificaron este escenario y el poder de compra del asalariado cayó. El freno que está sufriendo la economía tampoco ayuda. Este nuevo escenario termina golpeando sobre el comercio con menores ventas y es por ello que se observan más locales cerrando y retirándose del mercado. Como contrapartida podemos decir que en las localidades fronterizas, como es el caso de las ciudades cordilleranas en nuestra región, la devaluación permitió cortar la sangría de argentinos que iban a comprar a Chile por encontrar precios más económicos. La devaluación en este punto terminó jugando a favor.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios