Argüello admitió que él es el abogado del incidente

NEUQUEN (AN)- Enrique Argüello admitió ayer que él es el abogado que protagonizó un confuso episodio con una menor, hace 15 días en el barrio San Lorenzo. Y dio una versión opuesta a la que se conoce hasta ahora sobre ese incidente.

Argüello es abogado de empresas, entre ellas Zanón, fue apoderado del MPN y está casado con la camarista federal Aidée Vázquez.

El abogado se presentó espontáneamente al mediodía en el juzgado 3 de Roberto Abelleira, que investiga el asesinato de Graciela Mendoza, para entregarle pruebas que indican que el 7 de febrero -día en que desapareció la menor- estaba en Córdoba.

Los padres de Graciela habían decidido pedirle a Abelleira que investigara si el abogado tenía vinculación con el crimen.

Luego, Argüello entregó un comunicado de prensa en este diario. «Soy la persona que tan imperiosamente y en contra de los principios constitucionales y legales que amparan la reserva en razón de que la denunciante es una menor, se buscaba identificar», dice en la nota.

«Actualmente resulta artificial no oficializarlo, pues toda la prensa y la sociedad saben perfectamente quién es el abogado cuestionado», señala Argüello.

«Pretender considerarme sospechado del hecho en plena etapa investigativa -continúa- y sin que se me haya imputado a la fecha ningún hecho delictivo, sólo ha logrado desacreditarme irreversiblemente en lo personal, familiar, social y profesional, lo que justificaba -y lo sigue haciendo- la absoluta reserva del caso, más allá de opiniones periodísticas y de otros sectores en sentido contrario».

En el comunicado, Argüello negó haber recibido trato preferencial «ni por la policía ni por el juzgado, y considero que en el caso ha sido todo lo contrario».

Según la denuncia de una menor de 11 años, el 27 de abril a la tarde en inmediaciones de Belgrano y Godoy el conductor de un Peugeot 306 gris le mostró un billete de 50 pesos y la invitó a subir. La niña le avisó a un policía que montaba guardia cerca de allí, el automovilista escapó y se presentó espontáneamente en la Jefatura. Fue rápidamente liberado y ninguna fuente oficial suministró su identidad, argumentando que era una persona ubicable, conocida, y que el incidente era menor.

Pero el tema se agravó cuando los padres de Graciela, la niña de 6 años asesinada, anunciaron su intención de investigar al profesional por ese crimen.

Argüello decidió entonces formular su presentación de ayer. En el juzgado entregó documentos que prueban que el 7 de febrero estuvo en Córdoba, y solicitó que «se levante la infundada sospecha en mi contra».

En cuanto al incidente con la niña de 11 años, se supo que Argüello declaró ante el juez Juan José Gago que fue la chica quien se acercó a su auto y le pidió que la llevara.

El abogado le preguntó si no le daba vergüenza prostituirse a esa edad, y aparentemente para vengarse la menor lo denunció a un policía. Argüello dice que se asustó y desapareció del lugar, pero luego lo pensó mejor y se presentó en la Jefatura. Al día siguiente fue al juzgado de Gago (lo acompañó el juez correccional Carlos Lardit), pero no le tomaron declaración.

La semana siguiente volvió a presentarse y declaró. Gago ordenó que se le practique una pericia psicológica.

Desde que sucedió el hecho entre el abogado y la menor se cuestionó que nadie suministrara oficialmente su nombre. Ayer, el jefe de la Policía, Juan Carlos Lezcano, pidió al Tribunal Superior de Justicia que lo autorice a dar el nombre públicamente.

Indagaron a un sospechoso por el intento de abuso de dos menores

NEUQUEN (AN)- Un sujeto, sospechado de intento de abuso contra dos niños a quienes condujo a un baldío, fue indagado ayer y negó el hecho.

Se trata de un expresidiario con antecedentes de violación y homicidio, detenido el último fin de semana en Olavarría por orden del juez Roberto Abelleira.

No está detenido por el caso Graciela Mendoza, no hay pruebas que lo vinculen con ese crimen y tampoco fue indagado por ese delito, aclararon fuentes judiciales.

Hoy, según las fuentes, será sometido a una ronda de reconocimiento ante los menores que fueron víctimas del episodio, ocurrido a principios de febrero de este año. El trámite será poco menos que determinante para sellar su suerte en la causa.

Además de los chicos, una nena y un varón a quienes sedujo con promesas en la puerta del hipermercado Tía, hay dos personas que dijeron haber observado cuando el sospechado, de apellido Sayago, caminaba junto a los niños en dirección al terreno de la calle Montevideo, el mismo predio donde se halló el cadáver de Graciela Mendoza.

Otro testigo habría dicho que vio cuando los chicos se alejaban del lugar, insultando al sujeto al darse cuenta de que quería abusar de ellos.

El escenario donde ocurrió el episodio y otros puntos en común con la desaparición y asesinato de Graciela, como la proximidad de las fechas, generaron cierta expectativa en los investigadores. «Pero por el momento no tenemos ningún elemento que nos permita incriminar al sospechoso en el crimen. En su declaración negó enfáticamente ser la persona que señalan los chicos del hipermercado», señaló la fuente.

«Aunque puede parecer inevitable comparar ambos casos, el detenido no está señalado en la investigación de Graciela Mendoza», dijo otra fuente.

Sayago tiene 52 años y registra una condena a perpetuidad por homicidio calificado, violación agravada, privación ilegítima de la libertad y amenazas. Estaba en libertad condicional.

En otro orden, los familiares de Graciela Mendoza fracasaron ayer al intentar que la justicia los autorizara a ver el cadáver de la niña, que está depositado en la morgue judicial.

La solicitud les fue denegada, según trascendió, hasta que el fiscal Humberto Mazzitelli reciba el informe original de la pericia de ADN realizada en Buenos Aires, que confirmó que el cadáver hallado en el baldío es el de Graciela.