De Choele Choel a Villa La Angostura, el viaje de Marina y la magia de la Patagonia en sus ilustraciones

Nacida en el Valle Medio rionegrino  y radicada en la cordillera neuquina, cada vez que sale a caminar por el bosque andino o recorre el sur con su libreta y los lápices la artista visual Marina Hernalz se deja inspirar por los paisajes, la naturaleza y las escenas de la vida cotidiana. ¿El resultado? Estas maravillas. Mirá...

La cabrona, el food truck de Bariloche que muchos extrañan. Ilustraciones de Marina Hernalz.

Un zorrito que mira como caen los copos blancos en una ruta de la cordillera nevada. El food truck que tantos extrañan en Bariloche, el lago y las montañas detrás, bajo ese cielo tan celeste del sur. El refugio Frey entre el verde de una ladera y las torres de granito que lo rodean. La antigua cocina del refugio del cerro Dormilón, el hollín de las pavas que hierven, el fulgor del fuego. Las frambuesas que crecen a la vuelta de su casa y la rosa mosqueta que brilla en el bosque andino. La arena, el mar y las rocas coloradas 5 km al sur en Las Grutas. Todo eso pero nada más que siete trabajos de una larga lista para paladear en el Instagram de Marina Hernalz. Dejarse llevar por esas ilustraciones de la Patagonia es una experiencia recomendable: con trazos cálidos y tonos pasteles, registra escenas de la vida cotidiana, paisajes de cuento y naturaleza pura. Un día se le ocurrió empezar a venderlas y ahora muchas ya decoran casas entre montañas y otras viajaron con los turistas que se llevaron una instantánea del sur.

Invierno en Meliquina. Las medidas de las ilustraciones son 10 x 14 cm, 30 x 20 cm y 40 x 30 cm.

Refugio Frey. Un ícono de Bariloche al que se llega tras un trekking de 4 hs.

Rosa Mosqueta. Estos detalles de la flora están entre lo que más piden los turistas.

Bosque de lengas.

De Choele Choel a Villa La Angostura

Nacida en Choele Choel, Marina tiene 44 años y hoy vive en Villa La Angostura. Formada en Artes Plásticas en la Universidad Nacional de La Plata, buscó después en cursos y talleres las herramientas que necesitaba para abrir el mundo de las ilustraciones, ese que le atrae desde los primeros trazos en la Escuela de Arte Municipal de su ciudad natal.

Marina Hernalz.

El espacio de trabajo de Marina.


Cuando trabaja en su casa tiene vista al bosque y a veces la sorprende un pájaro carpintero en el árbol, Y cuando sale nunca olvida su libreta y su cartuchera con lápices de colores, goma de borrar y el sacapuntas para dibujar a mano, o el Ipad para usar el lápiz digital cuando sabe que va a tener una mesita para instalarse y poco ajetreo. La paleta de acuarela cuando va al lago es la otra opción.

Volvió la nieve al barrio.

Refugio del cerro Dormilón

Piedras Coloradas, La playa cinco kilómetros al sur de Las Grutas.

Después, tarde o temprano, todo lo que le llama la atención, aquello que la asombra tomará forma en la hoja que de a poco deja de ser un espacio en blanco para dar paso a un capítulo más de su encantadora bitácora ilustrada de las caminatas por el barrio, los senderos de montaña o los viajes.

Pañil.

Pescado fresco.
Valle Medio, donde todo empezó.

Valle Medio. «Me invitaron a dibujar un pedacito de mi infancia. pensé en el río, los álamos altos, el sauce que se doblaba bajito, en la vegetación vibrante, en lo que se siente más que en lo que se vé. ojalá algo de eso se cuele en el dibujo», escribió Marina cuando participó en el ciclo Entrevistas Dibujadas en el CCK., luego denominado Palacio Libertad Domingo Faustino Sarmiento por el gobierno de Javier Milei.

“Mis ilustraciones están profundamente influenciadas por la vida cotidiana, los paisajes y la flora del lugar donde habito, que en los últimos años ha sido el bosque andino patagónico. Me gusta observar, traducir en imágenes lo que me rodea, y construir un lenguaje visual que dialogue con lo natural y lo íntimo”, explica.

¿Cuándo está terminando el trabajo? “Cuando me convence, cuando me doy cuenta de que le agrego algo que está de más”, responde. Las medidas de las ilustraciones son 10 x 14 cm, 30 x 20 cm y 40 x 30 cm y su valor parte en 20.000 pesos. Impresas o enmarcadas, están a la venta en Bariloche (Ranchito Patagonia, Colonia Suiza) y en Villa La Angostura (La Hora Azul y Magia Patagonia). También se pueden comprar impresas en su Instagram: marina.hernalz


Mercadillo Gráfico, la feria que se viene en San Martín y Villa La Angostura

Marina Hernalz es una de las creadoras de Mercadillo Gráfico, una feria gráfica patagónica que impulsó junto a Gisela Millán y Milagros Colombo que se realizará este año el 11 y 12 de octubre en San Martín de los Andes y el 17 y 18 en Villa La Angostura. Trabaja además como ilustradora para el programa Haciendo Escuela Río Negro del Ministerio de Educación de la provincia y desarrolla proyectos independientes en el ámbito editorial y freelance. Junto a la escritora Mariana Rizzuto publicaron cuatro libros ilustrados para infancias y forma parte del colectivo Entrebosques, que impulsa talleres creativos en distintas localidades, entre otras experiencias que incluyen la dirección de su primer videoclip animado en 2024 para la canción Habitación Corazón de Julieta Rimoldi: “Mi trabajo siempre está en movimiento, buscando nuevos lenguajes por los cuales expresarme. El arte, para mí, es una manera de estar en el mundo”.


La cabrona, el food truck de Bariloche que muchos extrañan. Ilustraciones de Marina Hernalz.

Un zorrito que mira como caen los copos blancos en una ruta de la cordillera nevada. El food truck que tantos extrañan en Bariloche, el lago y las montañas detrás, bajo ese cielo tan celeste del sur. El refugio Frey entre el verde de una ladera y las torres de granito que lo rodean. La antigua cocina del refugio del cerro Dormilón, el hollín de las pavas que hierven, el fulgor del fuego. Las frambuesas que crecen a la vuelta de su casa y la rosa mosqueta que brilla en el bosque andino. La arena, el mar y las rocas coloradas 5 km al sur en Las Grutas. Todo eso pero nada más que siete trabajos de una larga lista para paladear en el Instagram de Marina Hernalz. Dejarse llevar por esas ilustraciones de la Patagonia es una experiencia recomendable: con trazos cálidos y tonos pasteles, registra escenas de la vida cotidiana, paisajes de cuento y naturaleza pura. Un día se le ocurrió empezar a venderlas y ahora muchas ya decoran casas entre montañas y otras viajaron con los turistas que se llevaron una instantánea del sur.

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