La recesión, el desafío del acuerdo con el FMI

Economistas consultados por “Río Negro” coinciden en que el acuerdo con el FMI mejora el negociado en junio pero plantea un verdadero desafío para el gobierno y aún está lejos de disipar la incertidumbre. Uno de los aspectos que más preocupación genera entre los economistas es el esquema recesivo de la economía local, un panorama que se podría profundizar en el último trimestre de este año.

El ex secretario de Hacienda Manuel Solanet, dijo que la ampliación del préstamo concedido a la Argentina “da algo más de tranquilidad”. Pero consideró que el ajuste “debería haberse hecho años antes”. El déficit primario cero, dijo, “nos pone tres puntos del PBI como desequilibrio teniendo en cuenta los pagos de deuda. Eso nos descoloca del universo financiero”. “Esto es como la sábana corta. Si se quiere tener más actividad va a subir la inflación. Pero creo que con este acuerdo se logrará llegar a finalizar 2019 de forma bastante más tranquila y ordenada”, agregó.

Fausto Spotorno, de la consultora Ferreres, sostuvo que el acuerdo es “bastante razonable”. “Se logró el objetivo de financiarse cómodamente hasta fines de 2019. Pero ojo, el país tiene financiamiento siempre y cuando cumpla con las metas establecidas, muy exigentes”, subrayó.

El economista dijo que la política monetaria es correcta, “ya que se busca una fuerte reducción de la emisión y de esa manera contener la inflación”. “La banda cambiaria también es un instrumento correcto, porque se busca la menor intervención posible del Banco Central para preservar las reservas”, dijo.

Para Spotorno, la economía podría iniciar una recuperación a partir del segundo trimestre del próximo año, impulsada por el agro, la energía, la minería, el turismo, la construcción y sectores exportadores beneficiados por la devaluación.

En una línea, Raúl Ochoa destacó el alcance del nuevo acuerdo, “al establecer el objetivo de déficit fiscal cero para el próximo año”. “No había manera de seguir con los niveles de déficit que padece el país, dijo el economista. No descartó señales de recuperación de la economía ya en el verano, pero afirmó: “Habrá cuatro o cinco meses difíciles y serán otro motivo de presión al gobierno para que destine más presupuesto a la prestación social.

Para el economista y consultor Camilo Tiscornia “el acuerdo implica poner en orden las cuentas públicas de una manera mucho más rápida de la que se venía haciendo” y dijo que la banda cambiaria “le quita presión al Banco Central para que contenga el valor del dólar”.

“Los objetivos de este programa son correctos, mejor que en el acuerdo de junio. Pero hay una recesión y queda un último trimestre de este año con un panorama complicado”, acotó Tiscornia.