Por el dólar, el gobierno confía en el repunte de las economías regionales

En el gobierno estiman que algunos sectores de las economías regionales podrían verse beneficiados en el corto plazo con la devaluación del peso, especialmente diversos sectores primarios, un aspecto que coincidieron algunos economistas, incluso mencionaron el sector del Alto Valle, pero admiten que el desafío será ver cómo influye el ajuste cambiario en la inflación.

En una conversación que mantuvo con algunos medios periodísticos, entre los cuales fue invitado “Río Negro”, Lucio Castro, secretario de Transformación Productiva enfatizó que “hay sectores de las economías provinciales se van a favorecer”.

“¿Cuáles serían esos rubros?”, consultó este diario al funcionario, quien se limitó a responder que son varios los sectores beneficiados por el ajuste del tipo de cambio, tanto del sector primario, como de algunas industrias, “como el caso de textiles”.

En ese sentido, el secretario, cuya función se encuentra dentro de la estructura del Ministerio de Producción, destacó que la mayor exportación que se puede prever con el ajuste del tipo de cambio compensará parcialmente la caída de ingreso provocado por la sequía.

“Hemos tenido una cosecha muy importante de trigo que va a compensar en parte el efecto de la sequía”, resaltó el funcionario. Y estimó que habría una mejora en la perspectiva de exportaciones de la industria automotriz.

Sobre esas posibilidades, “Río Negro” consultó en Buenos Aires al especialista y actual consultor, Raúl Ochoa, ex subsecretario de Comercio Exterior, quien coincidió en que la mejora del tipo de cambio puede favorecer a determinadas economías regionales, pero aclaró “cuidado con el traslado a precios de la devaluación”.

“El traslado a precios de una devaluación en la Argentina es del orden del 50 al 60 por ciento del ajuste cambiario. Entonces, con una devalaución del 25 por ciento del peso y estimando ese promedio de traslado, considero que la mejora cambiaria para los sectores exportadores podría estar entre un 7 y un 10 por ciento, depende de los rubros”, explicó.

Sobre esa línea de proyección, Ochoa consideró que esto favorecerá algunas economías regionales como las peras en el Alto Valle, “aunque no lo veo para el sector de manzanas”. En tanto, Ochoa mencionó, además de la exportación granaria del país, que otros rubros que mejorarían son la vitivinicultura y el sector críticos de la Mesopotamia.

“Hay que seguir muy de cerca la evolución de los costos. Si se disparan más del promedio, los efectos de la devaluación se diluyen enseguida”, remarcó.

En la misma sintonía, el consultor y especialista Camilo Tiscornia consideró que la devaluación va a favorecer diversas producciones regionales, no sólo al sector de soja, trigo y maíz.

“Yo allí mencionaría a los rubros de frutas del Alto Valle, la producción de vinos de Cuyo y otras zonas, todo la zona de producción de cítricos que hay en el país y otros cultivos como especias hasta caña de azúcar. También rubros como combustibles, incluso el litio, que es algo muy novedoso”, resaltó Tiscornia.

Tiscornia fue cauto al evaluar el alcance de la mejora y consideró que aún no se sabe qué efecto tendrá en los costos de producción el ajuste del tipo de cambio. “Lo que sí sabemos es que habrá algo de menor crecimiento y un poco más de inflación”, dijo.

Otra apuesta al “segundo semestre”

El secretario de Transformación Productiva Lucio Castro estimó que la retracción de la actividad económica –se preveía un crecimiento del tres por ciento-, sería atenuada por la mejora de las exportaciones a partir del segundo semestre.

“Creemos que la economía argentina tiene factores significativos para seguir creciendo como la construcción con la obra pública, que va a continuar a pesar de un ajuste en el gasto, como el sector hipotecario, la recuperación de las cosechas, la industria automotriz, de motos y producción siderúrgica”, dijo el funcionario a “Río Negro”.